Epílogo

2.1K 195 38
                                    

Un hombre encapuchado entraba a la habitación, donde Charles lloraba sobre el cuerpo de bestia.

—¡no te vayas! —le pedía —por favor no me dejes —acarició el rostro de la bestia —yo te amo—beso su frente con dulzura mientras dejaba las lágrimas caer.

El hombre de ojos verdes levantó su mano y con esta los pétalos de la rosa y el tallo decisieron el cristal, la magia verdosa se acercó hacia la bestia, envolviendo la y levantándome del suelo. El hechicero se retiro su capa, dejando caer sus cabellos negros.

Poco a poco la bestia cambiaba, desde sus manos a sus pies y su rostro, devolviéndole una figura humana.

Cuando la magia desapareció, dejó solamente a un hombre de espaldas. Cuando se giro Charles lo vio, era apuesto no lo podía negar, pero había algo más en el que esa apariencia exterior.

Dio unos pasos hasta el y tocó su rostro, miró sus ojos azul lago, y sintió lo que había sentido antes, lo que había sentido cuando leían juntos, lo que sintió cuando charlaron por horas, cuando le pidió que continuará leyendo, todo lo que sintió antes de verlo tal y como era.

Sonrió al reconocer a la persona de la que se había enamorado profundamente. Ambos se besaron, un beso no ansioso ni lento uno perfecto que los unía, que los vinculaba.

Poco a poco el gran castillo se fue reconstruyendo, la luz entró con fuerza y transformó la oscuridad en luz, disipó las tieblas, le devolvió la forma a todo aquel que una vez fue maldito y la memoria a quienes la habían perdido según el hechizo.

El pequeño perrito fue el primero en tener su forma. Poco a poco todos volvieron a su forma humanas.

Steve y Bucky se sonrieron al volver a verse. James corrió a ayudar a T'challa a levantarse, no dudo en besarlo cuando lo tuvo en frente.

Peter y Natasha salieron volando de la mesa sobre una charola, cayendo en las escaleras.

Natasha abrazo a Peter, Steve corrió a tomar a su pequeño hijo en brazos, lo levantó alto como no había podía hacer en años.

Las personas que se habían hizo volvían apresuradas al recordar la tragedia en el castillo, esperaban ansiosos reunirse con sus seres amados.

Steve tomó a Peter en sus brazos y corrió buscando entre las personas. Tony corrió de regreso, casi tropezando se con los escalones de la escalera, logró ver a su familia.

Steve corrió a él y lo abrazo con fuerza, sin separarse dejó a Peter en el suelo. Tony se separó del abrazo y beso el rostro de su hijo, lloraba de alegría al recordar a las personas más importantes de su vida.

Todos se reunían con sus seres amados, todos corrían a verlos.

Natasha vio a su gran amigo, Clint, ambos se abrazaron, se habían extrañado tanto.
Peter vio al niño rubio y lo saludo, este le sacó la lengua en respuesta.

T'challa vio a dos personas salir del castillo —Bucky —

—¡su magestad! —dijo alterado al ver al príncipe salir como un humano.

Todos se acercaron a ver al príncipe.

—¡Charles soy yo, soy Peter! —grito el pequeño. Charles lo abrazo al verlo.

Todos se reunieron, y el castillo abrió sus puertas para una nueva fiesta, pero esta no estaría siendo solamente exclusiva ni ostentosa.

Era una celebración de bodas, una en la que todos los habitantes del reino estaban invitados.

La cantante abrazada del cachorro, con su esposo tocando el piano, sonreía al volver a sus días de animar las grandes celebraciones con su voz.

—¡Fábula ancestral, canto celestial, es tna singular que te hace cambiar lo que estaba mal! —

Las personas bailaban unas con otras. Charles y Erik sin despegar la mirada del otro.

Steve y Tony bailaban con el pequeño Peter hasta que un niño rubio lespidió que lo dejara bailar con su hijo.

Natasha bailaba con los hijos de su amigo Clint y este con su pareja Pietro.

Bucky y T'challa coqueteaban en una esquina. Y en un rincón un hombre elegante con un traje oscuro y sus cabellos azabaches un poco recogidos miraba la celebracion, a su lado un cazador rubio  le plantó un beso y luego bebió un poco de vino.

Brian pintaba el hermoso baile en tal hermosa ocasión.

—no hay invierno aquí —le dijo Loki al rubio —el dolor se fue, al fin, juntos estarán en final feliz —Brian miro a Loki, parecía reconocerlo.

—¿sucede algo? —le preguntó el rubio.

—vamos a bailar, Thor —pidió, dejando la copa de su acompañante y guiandolo al baile.

Charles miraba a Erik y este arqueo una ceja —¿que? ¿Que tienes? —le preguntó.

Charles sonrió —creo que una barba te vendría bien —aseguró

Erik rió y soltó un gruñido, Charles también río algo fuerte. Erik beso su mano y lo acercó de nuevo a él.

La orquesta tocó las notas finales, mientras Erik y Charles se perdían en ellos y giraban pegados el uno al otro.

Fin.

La Bella y la Bestia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora