Izuku se sentía tan cansado.Después de haber regresado de la preparatoria, no había hecho nada más que llorar y, en algún punto de su desgracia, otra vez había vuelto a vomitar sangre con pequeños pétalos de una flor que él no conoce. Aunque tampoco quiere saber.
Uraraka lo había acompañado a su pequeño departamento, en donde vivía solo.
Ella se quedó unos momentos; sin embargo, tenía que irse ya a su casa.
Él la despidió con una sonrisa, tratando de que ella no se preocupara más. Ya suficiente tuvo con solo provocar el llanto de su amiga.Se dieron un confortante abrazo y finalmente la muchacha se marchó.
Cuando cerró la puerta, se derrumbó.
Claro que sabía, lo sabía. Es todo su culpa. Ahora tiene que hacerse responsable de lo que provocó.
Hanahaki.
La enfermedad que ataca cruelmente a los corazones rotos, fragmentados en pequeños pedazos.
Así como él.
Una muerte dolorosa y lenta, como si esta quisiera que no sufras por tu amor no correspondido, sino por el agonizante dolor que estabas ya destinado a padecer.
Su madre le había advertido de ello, aún cuando estaba viva. Mil veces le dijo que no se debe sufrir en vano por otra persona que no te corresponde. Mil veces le dijo que si se deprimía por su corazón roto, era más que probable que las flores iban a ser su más tortuosa condena.
Y es que por esa enfermedad ella murió.
Aún recuerda cómo entre lágrimas, ella aún sonreía. Con tan solo 10 años, tuvo que ver como su sonriente y adorada madre sufría por su corazón roto.
Nunca supo de quién ella se había enamorado, quién rompió su corazón. Aunque tampoco quiso preguntar, no quería que volviera a rememorar aquellos momentos. Pero de algo que sí está seguro, es que su madre nunca lo odió. Siempre le contaba, entre balbuceos, que el hombre del que se enamoró era tan bondadoso, amable, gracioso y siempre portaba una sonrisa.
Él la escuchaba, sin poder creer que una persona así, pudo ser capaz de herir a la mujer que le dio la vida.
No acudieron a algún hospital. Su madre se opuso.
Ella tenía los ahorros suficientes como para pagar alguna manera de salvar su vida. Pero se rehusaba. Se negaba a usar esos ahorros, sabiendo que ya no tenía solución.
Él lloraba, le suplicaba.
Pero ella, apasible, simplemente le acariciaba el cabello mientras lo abrazaba. Diciéndole que ese dinero lo ayudaría a él a seguir adelante sin ella, que prefería que él tuviera un mejor futuro, aun si en él ella no estaba.
Su madre estaría tan decepcionada de él.
Y solo recordar aquello, provocaba que su garganta siguiera expulsando sangre y pétalos con más intensidad. Llegando al punto de por fin toser la flor completa y no solo los pétalos.
Al verla, solo pudo llorar y seguir tosiendo, soltando desconsolados hipidos que trataba de callar.
La flor se parecía tanto a él...
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Corazón herido: Es un arbusto trepador que posee una apariencia ornamental. Produce bellas flores bicolores, por un lado compuestas de rojo brillante de las acampanadas flores y por otro los sépalos blancos. Es una planta sensible al frio, por lo cual se utiliza como en espacios de semisombra y abiertos.

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Flores [Hanahaki]
FanfictionLas flores pueden representar desde el sentimiento más puro e inocente hasta el más profundo odio y desprecio. En este caso, Izuku no sabía qué significaba aquella flor que cubierta en aquel líquido carmesí, salía sin parar de lo más profundo de su...