Adolescente Rebelde [Madre Sustituta #2]

I

Iñaki

Me desperté con resaca, si mamá me veía así seguramente se iba a enojar, porque, Que ejemplo le doy a mis hermanos, el mismo que papá me dio.

Revise mi celular y tenia un mensaje de número desconocido, por la foto parecía una chica. Mi único error de todos los fines de semana era darle mi número a cada chica con la que estaba.

Después de levantarme y bañarme, escuché ruidos en el living así que me vestí antes de salir.

- Mira quien se levantó - Esos eran los Buenos días de mi papá - Este es igual a nosotros cuando teníamos su edad.

- A alguien tenía que salir - Le contesté mientras caminaba hasta donde estaba él. Kaktov estaba con él, siempre me dijeron que le diga tío, pero desde que se casó con una española cuando yo era chiquito lo veo una vez cada 5 años más o menos.

- Que grande que estas enano, bueno ahora no sos enano ya - Kaktov se paró y me dio un abrazo.

- La ultima vez que nos vimos fue cuando cumplí 10 años, tío - Le contesté lo mejor que pude - Ahora ya voy a cumplir 15.

- Si, me doy cuenta. Mi nena esta en el patio jugando con Aneley, estaba esperando que te levantes.

Choque las manos con mi papá y fui al patio, hace años no veía a Lucía y si no me equivocaba ahora iba a cumplir los 15, igual que yo. Cuando salí la vi a Aneley corriendo hasta mi.

- ¡VINO LU! - Me grito.

- Si, ya se - Le dije, la levante y le di una vuelta por el aire - ¿Donde es...

No termine de preguntarle donde estaba Lucía, que sentí un peso encima mío y cuando me di cuenta estaba tirado en el piso y una chica estaba encima mío.

- ¡Iñaki, te extrañe! - Me dijo abrazandome. Así como yo crecí, Lucía también. Ya no era una nena.

Me levanté del piso y la levante como si fuera una bolsa de papas.

- ¡Yo también Lu! - Le dije abrazandola.

Con Lucía nos llevábamos poco tiempo, y tanto ella como Aneley eran mi debilidad. De noche podía ser un hijo de puta, pero verlas a ellas me devolvían a mi infancia.

- ¿Otra vez llegaste en pedo? - Otra de las voces que me devolvían a mi infancia sonó en la puerta que daba al patio.

- No, ma. Nada que ver - Le contesté, haciéndome el inocente.

- Nada que ver decile al trapo de piso, que prácticamente lo gaste anoche ¡Limpiando tu vómito Iñaki! - Mamá estaba enojada y se le notaba, porque no sonreía, ni un poco.

Me sentí culpable. Y me dio vergüenza que Lucía supiera que había vomitado todo. Y hablando de Lucía, me miraba riéndose con Aneley.

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Ay no saben la felicidad que me da publicar esto, espero que les guste ❤