Lover (Claemil)

Capítulo 15

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Maratón 3/3

—Míralas—escuche una voz lejana— son tan tiernas, mira como se protegen la una a la otra, como se abrazan—abrí como pude mis ojos y estaban las mamás de Clara y mis mamás viéndonos.

—Necesito que la pequeña Iglesias le quite las manos a mi hija ahora mismo—cerre mis ojos suspirando al escuchar a mi tía Lauren hablar.

—Tranquila, se ve que la pequeña Jauregui está muy a gusto en los brazos de mi hija—fue el turno de mi mamá para hablar.

—Ya guarden silencio las dos, lo que van hacer es despertarlas—escuche a mi mamá Lucy recriminar.

—Estoy de acuerdo con Lucy, es mejor no despertarlas, se ve que estan muy bien—quise sonreír al escuchar a mi tía Camila, la amaba mucho.

—Muy bien mis hue—hablo tía Lauren pero fue interrumpida por mi tía Camila.

—Cállate, no seas grosera—quería reírme ante la escena pero tuve que aguantar— vámonos de aquí antes de que despierten.

—Tarde—hable sin abrir mis ojos— ya estoy despierta.

—Muy bien entonces quítale las manos a mi hija—se escucho un golpe y abrí mis ojos, al parecer tía Camila le había dando un pequeño golpe en el hombro haciéndola sobarse.

—Te dije que ya no hablarás, deja que Clara duerma—le recriminó de nuevo haciendo reír a mi mamá Vero.

—Aquí no se puede dormir con ustedes hablando—mire hacia Clara que hablo pero todavía con los ojos cerrados— ¿realmente no pueden quedarse en silencio?

—No nos hables así, venimos por ti—abrio sus ojos mirando hacia su mamá Lauren.

—¿Que hora es?—pregunto mientras se estiraba y se sentaba mejor en el sofá.

—Van hacer las siete de la noche—le respondió su mamá Camila.

—Quédense a cenar, ya va a estar lista la cena en cualquier momento—les ofreció mi mamá Lucy.

—Esta bien, por mi no hay problema—hablo mi tía Camila mirando hacia mi tía Lauren— ¿para ti?—le pregunto sonriendo.

—No, está bien—mire hacia mi mamá Lucy por primera vez y tenía en sus brazos a la pequeña Mila.

—¿Y Cameron?—pregunto Clara al no verlo.

—En cuanto llegamos se fue a jugar con Deisy—le hablo su mamá Camila, suspiré poniéndome de pie.

—¿Quieres ir al jardín?—le propuse y ella asintió, tomé la manta para poder ponerla en el césped y sentarnos.

—¿Para que llevas eso?—mire a mi tía Lauren cuando pregunto y seguí su dedo que apuntaba hacia la manta.