Adolescente Rebelde [Madre Sustituta #2]

III

Dylan y Nicolás se reían de lo que les contaba.

- Re santiagueño - Dijo Dylan entre risas.

- No es mi prima pelotudo - Le dije mientras me prendía un cigarro - Y tampoco me la voy a garchar.

- Dale, esto es nuevo - La cara de Nicolás demostraba que no me creía ni un poco.

- Tengo ganas de tatuarme de nuevo - Les cambie de tema

Y eso llevo a que terminara mandandome alguna cagada con la que mamá iba a querer matarme.

Lucia

Después de terminar de acomodar mis cosas en la pieza de Iñaki volví al living y ahi estaba mi papá.

- ¿Y mamá? - Pregunté, ya que no la veia en ningun lado

- Ya se fue - Me contesto mi papá de la mejor forma que pudo.

- Ni siquiera me saludo - Le dije, más enojada que otra cosa.

Él se acerco y me llevo de la mano hasta la puerta.

- Lu, te prometo que voy a hablar con ella - Su expresion era de lastima, como siempre, cada vez que mamá me hacia algo parecido.

- No te preocupes papi, ya me acostumbre - Le conteste y despues lo abrace - Te voy a extrañar.

Ya habia pasado la semana de vacaciones y tenian que volver a España. Desde alla iban a tramitar todo lo de la nueva casa.

Un rato mas tarde, mentras Romina bañaba a los chicos y los acostaba a dormir yo vigilaba la comida para nosotros. Era una costumbre suya darles de comer a los chicos un rato antes asi podiamos comer tranquilos los mas grandes.

- Ya esta - Me dijo mientras se soltaba el pelo nuevamente - Tomás esta con Tuti hasta que se duerma. 

- No sabes lo que extrañaba tus fideos con crema y atun - Le dije mientras terminaba de probar un fideo para ver si ya estaba listo.

- ¿Por qué te pensas que cocine esto? - Me contesto dandome un beso en la cabeza.

Agarro los platos y los llevo a la mesa.

- ¡Ya llegue! - Esa era la voz de Iñaki.

El sonido de los platos rompiendose contra el suelo fue lo unico que respondio a su grito.

Tomás bajo corriendo de las piezas, yo agarre la escoba y lo segui.

Romina estaba agarrándose la cabeza y todos los platos en el piso.

- ¿Qué pasó? - Tomás fue el primero en preguntar.

- ¿Qué no estas viendo a tu hijo? - Respondió Romina enojada.

Iñaki nos miraba desde la puerta con una sonrisa, tenia la mano y el cuello tatuados.

- Solo ruego a Dios que no te tatues la cara - Romina se acercó a Iñaki a mirarle de cerca los tatuajes.

- A mi me gustan wacho - Le dijo Tomás mientras me ayudaba a barrer los vidrios, dos de los cinco platos sobrevivieron.

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Ya estoy escribiendo el cuarto capítulo como recompensa por no escribir en meses

Gracias por esperar y perdón 🧡