Kimetsu Gakuen

primer día.

—¡Ganamos, por fin ganamos, creo que… ya puedo descansar…

………

El sol se colaba por un pequeño hueco que había en la ventana de una habitación, dejando ver un rayo de luz que daba en la frente de un chico con el cabello pelirrojo.

Parecía dormir plácidamente sobre su cama, la calma se podía sentir en ese lugar. —¡Waaah!— Gritó el chico de golpe, levantándose de su cama y cayendo al suelo de frente. —¡¿Que fue eso?! ¡¿Una pesadilla?! Quizás debo dejar de comer los dulces que Nezuko me da.

El chico de cabello rojo se levantó del suelo, viendo el reloj que estaba en la mesita de noche al lado de su cama. —7:15 AM… ya me tengo que preparar. 

El de cabello rojo movió las cortinas, mostrando un hermoso paisaje, a pesar de ser un lugar urbano, el sol daba un toque mágico, mostrándose solo a la mitad debido a la montaña. —¡Primer día de preparatoria!

Salió rápidamente de su habitación, dirigiéndose al baño para darse una ducha, despertando a todos en aquella casa familiar. —¿Tanjiro? Aún es muy temprano, ¿No crees?— Dijo
una mujer con una apariencia gentil.

Esto provocó que Tanjiro se diera media vuelta. —Mamá, tengo que prepararme para salir temprano, quiero llegar temprano.— Dijo Tanjiro con una sonrisa de alegría en su rostro.

Esto no sorprendía a su madre, ya que Tanjiro era muy de estar alegre y emocionado. —Entonces ve, y cuando llegues, tu padre y yo tendremos pan por tu primer día de preparatoria.— Dijo con esa gentil sonrisa maternal.

—¿Cómo se siente papá hoy?

—¡De maravilla!— Gritó un hombre adulto de cabello largo rojizo, saliendo de la habitación. —Siento que puedo derribar un toro con mis manos.

—¿En serio? Ayer parecías estar bastante enfermo.— La mujer dijo esto en tono de preocupación, ya que su esposo no era de los más fuertes. 

—¡Papá, si te sientes mal, vendré a ayudar en la panadería!— Entonó Tanjiro con su bondad.

—Mejor ve a arreglarte.— Dijo Kie. —Por cierto, ¿Puedes llevar a Rokuta, Takeo, Shigeru y Hanako al parque cuando vuelvas?

—Sí.— Dijo para entrar al baño.

Pasaron los minutos, y Tanjiro estaba arreglándose para ir a su primer día día de preparatoria, bañándose, cepillando sus dientes y peinando su cabello rojizo.

Después de salir del baño de dirigió al comedor, donde le esperaba un desayuno típico, con huevos, pan tostado, jugo de naranja y unas fresas. —Buen provecho.

Con los minutos, comenzaron a llegar los hermanitos de Tanjiro, Takeo, Hanako y Shigeru. —¡Buenos días, hermano!— Dijo Takeo subiendo a una de las sillas.

—Buenos días, ¿Qué tal durmieron?— Dijo el hijo más grande, viendo a sus hermanos.

Estos se vieron entre sí, pensando en dar una respuesta. —Mal, Rokuta no paraba de molestar.— Dijo Takeo dándole un mordisco a una rebanada de pan. 

—Ya veo… ¿Él está bien?— Preguntó Tanjiro al ver que Rokuta no se encontraba en el comedor.

A lo que Hanako respondió. —Aún está durmiendo. Estuvo toda la noche diciendo que tú eras un cazador de demonios y Nezuko era uno. Le dije que no comiera dulces o tendría pesadillas.

—¿Yo? ¿Cazador de demonios? Me gustaría verlo.— Cuando Tanjiro terminaba de hablar, alguien lo interrumpió.

—No digas eso, Tanjiro, nunca debes hablar acerca de los cazadores de demonios.— Dijo el padre de Tanjiro, agarrando una rebanada de pan. —Da gusto trabajar en una panadería.