Capítulo 4: Infierno

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En un callejón oscuro, no muy lejos del distrito comercial, una multitud comenzó a formarse. La mayoría de ellos eran hombres de veinte años. Tatuajes oscuros cubrían sus brazos y su cuello, como si les gustara parecer villanos estereotipados. No dijeron nada.

Finalmente, llegó una mujer más alta que otras. Una sonrisa profunda y desagradable casi dividía su cara en dos y, a medida que avanzaba, sus subordinados se separaban para dejarla pasar.

No se podía ver respeto en sus rostros. Solo miedo y arrepentimiento. Esta mujer es Katou Misao, pero a menudo se la llamaba La Marionetista; La líder de Los Guerreros Negros.

—Jefa, uno de nuestros hombres logró encontrar la lista.

—¿Y bien? No me hagas esperar y dámela.— Ella ordenó.

Se le fue dado un pequeño libro. En él, estaba la lista de todas las empresas bajo la protección de la Port mafia.

—Perfecto.— Ronroneó ella. —Hana, ¿creo que puedes ocuparte de eso?— Le preguntó a una de sus lugartenientes.

—Por supuesto, jefa.

—Entonces hazlo.

La adolescente lo tomó. ¿Quién hubiera pensado que usaría su habilidad de esta manera?

 ¿Quién hubiera pensado que usaría su habilidad de esta manera?

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Le dolía todo el cuerpo. Podía sentir sus músculos contraerse y relajarse a intervalos regulares mientras presionaban sus huesos.

Atsushi gimió.

Las mañanas después de una transformación nunca fueron una experiencia agradable. Nunca.

Lo bueno es que finalmente había enviado su historia corta más reciente. No quería alejarse ni un dedo de su futón...

Su teléfono sonó.

Un nuevo gemido de Atsushi.

Se puso de pie tan lento como pudo, todo su cuerpo maldiciéndolo por esta decisión. Contestó.

—Hola, Atsushi-kun. ¿Cómo estás?

—Buenos días, Tanaka-san. ¿Estoy bien y usted?

—Quería hablar sobre tu nuevo trabajo.— Explicó.

—No es lo suficientemente bueno, ¿verdad?

—Por supuesto que lo es. Te dije que no te preocupes por eso. Solamente mi superior lo ha leído y quería que te pasara un mensaje.

«Nunca es bueno cuando una frase comienza así».

—Él encuentra tu estilo extremadamente dinámico y piensa que sería mejor para ti si–¿cómo lo expreso?- escribieras sobre diferentes temas.

—¿Qué? Pero-

—Se vendería mejor y sería más atractivo para los nuevos lectores, ¿no crees?

De Novelistas y Perros CallejerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora