Ruta Gwaine (Capítulo 3)

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Los dos jóvenes ya habían cenado la pizza y jugado hasta bastante tarde en la habitación de Merlín. Sin embargo, aunque los dos la pasaron bien, había algo en el ambiente que a los dos parecía incomodarles un poco. Era gracias a que eran tan buenos amigos podían disimular esa emociones de incomodidad.

Merlín, por su parte, cada vez que Gwaine rozaba su piel, se sonrojaba y corría la mirada hacia otro lado. Así fue cuando Merlín se dispuso a cortar la pizza que habían recibido y Gwaine lo ayudó, al ver que a Merlín se le dificultaba un poco hacerlo. El tacto entre sus manos se sintió casi mágico. Duró un segundo pero eso fue suficiente para hacer que el cerebro de Merlín hiciera una chispa.

Mientras Merlín se perdía en sus pensamientos, Gwaine tenía los propios. A él le preocupaba lo que ya temía, y es que Arturo se estuviese propasando con Merlín. Hace tiempo que él y Gwen sospechaban de eso pero nunca le dijeron nada a Merlín porque sabían que lo defendería.

Cuando Gwaine decidió asistir a la fiesta de Arturo era para echarle un ojo de cerca al vecino de Merlín. Bueno, eso y porque odiaría la idea de que alguien se le acercase a su mejor amigo en un plan romántico, en especial si ese alguien era Arturo. Así es, Gwaine estaba enamorado de Merlín hacia muchísimo tiempo pero el distraído de Merlín nunca se había dado cuenta. No es que Gwaine no fuera distraído también pero cuando se trataba de Merlín, Gwaine tenía un cuidado especial y prestaba la mayor atención que su cerebro podía brindar.

El miedo al rechazo es la razón por la cual Gwaine nunca se atrevió a confesarle sus sentimientos a su mejor amigo. Para él, Merlín era como una especie de ángel que descendió del cielo para salvarlo cuando tuvo sus días oscuros…

Gwaine había tenido una infancia bastante difícil, sus padres eran ausentes y desatentos. Gwaine solía pasársela solo desde la niñez, lo cual hizo que aprendiera a valerse por su propia cuenta. Sin embargo, la ausencia de figuras paternas también consiguió que Gwaine pudiera desviarse del camino indicado. Con el tiempo fue juntándose con personas con problemas de adicción. Al principio, Gwaine se rehusaba a ese tipo de cosas pero con el tiempo un ambiente corrompido consiguió que él se viera involucrado dentro.

Habían pasado dos años ya desde que Merlín lo salvó esa terrible noche de la cual Gwaine nunca pudo sacarse de la cabeza. Gwaine estaba solo en su casa y esa misma noche había bebido antes. La confusión en su cabeza hizo que Gwaine se equivocara de dosis y aplicase más de lo usual. Su mente pudo reaccionar por un momento y llamó al servicio de emergencias para pedir ayuda pero luego de eso ya no recordó más nada.

Gwaine despertó y vio la cara de Merlín quien le estaba realizando RCP aparentemente. Por lo que pudo enterarse posteriormente, Gaiuss había acudido antes de que la ambulancia llegue para asegurarse de que este bien y Merlín al ser su ayudante realizó los primeros auxilios.

—¡Muy bien hecho, Merlín, ya puedes parar! —escuchó decir a Gaiuss pero no le prestó atención, solo veía a Merlín que con sus claros ojos parecía un ángel de verdad.

—¡Tiene la mirada perdida! —le dijo Merlín a Gaiuss mientras Gwaine mantenía esa cara de embobado antes de dormirse cuando escuchó las sirenas.

Luego de eso, Gwaine despertó en el hospital, los médico le comunicaron la situación y Gwaine pidió ver por su salvador. Cuando consiguió los datos se dio cuenta de que ese joven iba a su misma escuela y se lo había topado varias veces ya. Así fue como Gwaine se acercó a Merlín intentando darle las gracias por salvar su vida de alguna forma y este no se rehúso al conversar con él. De hecho, Merlín lo ayudó a terminar con esa adicción horrible de una vez por todas y así fue como los dos se convirtieron en mejores amigos.





Merlín (Harem)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora