Draco había recibido la notificación de Severus y Harry sobre empezar el proceso de divorcio y Draco tenía sentimientos encontrados. Por un lado, a pesar de que Potter y él estaban en mejores términos que cuando estudiaban, jamás habían podido enterrar el hacha de guerra y se seguían viendo con cierto desprecio. Por el otro lado, también apreciaba a Potter por brindarle a Severus, su mejor amigo, una estabilidad que nunca le había visto al pocionista, una vida relajada y llena de amor... hasta ahora.
Luego de haberse especializado en un área desconocida hasta ese momento que era la abogacía estilo muggle pero aplicada a la ley mágica, Draco fue de los primeros abogados mágicos bien establecidos dentro del mundo mágico, creando su propio bufete de abogados, donde casi todos eran Slytherins o Ravenclaws.
Los divorcios eran su especialidad luego del de sus padres, Draco había divorciado a sus padres, ya que su padre estaba desahuciado mientras cumplía su pena en Azkaban y quería dejar libre a su madre del yugo del apellido Malfoy, lego todo a su hijo y paso a mejor vida unos meses después de firmado el divorcio.
De ahí en adelante, Draco se convirtió en el mejor abogado de divorcios y ahora sentía todos sus instintos gritándole que no divorciara a esos dos.
No entendía bien por qué, pero algo dentro de sí, le decía que aquellos dos no estaban en realidad listos para tomar un paso así, que ellos aun tenían salvación. Cosa que nunca le pasó con uno solo de sus casos, ni siquiera con el de sus padres porque sabía que su padre estaba protegiéndolos a futuro.
Pero una cosa es lo que Draco creía y otra lo que esos dos tercos querían. Así que lo único que podía hacer Draco era retrasar el proceso de divorcio todo lo que se pudiera y se aferró de dos cosas muy importantes, la casa en donde vivían y su negocio conjunto de pociones.
La casa donde vivían la habían comprado a partes iguales y la tienda tenía dinero de ambos desde que abrió. Legalmente, ambas cosas debían venderse y repartirse a partes iguales, pero primero debían cerrar operaciones en la tienda y eso llevaría varios meses.
Tenían que entregar balances contables y vender todo el stock que tuvieran antes de cierta fecha, que sería cerca de un año, así que Draco hizo uso de todo su conocimiento de lagunas legales y enterró el proceso en un montón de burocracia y jerga contable.
Con suerte, en esos meses, podrían arreglarse y detener el proceso de divorcio. Entonces sus malditos instintos podrían callarse.
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Las primeras semanas luego de esa conversación, fueron incomodas para ambos. Más que nada porque ambos sentían que un enorme peso se había liberado de sus hombros y se sentían culpables por sentirse bien de haberse encontrado en aquel motel.
Ambos acordaron buscar un nuevo motel, uno diferente para cada pareja, de forma que no se volvieran a encontrar y vivir otro incomodo momento. Otra cosa que acordaron fue avisarse cuando fueran a ver a su pareja, para que el otro atendiera la tienda y le diera más tiempo de estar con su amado.
Los clientes de la tienda de pociones notaron el cambio en ambos y pensaron que era extraño. Varios clientes regulares les preguntaron varias veces si se sentían bien o tenían algún problema. Ambos se reían cuando los asaltaban con esas preguntas y respondían lo mismo: que habían llegado a un acuerdo y que no se preocuparan por nada. Algunos clientes se tranquilizaron y otros no tanto.
Sus familiares y amigos no estaban exactamente felices cuando notificaron de su separación. Incluso Ron estaba en contra y eso era bastante raro, tomando en cuenta lo vocal que fue cuando Harry le anuncio que se casaba con Severus. Ron le dijo a Harry que no estaba de acuerdo pero que finalmente era su decisión.
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Sensacional De Pocionistas
FanfictionHarry y Severus están estancados en una rutina luego de años de estar juntos ¿Podrán salvar su matrimonio? ¿Podrán resolver sus diferencias? Leamos juntos esta triste historia... **Los personajes son propiedad y autoría de JK Rowling. **La imagen or...