La Bella y la Bestia

6

Steve se sentó junto a Natasha —calmen se, aún tenemos tiempo —les aseguro al ver a todos entrar en pánico.

Peter se acercó a su padre —papá ¿ volveré a ser un niño de verdad un día? —le preguntó.

—claro que sí, Peter —se inclino contra la tácita —sentirás los días de sol otra vez —

Charles en su habitación terminaba su cuerda improvisada con telas, escucho unos golpes en su puerta.

—no escuchaste, te dije que te fueras—dijo molesto.

—tranquilo, solo soy una nana, mi nombre es Natasha —se presento aun sin entrar al cuarto.  Charles se apresuró en intentar ocultar la gran tela que estaba sujeta a una pata de la cama cuando las puertas se abrieron.

—oh, eres tan divino—lo alago —de verdad es un placer conocerte — siguió avanzando en el carrito donde estaba asentada, mirando la tela caer por la ventana —es un viaje largo ¿no crees?  te prepararé algo  para el camino —se paro frente a Charles —he aprendido que muchos problemas son menos agobiantes después de una exquisita taza de té — sirvi un poco en una tácita, la cual volteo, lanzándose al piso para que Charles la recogiera —con cuidado, Peter—

El pequeño río cuando Charles lo tomó en sus manos y dio el primer sorbo —¿como estas, Charles? — preguntó el pequeño —¿quieres ver un truco? —hizo una gran burbuja con el té.

—Peter —llamo en regaño Natasha. —lo que hiciste por tu padre fue algo muy valiente, cariño—aseguró Natasha.

Ororo se levantó —así es, todos lo creemos —

—estoy muy preocupado, el jamás había estado solo —se acercó a dejar la tácita en la mesa donde descansaba la tetera.

—animate, cariño. Te aseguro que todo se arreglara —consoló Natasha. —vas a sentirte mejor después de cenar—

—pero el dijo si no cena conmigo no cenara nada —arqueo una ceja.

Natasha avanzó en la mesita —la furia nos hace decir tantas cosas. Cada quien decide si escucharlas o no —se fue acercando a la puerta —¿vienes? —

—hazlo—incentivo Ororo.

La noticia llegó a todos los sirvientes del castillo, Bucky abrió las puertas de la cocina con entusiasmo —¡aquí viene, todos última revisión! —

Azazel encendió el fuego en la cocina —él debe ser el indicado, deben enamorarse —decia.

—no sabemos si el lo amara— dijo Steve seriamente.

—hasta un necio aveces está en lo cierto —dijo Bucky, saltando de mesa en mesa —pero esta no es una de esas veces. Enderezate, es hora de brillar — salto a la cocina y Azazel lo envío lejos para que lo dejara trabajar.

—en voz baja —pidió Steve.

—Claro, claro, pero que es la cena sin un poco de música —dijo James y salto al comedor.

Se encontró con el piano —maestro Forge ¿está listo?—

El piano azul marino se acomodaba en el salón —mi última presentación fue hace tantos años —reía —con trabajo recuerdo como hacerlo —todo una sinfonía rápida supuestamente para calentar. —pero una tecla chirro —tengo otra carie–dijo avergonzado.

—maestro, tu esposa está arriba, luchando día con día para no dormirse, ella cuenta con tu ayuda para romper el hechizo. —

—entonces soportare el dolor —aseguró Forge.