Capítulo 4.

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-¡Mueve tu trasero Hermione estas ocupando todo mi espacio! -exclamó un adormilado Dave, despertando después de 1 hora de babear mi chaqueta favorita, yo acababa de despertar y al ver mi preciosa chaqueta rosada empapada de baba, quise ahorcarlo.

-¡Ya despierta Dave! -respondí yo un tanto molesta.

-¡Chicos silencio! despertaran a estrella.. -terció mi tío Estefan reprendiendonos.

-¡Mierda Estefan! ¡me has despertado tu caramba! -despertó exaltada mi tía estrella.

Dave y yo reímos.

-Que desagradecida mujer! -le respondió mi tío sin quitar su vista del camino.

Habíamos estado en carretera unas 3 horas y me dolía el trasero.
Faltaba poco más de veinte minutos para llegar al internado y mis nervios bailoteaban como mi cabello por el viento que entraba por la ventanilla del auto.

-Todos han despertado amargados eh -comentó Dave divertido ante la situación.

-Y otros han dormido demasiado bien -dije irónica mientras le mostraba mi chaqueta babeada.

El pareció avergonzarse pero al final solo comenzó a reírse.

-Eres insoportable Dave. -rode los ojos y me puse los auriculares. Después de un par de canciones, mi tía estrella me llamó, me saque los auriculares -¿Si?

-Estamos por llegar -informó emocionada.

Instantáneamente mis manos comenzaron a sudar frío y mi corazón se aceleró, definitivamente estaba nerviosa por conocer el internado, lo había visto por fotos, es hermoso y muy pero muy grande, aun así, tenía tantas expectativas que no podía evitar estarlo.

-Es por aquí -nos dijo tío Estefan adentrandose en un camino rodeado de grandes cercas de madera pintandas de blanco. El internado esta ubicado a las afueras de una gran ciudad, a unos veinte minutos en medio de un bosque. Mis ojos viajaron a las tres grandes torres que se encontraban frente a nosotros. Miré a Dave y el estaba concentrado observando su alrededor al igual que yo. Llegamos a un gran portón azul oscuro y tío Estefan tocó el claxon.
Un hombre alto y calvo con uniforme de seguridad salió por una pequeña puerta.

-Buenas tardes, venimos a traer nuevos estudiantes, comenzarán clases el lunes. -tío Estefan le comentó al Guardia quien inspeccionaba con la mirada el vehículo y a nosostros.

-Me da sus nombres porfavor. -pidió el Guardia a lo que tía estrella dijo nuestros nombres. El habló por su radio y otro hombre le dijo que nos dejara pasar.

-Sigan adelante. -dijo ahora con un tono más amable.

-Muchas gracias -respondió tía estrella.

El guardia apuntó con un control y el portón eléctrico abrió sus puertas dejando a la vista el hermoso campus de crosswell. 3 edificios muy altos, una enorme fuente en el medio, un hermoso jardín, arbustos y flores. Todo era perfecto.

Un segundo guardia nos indicó donde estaba el estacionamiento y mi tío estacionó el auto.

-Henos aquí. -dije suspirando. Mi voz neutra. Mis manos frías. Mis emociones revueltas.

-Descuida Angel todo estará bien. - me calmó tía estrella y me sentí aliviada de que estuvieran mis tíos ahí.

Bajamos del auto y comenzamos a caminar hasta la oficina principal que estaba en el edificio del medio, sabíamos eso gracias a Internet. Caminaba detrás de todos con mis manos dentro de mis pantalones color negro. Estaba comenzando a sentirme más tranquila, el aire era fresco y todo lucía relajado, seguía analizando el ambiente que me rodeaba cuando alguien detrás de mi me tocó el hombro con delicadeza y me exalte.

-Oye, calma. -me dijo un chico con actitud al ver mi reacción, tenía rasgos asiáticos -¿Eres nueva? -inquirió fruciendo el ceño, tenía cabello largo, por debajo de los hombros y su piel era trigueña.

-Si, de hecho estoy llegando -contesté extrañada.

El sonrió -genial, hace tiempo que no viene nadie nuevo y estoy harto de ver las mismas caras todo el tiempo -comentó acomodando su cabello a un lado. Me pareció curioso ver a un chico con cabello tan largo, pero se le veía muy bien.

-Tu cabello esta cool. -le dije un pequeño cumplido.

-Gracias, lo sé -respondió narcisista y yo reí.

-¡Angel! -me llamó mi tía estrella al ver que me había quedado atrás.

Me gire rápido, habían avanzado bastante para mis segundos de conversación, grité en
respuesta-¡allá voy! -lo siento, te veo después -le dije al chico quien me sonrió en despedida y trote un poco para alcanzarlos.

-¿Que con ese chico? ¿se cree Rapunzel? -Dave me preguntó con tono burlón.

-¡Esta cool! -contesté con voz entrecortada por mi trote.

-Cielos Angel debes ejercitarte -soltó una carcajada el tío Estefan.

Yo lo mire con mala cara. Llegamos al edificio, habían 4 chicas caminando por el pasillo y les preguntamos por la la Oficina principal.

-Al final del pasillo a la izquierda, la puerta de cristal -una de ellas contestó, una vez más agradecimos y seguimos caminando, al llegar nos atendió una señora de unos 40 años, pelo corto y gafas redondas, era la scretaria del director, quien hoy por ser domingo no podía atendernos, se encontraba en la ciudad. Luego de un rato de charla e información recibida, ya no me sentía tan asustada, el horario de clases era flexible, había de todo en este sitio, piscinas, establos, grandes canchas de fútbol, tenis, un gran auditorio, caballos, una heladería y un restaurante, claro que las últimas trabajaban solamente los fines de semana, aun así me parecía increíble que hubieran ese tipo de cosas dentro del campus.

-Los dormitorios están ubicados por separado, por supuesto -aclaró la secretaria -chicos a la izquierda del campus y chicas a la derecha, los horarios deben ser respetados, igual que el orden dentro de las habitaciones, sino, serán sancionados, 3 sanciones, 1 mes de castigo, una sanción más después de eso, suspensión.

La secretaria seguía y seguía informando, cuando termino de darnos todas las reglas, al fin, nos asignó habitación y nos dió la llave, nos dijo que el horario de clases lo retiraramos a la mañana siguiente por esa misma oficina.

Había llegado la hora de despedirnos de mis tíos, no los veríamos en un mes, o incluso más, a menos de que ellos vinieran a visitarnos y seguramente no iban a poder hacerlo.

Un sentimiento amargo llenó mi pecho al saber que los tendría lejos.

-Los amo -susurre antes de romper el abrazo que me unía a los 3.

-Nosotros a ti, preciosa -dijo tía estrella limpiandose algunas lágrimas.

-Recuerda angel, llamame, no importa el día ni la hora, estaré para ti, -miro a Dave -para los dos, en cualquier momento, y si me necesitan estaré de inmediato aquí.

Y así, luego de un poco de llanto, abrazos besos y promesas, mis tíos partieron. Sacudía mi mano, despidiendome de mi familia, un poco triste, pero ansiosa. Crosswell sería mi nuevo hogar y la idea comenzaba a emocionarme.

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⏰ Última actualización: Mar 16, 2020 ⏰

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