Capítulo 5: Aṭaṭa

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El suelo rápidamente se empapó alrededor de Anny, todo el vestido y suelo del lugar quedaron manchados por el líquido ligeramente rojizo. Matthew miró la escena pensando rápidamente qué hacer y manteniendo la calma al ver como la cara de Anny se deformaba en el genuino pánico.

— ¡Aún no es mi fecha! — Gritó ella agarrándose de los brazos a Matthew — ¡¿Por qué se rompió si aún no es mi fecha?! ¡Me quedan dos semanas! ¡Dos semanas! — continuó llorando desesperada, hundida en el más profundo de los pánicos.

Matthew la tomó de los hombros y la apoyó con cuidado contra el respaldo del asiento.

— Mírame Anny, mírame — la mujer sollozaba en tanto las lágrimas empapaban su rostro y su respiración era acelerada y trabajosa — Tienes que calmarte, y dejar de inhalar por la boca ¿Me escuchas? — Ella asintió frenéticamente — Muy bien, mírame, respira — y comenzó a inhalar y exhalar correctamente. Anny lo miraba a los ojos, cada vez más tranquila e imitando la respiración de Matthew. Inhalando suavemente por la nariz y exhalando por la boca. — Muy bien, así, lo estás haciendo muy bien. — La castaña volvió a asentir. — Debes mantener siempre esa respiración ¿bien? respirar por la boca solo hará que se te dificulte dar a luz.

Anny volvió a asentir más calmada, con la cara manchada en lágrimas y maquillaje.

— Necesito que Jack esté aquí. ¿Dónde está?

— Iré a buscarlos. — Respondió enseguida, consiente que era exactamente eso lo que necesitaban allí. — Tú sólo sigue respirando como te dije, ¿Sí? las contracciones van a comenzar en cualquier momento.

— Ya las siento. — aclaró ella. — Pero son soportables.

Matthew asintió.

— Bien. No te muevas de aquí, vengo en un segundo. — y corrió a la puerta, abriendo de golpe y dándose de lleno contra alguien. Matthew perdió el equilibrio cuando se dio contra el pecho de Víctor, pero éste rápidamente lo sostuvo de los hombros para que no cayera sobre su trasero.

El alivio lo invadió al encontrarse con la mirada de Víctor interrogándolo.

— ¿Dónde está Jack? — preguntó enseguida mirando hacia arriba y aun siendo sostenido por él, donde la diferencia entre sus alturas era mucho más evidente. De frente los casi veinte centímetros que le llevaba parecían notarse mucho más.

— Tuvo que atender una llamada de emergencia, venía a decirle a Anny que Jack volvería en unos minutos...

— ¡¿Qué?! — exclamó Matthew terminando de salir de los brazos de Víctor. — Anny acaba de romper fuente, tienes que ir por él. ¡Ahora!

— ¿Romper...? ¿Va a tener al niño...? ¿Ya?

— ¡Sí! ¡Ve a buscar a Jack! — apremió mientras empujaba a Víctor por el brazo para que se moviera.

Víctor asintió rápidamente y se retiró por el pasillo. Matthew lo observó irse dándose cuenta que aquella era su primera real interacción desde que se habían encontrado nuevamente.

Tomó aire y volvió a entrar, sacudiéndose la emoción de su cuerpo.

— Muy bien... Anny, parece que Jack tuvo que irse por algo y pues, parece que vamos a tener que esperar un poco.

— ¡¿Se fue?! ¿Cómo que se fue? ¿Me abandonó aquí?

— ¡No, no! — se apresuró Matthew por aclarar. — Tuvo que salir un momento. Él volverá, Víctor fue por él.

Anny sollozó dolorosamente.

— Me está doliendo más. ¡Quiero irme a casa! — dijo rompiendo a llorar nuevamente, hiperventilando justo como Matthew le ordenó que no hiciera.

Nueve Pecados II: NarakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora