30 días OTP (🔞) | MEXUSA

Día 2: Beso

Aquel día habían salido a dar un paseo por los frondosos bosques del futuro Mexicano, casando mariposas con unas pequeñas redes de pescar que le habían pedido a Provincias Unidas el cual sería el futuro cuñado de Trece Colonias, puesto que su hermano, Nueva Francia o también llamada Ottawa, se había sometido a un compromiso forzado gracias a su madre en común, Francia, pero en realidad Provincias Unidas tenía un amor secreto con el pequeño Trece Colonias.

Se habían encantado con la primera vez que se conocieron, era un pena que no podían corresponderse gracias al compromiso ya planificado, aún peor cuando Ottawa estaba completamente ¨enamorado¨de su prometido, por lo que preferían haber dejado las cosas tal y como estaban y continuar sus vidas como si fueran desconocidos, aunque ya no tan desconocidos puesto que se marcaron para toda su vida como su primer beso.

Trece Colonias en realidad tuvo su primer roce de labios a escondidas con el navegante también colonia de Imperio Español, pero lo habían mantenido en secreto luego de ver la situación y mucho menos no poder continuar con un romance juvenil, como siempre, su padre le echaba todo a perder, aunque no estaba del todo triste, tenía a Nueva España como su amigo.

Por otro lado, Nueva España estaba comenzando a experimentar cosas por el mayor, se sentía muy atraído, había pasado aquella etapa de admiración para ahora sentir aquellas abejas asesinas en el estomago, síntoma de que estaba enamorándose, por lo que hoy era su día especial, iba a confesarse. Todo en su mente era perfecto, habían salido a hacer lo que más le gustaba hacer al aire libre junto al tricolor, luego harían un pequeño picnic, una hora más comenzaría a oscurecer y a caer lentamente las estrellas, así mismo llegando la hora exacta para poder declararse.

Así transcurrió el día, ahora estaban echados sobre el manto que usaron para el picnic mientras miraban el atardecer y las estrellas que comenzaban aparecer, Nueva España se apoyo en un brazo e inconscientemente Trece Colonias hizo lo mismo, haciendo que le tomara completa atención.

- Trece Colonias.. yo... tengo algo que decirte.- dijo con algo de nervios el menor, tomando una bocanada de aire dándole algo de tranquilidad para continuar.- Hace ya mucho tiempo que quiero dejar esto en claro, yo... tú...- su expresión se volvió más seria tratando de que lo tomara en serio, cosa que estaba sucediendo. 

En un acto de acomodar su brazo Trece Colonias resbaló levemente su codo, haciendo que cayera frente al menor, tomándolo por sorpresa, agarrándolo una mano de la cintura y otra de la cadera quedando en lo que podíamos aprovechar como la pose perfecta. Por lo mismo, en un acto de no tener las palabras correctas atacó con inexperiencia y brusquedad los labios del mayor, este no se negó, llegando a seguirlo en el juego a pesar de que fuera muy brusco con sus movimientos. 

El movimiento en sus labios, el ardor y desespero de sus cuerpo de experimentar fuera de sus límites, la aceleración de sus latidos, todo se sincronizaba y los complementaba, en aquel momento se habían olvidado de un amante y a la vez confirmado que se eran el indicado, todos por puras casualidades que el destino les estaba favoreciendo.

- Ya comprendí, desde ahora serás mi prometido.- murmuró sobre sus labios el hijo del británico mientras besó nuevamente los labios que tan apetitosos estaban a su gusto.- Solo pediré que no me olvides.- contestó para finalmente darse una ultima ronda de besos, pero lamentablemente no ser los primeros como uno de los dos esperaba.