Super Model [Soukoku vs Shin Soukoku]

He Is...?

El día se sentía tan alegre, era un hermoso día después de todo, el sol brillaba tan radiante, el cielo era de un celeste tan hermoso que te hacía querer vivir, tan hermoso que seguro hasta el mismo Osamu Dazai, de quien se sabe tiene una "pequeña" obsesión con el suicidio, le daría unas inmensas ganas de vivir aunque sea solo por ese día.

No podía ser mejor, Lucy caminaba entre la multitud de personas con el propósito de llegar a su destino, un gran edificio de la empresa Fashionable Stray Dogs donde vería a la gran y magnífica Kouyou Ozaki-Sama, representante y mentora de Chuuya Nakahara, con quien tendría una entrevista y a quien le mostraría sus diseños, llevaba en su rostro una sonrisa llena de emoción, entusiasmo y una gran y evidente felicidad. Realmente, no podía ser mejor.

Todavía no llegaba a su destino y ya lograba ver el edificio al que se dirigía, y como no verlo si era enorme.

Cuando llegó a su destino, se quedó parada frente al gran edificio perteneciente a la empresa Fashionable Stray dogs, solo observando y sintiéndose tan pequeña pero a la vez tan extasiada. De la puerta principal se veían a las personas saliendo y entrando del edificio, esas personas se veían muy profesionales y sofisticadas pero también las notó algo estresadas y bastante ocupadas.

Tú puedes.

Tomó una gran bocanada de aire y se dirigió a adentrarse en aquel edificio, el cual sentía que sería su próximo lugar de trabajo.

Las personas que pasaban la veía un poco... ¿mal?, tal vez era por el hecho de que se viera tan joven e inexperta, no solían contratar a personas con esas características, ni siquiera darles la oportunidad de una entrevista. Pero ignorando las miradas, atravesó las puertas de él edificio y entró, camino hacia una de las recepcionistas y...

—... B-buenas tardes — Soltó con un tono de evidente de nerviosismo.

— Buenos días — La mujer ni siquiera la miro.

— Ah, si, aún es un poco... Temprano — la pelirroja soltó nerviosa.

Definitivamente lo estaba arruinando y todavía ni entraba a ver a Ozaki-Sama.

— Bueno... Em yo... —

— ¿Tiene cita? —

— ¿Qué...? —

— ¿Que si tiene CI-TA?

— Ci... Ta... ¡Ah! — No pudo verse más estúpida y patética al mismo tiempo — Claro, claro que la tengo. — Soltó una risita nerviosa.

— Nombre —

— Lucy Maud Montgomery —

La mujer parecía buscar su nombre en su portátil, mientras ella se incomodaba con las miradas de todos los que pasaban por ahí.

— Bien — Dijo finalmente — Identificación, por favor —

— Enseguida —

Busco en su cartera, en su mochila, en su bolsillo izquierdo, en su bolsillo derecho y...

Mierda.  

Esto no puede estar pasando.

— Yo... Parece que la olvide... —

— Oh pero que sorpresa — La mujer claramente estaba siendo sarcástica.

— Pero yo de verda- — Fue bruscamente interrumpida por la mujer que parecía ya no tolerar su trabajo, su vida, y por supuesto, a ella.

Tal vez la acababan de dejar...

— Mira mocosa, no eres la primera ni la última que intenta entrar a nuestras oficinas solo para conocer a los modelos que trabajamos — Si, definitivamente la acaban de dejar, digo, ¿Que otra cosa la haría enojar así? ¿Ella? Pff, no lo creo — Así que tú y tus bragas mojadas se pueden ir retirando ahora mismo —