Capítulo 16: Avīci

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La había jodido. La había jodido y en grande.

Sus manos temblaban y su estómago estaba revuelto. Tenía fuertes mareos y su cabeza probablemente iba a estallar de dolor. Pero nada de eso tenía que ver con su condición, no. Tenía que ver con la desesperación que acarreaba la noticia que acababa de recibir.

Audrey se paseó como una leona enjaulada en la sala de espera de la clínica sin saber exactamente cómo proceder. Ella sabía lo que tenía que hacer, pero ¿cómo?

— Cuando te dije que podías hacer algo para hacer pagar a Víctor por lo que te hizo, definitivamente no me refería a esto. — le dijo su mejor amiga desde el asiento mientras sostenía la prueba sangre que indicaba que inequívocamente estaba embarazada. Y Audrey sabía perfectamente de quién...

— No estás ayudado, Ivanova.

Katrina bufó y se concentró en su teléfono. El ícono de leído estaba azul en su chat con Víctor Jung. "Perfecto" sonrió.

Miró a Audrey dar un par de vueltas más por la sala, justo como los engranajes de su cerebro. Quería a su amiga, pero a veces la mujer podía ser impresionantemente tarada. Había tenido infinitas oportunidades de hacer las cosas de otra manera y tener éxito, pero no, ella había insistido en ser ella misma quien ejecutara todo. Había dicho que sería un golpe peor para su ex que supiera que había sido ella.

Mientras que Audrey sostenía su propia versión. ¡Claro que había podido hacerlo peor para Matthew! pero ella no era un monstruo. No aún.

— Tengo que deshacerme de esto. Ya.

— ¿Y qué culpa tiene el pobre bebé de tus errores? — pinchó la más alta.

Audrey torció los ojos y se dejó caer en el banco con un fuerte sentón.

— No te pongas pro-vida ahora, Katrina. Que, si le vamos a contabilizar a alguien las idas al centro especialista de enmendar errores, es a ti. — escupió haciendo reír a la mujer a su lado. — ¡Maldita sea! — rugió dándose un par de golpes en el estómago. — ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? Y ya estoy sobre la fecha límite, ese viaje a China no me permitió darme cuenta que algo estaba mal conmigo... pensé que había sido la comida o que había cogido un virus... — se lamentó al borde de las lágrimas. Su humor pasando de hirviendo a frío en dos segundos. — ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? — continuó dejándose caer contra sus rodillas y soltando el llanto apabullante. Katrina estiró una mano y palmeó su espalda con cuidado. Con la otra mano revisó nuevamente el chat. Víctor no estaba respondiendo.

Pero no hacía falta. Si Audrey había fracaso en su primera misión, seguro que no fallaría en la segunda. Esto definitivamente los separaría.

Audrey aun no lo sabía, pero si Katrina iba a tomar su última oportunidad para tener éxito, ese bebé tenía que nacer.



***



Frío y calor a la vez.

Víctor había estado extraño todo el domingo, la cena fue insoportablemente tensa y su ida de vuelta a casa aún más. Le había dado su espacio y había esperado porque sea su pareja quien decidiera hablar con él y no tuviera que presionarlo para sacarle las palabras. Y así había sido. Víctor había estado dando vueltas en su propia oficina cuando lo citó unas pocas horas después de regresar de la cena.

Por ello, en cuanto la noticia se asentó en su conciencia, lo único que pudo sentir fue frío y calor a la vez.

Claro que sabía que ese hijo era suyo. Su bebé... Y estaba en el interior de esa loca psicópata. Estaba seguro que tenía que hacer algo, pronto, o sería demasiado tarde.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2020 ⏰

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Nueve Pecados II: NarakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora