Teacher's pet • Yoonmin

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El menor sonrió algo confundido.

—Em... ah, yo... Deje de tomar pastillas desde la segunda vez que nos acostamos—Balbuceo. YoonGi cerro los ojos con fuerza—Pero, no pasa nada, digo, yo estaba tomando pastillas en ese entonces y me tomaré la pastilla del siguiente día, no tienes de que preocuparte.

—Creo que será mejor que comencemos a usar condón—JiMin torció los labios—Ya sabes, es más seguro.

—Pero—el omega le miro confundido—a mi me gusta mucho sentirte... ya sabes, cuando te vienes dentro. Es lo mejor.

YoonGi le sonrió con dulzura y le acarició la mejilla con la misma expresión.

—Lo se, pero, será más seguro. Es solo que siento tu aroma más fuerte de lo normal.

JiMin mordió su labio inferior después de eso, el mayor formó una mueca de confusión ante aquello.

—Supongo que mi celo se acerca. Es solo eso, ya sabes, no nos vemos desde hace tiempo y no me he acostado con nadie más, puede que se me adelante.

Le beso en los labios con una media sonrisa, separándose a los cinco segundos.

—No puedo esperar, joder—Y en medio una risa juguetona, su cuerpo volvió a estar bajo del alfa en su totalidad y sus labios volvieron a ser presa de los del pelirrojo.

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La noche había caído, JiMin aún estaba entre sus pálidos brazos, sus labios juntos produciendo húmedos chasquidos que resonaban por toda la habitación, no habían contado el tiempo, pero estaban seguros que llevaban bastantes minutos besándose en el sofá de la sala, bastantes minutos de caricias y palabras sucias susurradas en el oído del menor por parte del pálido.

Las manos blancas y huesudas estaban bajo su camiseta acariciando su espalda de arriba a abajo, mientras sus brazos envolvían el cuello del mayor y sus pequeños dedos enredaban los mechones pelirrojos de vez en cuando empujando su nuca hacía él para profundizar más el beso.

Su cadera se movía en un suave compás, de un lado a otro, haciendo que la hombría del mayor despertara bajo su trasero. La pesada respiración del menor fue a dar en su cuello mientras intentaba aumentar los movimientos de su caderas pero el alfa le detuvo.

JiMin sin protestar ante sus acciones, volvió a besarlo, y YoonGi jadeo entre sus labios sosteniéndole más fuerte por la delgada y estrecha cintura. Pero, algo les detuvo, algo que detuvo su corazón por un instante. Alguien estaba tocando la puerta.

—¡YoonGi, oppa!—JiMin frunció el ceño ante aquel apodo pero el pelirrojo le tomó de la nuca tirando de él para volver a juntar sus labios—¡Tenemos que hablar!

—¿Quién...—lo próximo que salió de su boca fue un jadeo que solo logró escuchar el mayor cuando el mismo bajo a dejar húmedos besos por todo su cuello—...es?

—No...—Beso—Le tomes importancia—otro húmedo beso en sus labios—Deja que se vaya.

Susurro el alfa, y él omega acepto gustoso sus labios hasta que la mujer dejó de tocar la puerta, el beso no se terminó hasta que la espalda del menor chocó contra el sillón, el pelirrojo se acomodó entre sus piernas, poniéndose de rodillas después de unos segundos, le miró desde arriba. JiMin se miraba tan deseable con su camiseta roja con rayas negras arriba, dejando al descubierto la blanquecina piel de su abdómen, mientras que su dedo índice estaba entre sus dientes mirando al alfa fijamente a los ojos.

—Soy todo tuyo otra vez, profesor Min.

El mencionado llevó sus manos al borde su camiseta comenzando a subirla por encima de su cabeza sacándola por completa para después volver a mirar al pequeño pelinegro que yacía frente a él con las piernas abiertas.

—Dime pequeño,—se tiro encima del contrario apoyándose con sus codos para su dejar todo su peso sobre el menor—¿no te agrada el papel de usar minifalda, para tu profesor?

—Me encantaría.

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