Izuku tendrá los peores días de su vida debido a repentinos e inexplicables cambios que sufrirá a lo largo de la semana pero cierto pelirrojo estará ahí para él.
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-Originalmente esto eran distintas publicac...
El día anterior había llorado hasta que no pudó más en compañía de Kirishima, pero extrañamente aquella mañana se sentía incluso peor que el día anterior por no haber podido usar sus poderes.
Su alarma sonó y la risa de All Might comenzó a escucharse por toda su habitación junto a la mítica frase del héroe, con molestia estiró su brazo para apagar el reloj pero terminó aplastandolo por error, si el One For All había regresado a él pero eso ni había podido mejorar su horrible ánimo.
Se dio una rápida, busco su uniforme y salió de su habitación con desgano, ni siquiera se molestó el peinar su cabello el cual le cubría uno de sus ojos con el flequillo, su caminar era más encorvado e incluso algo lento.
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—¡Deku-kun, hola!—
Le saludó Uraraka con alegría pero este no respondió, simplemente se dirigió a su lugar en silencio esperando que aquel día pasará rápido.
El resultado fue el mismo cuando Todoroki e Iida lo saludaron, ni siquiera respondió al saludo de Kirishima quien bromeó con que ahora parecía un clon de Aizawa.
Cave destacar que al profesor no le gustó aquella comparación por lo que el pelirrojo se ganó un castigo después de las clases.
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Al igual que el día anterior se encerró en su habitación luego de terminar las clases, haciendo caso omiso a los intentos de todos por llamar su atención.
No fue tan difícil en realidad, sus amigos entendían que estaba pasando por algo muy extraño esa semana y que era necesario darle su espacio un poco.
Todos habían llegado a esa conclusión pero no él, ese pelirrojo que estuvo a su lado desde que aquello comenzó y que el día anterior hizo todo lo posible para no dejar que Izuku perdiera la esperanza en qué eso terminaría más pronto de lo que creía.
No fue hasta que Midoriya le cerró la puerta en la cara con una expresión de fastidio que estuvo en soledad.
—Claro, nos vemos mañana Aizawa-sensei jr— fue lo último que le escuchó decir antes de que lo dejará e Izuku sintiera que por fin podía respirar en paz.
