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—Mira YoonGi, es precioso—decía JiMin meciendo el pequeño cuerpo entre sus brazos—Nuestro pequeño bebé.

—Es igual a ti, mira que cachetón esta—con sus dedos apretó la pequeña y rechoncha mejilla de su hijo, quien le sonrió mientras con sus pequeñas manos tomaba su dedo índice con fuerza, se acercó curiosamente a aquella cosa extraña y babeo con sus delicadas encías—Debe tener mucha hambre, anda, inténtalo.

Dijo mirando a su omega, JiMin le regalo una sonrisa a su novio y después con su ayuda apartó un poco la bata.

—Acomoda tu mano, así—le decía amablemente la enfermera que estaba a su lado, JiMin hizo caso y coló su mano en las gruesas piernitas de su bebé dejando su suave cabecita en la mitad de su brazo—Y ahora, acércalo lentamente.

Y entonces el bebé encontró aquello que tanto buscaba, era una sensación extraña pero no incomoda, sentía como aquello líquido salía de su cuerpo al igual que las diminutas manitas amasando a su alrededor para ayudar a aquella sustancia salir y así beberla.

YoonGi sonrió, sonrió como nunca antes lo había hecho, mostró sus encías a más no poder, fue una hermosa melodía que llegó hasta los oídos del omega quien juró mirar lágrimas de felicidad en los ojos de su alfa.

El pelinegro se inclinó y beso la suave cabellera de su bebé, un delicado beso llegó de cariño y amor.

Se sentía completo, realmente completo, junto a los dos amores de su vida, todo iba a ser perfecto. Les daría lo mejor, una calidad de vida increíble para que su cachorro pudiese crecer sano y feliz a su lado, tal vez, después se uniría una nueva personita a la familia.

Por qué eso eran ahora, una pequeña pero hermosa familia.

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Un mes y una semana después.

—JiMin, ¿no vas a comer? Llevas todo el día junto a la cuna, lleva a HyunGi un rato a la sala—Dijo el alfa apoyado en el marco de la habitación, mirando como su novio estaba a un lado de la cuna, mirando directamente a su cachorro acariciando de vez en cuando sus gorditas mejillas, el bebé reía cada vez que su papi le hacía cariñitos en sus piecitos o su pancita—Cariño...

Entonces JiMin volteo, dándole atención al alfa, el azabache solo sonrió y camino rindiéndose hasta estar sentado a un lado del rubio, le abrazó acercándolo más a él, apoyó sus dorados mechones en el hombro del alfa mientras entrelazaba sus manos.

—¿Cómo estas?—pregunto con todo el amor del mundo—¿sigues cansado?

—Si—dijo entre un suspiro—aún me duelen las piernas. Casi no dormí nada.

—Ahora va a ser la primera noche con Hyunie en casa—miro como el pequeño bebé hacia sonidos que no se entendían, el pálido lo miro con una nueva sonrisa en su rostro, pero cuando sintió el rostro de JiMin cerca del suyo volteó para corresponderle el beso—¿Acabas de darle de comer?—asintió—Bien, duerme un poco, yo me encargo de hacerlo dormir.

El alfa levantó a JiMin de la cama para después levantar las sabanas, acomodo la almohada también.

—¿Seguro?

—Si, no creo que sea tan difícil—Se encogió de hombros sentando ahora al rubio en la cama, quien se acosto segundos después siendo arropado por el alfa—Ahora, tu ponte cómodo. Comeremos más tarde.

Teacher's pet • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora