Kimetsu No yaiba [One shots]

Rengoku Kyojuro.

-¿Hay algo más detrás de toda esta ilusión?

Incluso si este es un delirio mío juro que lograré romperlo, para volver estar junto a ti.-

Hoy ha estado bastante caluroso a decir verdad, el sol estaba radiante en lo alto... incluso podría haber hecho competencia con tus ojos. ¡Ah, no es lo que quise decir! Tus ojos son mucho más cálidos y acogedores que él así que no tienes de que preocuparte, además de que son los únicos que me hacen recordar... ¿Qué es lo que era? Ha pasado un tiempo por lo que no lo sé con exactitud... Lo siento.

Todas las noches vengo aquí ¿Recuerdas? ¡Nuestro lugar secreto! me gusta disfrutar de los días que pasan aunque preferiría que estés aquí conmigo, la luna se siente algo solitaria si la observo yo sola.

Prometo contar las estrellas por ti, aunque creo que cada día aparecen más y más, eso me pone algo triste, dijiste que regresarías antes de que terminara de contarlas pero... creo que a este ritmo moriré antes de volver a verte, aun así, estoy dispuesta esperar cuanto tiempo sea necesario.

En verdad te extraño, me pregunto cuando regresaras de esa misión ¿Tienes comida, verdad? ¿Y qué hay de un buen lugar para dormir? No puedo parar de pensar en tu bienestar, si tan solo respondieras mis cartas.

No he recibido ni una sola respuesta durante todo este tiempo, espero que no te haya pasado nada aunque lo más seguro es que estés ocupado...

¿O es que en realidad mis cartas no logran llegar a ti?

No lo creo... recuerdo muy bien aquella vez que me mostraste este rio y dijiste que si en algún momento te extrañaba y quería comunicarme contigo, enviara una botella con un mensaje dentro ¡Eres la persona más fuerte y sincera que conozco! Así que espero que si mis palabras son leídas te sirvan de aliento para que puedas volver pronto.

Con amor, (T/n).

Tomaste el papel y lo metiste dentro de una botella para que posteriormente se lo llevara la corriente del río, era tarde en la noche y lo único que hacías era contemplar la luz de la luna y contar los numerosos cuerpos luminosos.

Algo realmente imposible.

Todos los días escribías una carta diferente, con palabras diferentes e incluso algunas con pequeños regalos pero todas con el mismo sentimiento, el anhelo. Extrañabas demasiado a aquella persona y no sabías nada de ella desde hace mucho tiempo.

La noche comenzaba a refrescar pero no te importo mucho, no sentías nada más que un extraño vacío en el pecho ¿A qué sé debía eso? No lo sabias, en este mundo había muchas cosas que no entendías y algo te decía que era mejor dejarlo así aunque muy dentro de ti alguien pidiera a gritos ayuda.

-Espero que me disculpes pero hace un tiempo he olvidado tu nombre...- susurraste al viento a la par que observabas el lugar por donde la botella había desaparecido- espero que no hayas olvidado el mío.- reíste suavemente.

El viento comenzaba a soplar cada vez más fuerte por lo que decidiste guardar tus hojas y plumas antes de que fueran arrastradas lejos de ti, pero llegaste tarde, en el momento en el que te agachaste para intentar alcanzar la ultima un sonido se escuchó a lo lejos.

Eran pasos.

¿Acaso él había regresado?

Te paraste rápidamente a la espera de que llegara tu tan ansiada visita pero cuando esa persona estuvo frente a ti te diste cuenta de que no era él.