una familia desastrosa - elygetta || mcn

Dulces Sueños

La noche era estrellada y fría.

Los De Luque se preparaban para irse a dormir.

- Niños, ya saben la rutina, pijama, dientes y nos esperan en la cama para el beso de buenas noches. - Dijo Elyas con tranquilidad, cuando le dejó en la encimera los trastes a Samuel, agarró a Alex y fué hacia el segundo piso, para ponerle el pijama y acostarlo.

Después de ayudar a los niños con sus pijamas, los acostaron en cada una de sus camas, y esperaron a que ellos se relajaran y cerraran los ojos, para continuar con el resto de niños.

Primero fué Adolfo, que les susurró un suave "los quiero" para cerrar los ojos y comenzar a dormir.

Segundo, acostaron a Alex, que balbuceó un poco, se dejó arropar y comenzó a dormir como un tronquito.

Herny estuvo siguiéndolos todo el rato, para despedirse de sus hermanitos hasta que llegara su turno y que le dieran las buenas noches.

Jesús esperaba en su pequeña cama, que tenía sábanas de superhéroes, se despidió de su hermano Maryan, que tenía su cama a su lado, por si les daba miedo y decidían dormir juntos, sus camas se convertían en una bastante grande.

Maryan se acostó, después de correr su cama, para dejarla bien cerquita de la de Jesús, aprovechando las rueditas que tenía en vez de patitas.

- Buenas noches, princesa. - Dijo Samuel dándole un beso en la frente, y dejando que Elyas se despidiera.

- Buenas noches, Alcalde. - Dijo Elyas dándole otro besito en la frente, sacándole una pequeña risa al niño, que se acomodó y comenzó a dormir tranquilamente.

Elyas y Samuel cerraron suavemente la puerta del cuarto de sus dos hijos, que ya estaban completamente dormidos.

Cruzaron el pasillo y abrieron la puerta de su cuarto, que tenía la ventana que daba al patio trasero abierta.

- ¿Qué haremos con el cumpleaños de Alex? Cumplirá dos años pronto. - Dijo sentándose en la cama, observando como su esposo se dirigía a la ventana y la cerraba con tranquilidad.

- Se lo festejaremos en familia, con algún amigo cercano.

Elyas se acostó en el lado derecho de la cama, y Samuel del otro lado.

¿Por qué Elyas del lado derecho? Por qué en el antiguo departamento en el que vivían cuando tenían solo a Lexosi, la cuna estaba del lado derecho, y a ambos le quedó esa costumbre.

Además que Samuel cuando se conocieron jugando en un foro, y luego en la Universidad, Elyas era su mano derecha cuando se trataba de videojuegos.

Samuel pasó su brazo sobre la cintura de Elyas, dejándolos en la posición "cucharita".

La luna llena estaba en el medio del cielo nublado, siendo apenas distinguida entre las nubes grises, qué comenzaban a dejar caer pequeñas gotas, que comenzaron a hacerse más gruesas, haciendo ruido mientras golpeaban contra los faroles de la desoladas calles de Madrid.
El invierno comenzaba a hacerse notar, debido a el frío que inundaba las calles.

A pesar de estar bien abrigados, seguían sintiendo el frío que atravesaba las ventanas, y dejaba los ambientes a baja temperatura.

Lexosi despertó de repente.

Sentía frío al levantarse repentinamente, pero ignoró esta sensación, poniéndose sus pantuflas de monstruo rojas y atravesando el pasillo de bajas temperaturas, emprendiendo el corto viaje hacia el cuarto de sus progenitores.

Tocó la puerta con sus nudillos delicadamente, esperando respuesta proveniente del otro lado, pero no llegó, por lo que abrió la puerta cuidadosamente.

Se acercó a la cama de sus progenitores y movió el cuerpo de uno de sus padres.

- ¿eh? ¿qué pasa, cariño? ¿estás bien? - preguntó este suavemente, mientras se sentaba en la cama y levantaba a su pequeño, para sentarlo sobre él y escucharlo.

- tuve una pesadilla, que algo malo os pasaba y vine con vosotros por que no quería dormir sólo. - dijo Adolfo mientras se acomodaba en el pecho de su padre, que lo abrazaba mientras se movía lentamente, imitando los movimientos que hacía cuando eran bebés y quería dormirlos.

- está bien, cariño, mamá está aquí, tomatito. - dijo mientras dejaba un besito en la coronilla del niño, sintiendo como el cuerpito de este se relajaba, dejándole saber que se estaba durmiendo.

Acostó a Adolfo entre Samuel y él, para que se sintiese seguro.

Se quedó un ratito observando a su pequeño dormir con tranquilidad, mientras que este sostenía su mano y no parecía querer soltarla.

Elyas sentía que Adolfo había vuelto a ser un bebé rechonchito y bonito, con apego hacia ambos progenitores.

Sintió la puerta del cuarto abrirse detrás suyo, por lo que se dió media vuelta y observó como sus otros tres hijos lo miraban con lágrimas en los ojos y una almohada roja en brazos, en el caso de Jesús.

Se dió la vuelta completamente, abriendo sus brazos y sentando en la cama a cada uno de sus hijos.

- ¿y a vosotros que os pasó? - preguntó suavemente, intentando no despertar a Samuel y a Adolfo.

- yo me desperté al no ver a Xosi en la habitación y me asusté y comencé a llorar, fuí al cuarto de ellos para ver si estaban y estaban durmiendo juntos y los abracé, pero se despertaron y Maryan se puso a llorar cuando le dije que no había visto a Xosi en su cama y vinimos para acá para decirte. - dijo Herny mientras se acercaba a Elyas y lo abrazaba.

Elyas abrió sus brazos e hizo que Jesús y Maryan también lo abrazaran.

Aprovechando lo grande que era la cama, debido a ser tamaño king, acostó entre Adolfo y él a sus otros tres hijos, mientras iba viendo como comenzaban a dormirse lentamente.

Herny abrazó por la espalda a Jesús, mientras que Maryan se acostó sobre el pecho de Elyas.

Elyas le dió la manito a Jesús, al ver que este todavía no dormía, a diferencia de Maryan y Hernando.

- buenas noches, cariño. - dijo Elyas dejando un pequeño beso en la palma de la mano de Jesús.

- dulces sueños, mami, que sueñes con los angelitos, te quiero mucho. - dijo Jesús mientras cerraba sus ojitos y no soltaba la mano de Elyas.

- dulces sueños, príncipe.

El moreno abrazó a Maryan que dormía plácidamente encima suyo, en posición de koala, miró a Jesús y cerró los ojos, para dormir junto a su familia.

Alex dormía en su cunita, que estaba del lado de Samuel.

buenas noches, una familia desastrosa.

- fifu