18

9K 893 244
                                    

—Mírate, estas tan húmedo—jadeo YoonGi en su oído, mientras empujaba nuevamente hacía adelante—Y tan caliente, joder.

JiMin volvió a gemir a la vez que intentaba abrir más sus piernas, su vientre impedía que las alzara así que sus pequeños pies estaban casi pegados al colchón ligeramente levantados, YoonGi se encargaba de besar su cuello mientras acariciaba su vientre, el rubio las disfrutaba mientras estaba rodeando la pálida espalda con sus brazos dejando unas largas marcas rojas en algunos lugares.

JiMin se sentía en el borde, eran demasiadas sensaciones, los lentos empujes del alfa en su interior, suaves y precisos, lo estaban llevando al límite.

M-Márcame—Gimió él omega—Hazme tu omega, alfa. ¡Hazme tuyo!

Oh bebé, tranquilo, seguro que la tendrás pero hay que disfrutar un poco más—se inclinó lo que pudo hasta el rostro del menor mirándole a los ojos directamente, sin parpadear, contemplando cómo de los gruesos labios entreabiertos salían pequeños gemidos y jadeos, en los cuales se les entendía la primera letra del abecedario y su nombre. Una y otra vez, aumentando poco a poco la velocidad sin llegar a ser brusco.

Y-YoonGi... Estoy cerca—Jadeó

—JiMin—el nombrado juro que escucharlo decir su nombre en medio de un gemido era la pura gloria, se estaba sintiendo tan sobre estimulado, sintió esa típica sensación del climax, tan exquisita y deliciosa, su interior comenzó a contraerse y a soltar lubricante mientras gemía a todo pulmón, el alfa llevó su mano derecha a su cuello, levantando su mentón dejando a la vista aquella zona, y entonces... sucedió.

La piel del omega fue rascada por la dentadura del mayor, miles de sensaciones recorrieron sus cuerpos, aquel calor tan embriagador y placentero, ahora estaban unidos completamente.

El alfa se dejó caer encima del cuerpo del menor, no del todo, claro, mientras se corria dentro de él, gimiendo como nunca lo había hecho en su oído, JiMin estaba tan a gusto, con una tranquilidad inmensa, soltó otro gemido cuando sintió una cantidad de líquido venir desde su interior mezclándose con el semen del mayor.

El alfa siguió retirando la sangre que había en el cuello del menor, dejó de sangrar luego de pocos minutos y ya que el nudo desapareció salió del menor quien soltó una risita queriendo abrazar al mayor pero un bulto allá abajo se lo impedía.

Finalmente el alfa se sentó y colocó al menor encima de él, se quedaron en esa posición por algunos minutos hasta que JiMin cayó dormido, YoonGi le siguió arrullando, mirando aquella viva marca en su cuello, hermosa y reluciente, completamente unidos.

Siguió acariciando su espalda, por casi media hora, hasta que él también cerró los ojos hasta casi estar en los brazos de Morfeo pero el cuerpo de JiMin se movió, él omega se escondió más entre su cuello, su nariz estaba literalmente casi fusionada con el punto de su olor.

—¿Qué pasa?—pregunto YoonGi pero no hubo respuesta, solo los pequeños colmillos de JiMin clavándose en su pálida piel, un gemido combinado con un gruñido salió de sus labios—Joder...

JiMin retiró lo que restaba de la sangre con su húmeda y suave lengua, el alfa le acarició la espalda suavemente de arriba hacía abajo.

El omega se sentía tan completo, tan amado y mimado, tan a gusto a lado de su ahora alfa, si, para muchos era una edad demasiado temprana, diecisiete años, en cinta y ya marcado, pero con casi todos sus estudios terminados.

—Te amo—le dijo JiMin directamente a los ojos—Te amo mucho...

—Yo más, mi amor

•|•|•|•|•|•|•

JiMin se había levantado antes que YoonGi, por su mente pasó la maravillosa idea de hacer algo para desayunar ya que todos los días esa era la tarea de su mayor. Decidió tomarse su tiempo para preparar algo sencillo pero delicioso, huevos, tocino y pan tostado junto a un rico jugo de naranja; no era mucho pero si llenaría lo necesario.

Mientras preparaba los huevos fritos, miró el resplandeciente aro de plata que adornaba su dedo anular señalando la próxima unión que tendría con su prometido, sonrío abiertamente mientras seguía con su tarea en la cocina.

De pronto, unos pálidos y conocidos brazos le rodearon desde atrás, escondiendo su nariz en su cuello no sin antes dejar un casto beso en su mejilla.

—Buenos días, cariño—saludo el omega.

—Buen día, precioso. El delicioso aroma me ah alborotado las tripas—JiMin sonrió a la vez que el alfa le soltaba para después mirar todo desde su lado.

JiMin colocó todo en los platos correspondientes y cuando todo estuvo acomodado, tomaron asiento en la isla de la cocina.

—Y bien, ¿ya le has dicho a alguien sobre nuestra boda?—él omega negó mientras YoonGi metía a su boca una porción de su desayuno.

—Me encantaría que diéramos la noticia juntos—el alfa le puso más atención pidiéndole con la mirada que continuara hablando—Ya sabes... una cena, familiar.

—Está bien, todo lo que digas.

Continuaron comiendo hasta que los platos quedaron vacíos, YoonGi se ofreció a lavar los trastes así que JiMin se dirigió hasta afuera para lavar algo de ropa. Todo era tan hogareño y se sentía más que feliz, no podía dejar de sonreír en todo el rato.

Diez minutos después, YoonGi se hizo presente en el jardín. Se sentó en el columpio celeste que tenían, con el celular en mano viendo quien sabe qué.

—...¿Podrían venir en sábado en la noche?—escuchó y rápidamente volteó hacia aquella dirección, su alfa estaba en una llamada—Si, muchas gracias, mamá. Los veré luego entonces, adiós.

Él omega después de presionar algunos botones en la lavadora camino hasta el mayor deteniéndose en frente de él. El alfa le miró por algunos largos segundos hasta que el menor sonrió acariciando su vientre. Después tomó asiento sobre las piernas contrarias.

YoonGi casi al instante colocó su mano derecha en el estómago ya algo grande del menor, casi siete meses era lo que tenía aquella personita en su interior, pero por alguno extraña razón el bebé no había pateado ninguna vez y ambos padres estaban ansiosos por sentir aquello.

JiMin se reía a carcajadas cuando YoonGi le hablaba a su pancita, incluso hasta llegaba a juguetear en aquella zona tal como se le hace a los niños pequeños para hacerles reír.

—Vamos bebé, tan siquiera un poco—siguió repartiendo caricias por todo aquel territorio de la suave piel de su omega y sobre su mano estaba la del antes mencionado pasándola cuando con él, esperando por algo que no llegaba.

—Hyunie, patea un tantito solamente—pidió con una voz bastante suave y tierna haciendo sonreír a su mayor quien no dudó en dejarle un cálido beso en su regordeta mejilla.

Y entonces JiMin sintió como su piel se estiraba levemente, era un golpe pero por dentro, uno débil pero delicado y encantador, aquel golpecito que habían anhelado sentir desde hace mucho tiempo.

El menor no pudo evitar soltar un grito por lo que YoonGi se asustó junto con él, brincando en su propio lugar, JiMin rápidamente tomó la mano del alfa y la dirigió a aquel lugar y nuevamente se sintió, justo debajo de la mano del mayor, este mostró sus hermosas encías al menor quien le sonrió de igual forma.

—Mi hermoso bebé, mi angelito—dijo acariciando más aquella zona, JiMin soltó algunas lágrimas de felicidad, se sentía tan feliz de por fin sentir a su bebé.

—Nuestro pequeño, HyunGi...

•|•|•|🖤|•|•|•

Hola bebitos 🥺
ya sé que dije que tenía como propuesta actualizar todos los días pero, estuve bastante ocupada con las tareas en línea y cuando ya había triunfado por terminar todo, que me llega más trabajo🤠

Espero poder ahora si o haré mi intento por actualizar seguido 🥰

Cuídense mucho los quiero a todos, nos leemos luego💜

-Jaz🌻

Teacher's pet • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora