Jimin se estaba lavando la cara cuando el timbre sonó.-Voy...
Y seguía y seguía...
-¡Ya voy!
-Que ruido. -Se quejó Jihoon cubriendo sus oídos. Jimin abrió la puerta encontrándose a su próxima cita, Eunha.
-¡Hola!
-Eun... Eunha ¿Qué haces aquí?
-¿Qué? ¿No puede ser la chica quien recoja a su cita? - Era una chica fuerte, su cabello castaño estaba atado en una coleta alta, traía un pantalón de mezclilla y tacones cuadrados, solo usaba un chaleco que mostraba su ombligo perforado. Eunha era una compañera de trabajo de Jimin aunque de distintas áreas, él la había elegido por varias cosas:
1. Linda, es más... hermosa.
2. Amable y responsable en el trabajo.
3. Estudia para ser maestra, lo cual le pareció un punto a su favor por Jihoon.
4. Se le notaba que no era una estirada ni buscaba dinero con él.
Jimin sonrió un tanto nervioso, ella juntó sus manos y se mordió el labio.
-¿No estuvo bien?
-¡Ah! No, todo lo contrario, pasa, pasa...
-Gracias.- Eunha entró admirando la bellísima vivienda.
-Hola. -Saludó el pequeño con una sonrisa.
-¡Hola! Tú debes ser Jihoon.
-Si. ¿Cómo te llamas?
-Yo soy Eunha. -Le ofreció su mano en saludo, pero Jihoon solo la miró en silencio.
-Jihoon... quiere saludarte. -Le aclaró Jimin pero el pequeño solo le sonrió una vez más e inclinó su cabeza con respeto. -Lo siento, Eunha.
-No importa, es la primera vez que me ve... es normal. -Excusó la muchacha y miró al pequeño una vez más. Jihoon le sonreía risueño.
-Ehm... este... ¿me permites? Voy a cambiarme ¿sí?
-Ah, claro... aquí me quedo. -Se sentó en la orilla del sillón con pena. Jihoon la seguía observando. -¿Te caigo mal? -Preguntó angustiada la muchacha, el niño lo negó enseguida. -Que alivio.
-¿Saldrás con papá?
-Si. ¿Quieres ir? -Le invitó con una sonrisa.
-No gracias.
-¿Te quedarás aquí solo?
-Mi mamá ya viene para acá. -Le dijo con voz quedita para que Jimin no lo oyera.
-¿Tu... mamá?
-Si.
-creí que... bueno, nada...
-Mi mamá no es novio de papá...
-Que bueno... -Exhaló sonriendo. -Espera, dices ¿novio?
Llamaron a la puerta una vez más, solo tres simples golpecitos.
-¡Eunha! ¡¿Puedes abrir?!
-¡Claro!
En cuanto lo miró cayó rendida en el asombro, Yoongi estaba de pie, su camisa era de manga larga entallada, pantalón de mezclilla y tenis deportivos, era un chico sumamente atractivo, Eunha abrió la boca pero no pudo emitir sonido alguno.
Por su cuenta, Yoongi también se dedicó a examinarla, sintió una punzadita de celos pero no lo mostró.
-¿Está Jimin en casa?
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La verdadera dicha de la felicidad. (Adaptación yoonmin)
FanficLa felicidad no es un lugar, ni un sentimiento, es una decisión.