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       La oscuridad era mucha, sin embargo esa noche la alumbraba una tenue luz blanca que provenía de la hermosa y brillante luna, que era parcialmente cubierta por las espesas nubes las cuales venían cargadas de agua, y relámpagos.

       El frío era evidente también, y para esa pequeña criatura no cabía duda, sería una de las noches más frías y duras de su corta vida, su pequeña nariz ya se encontraba roja al igual que sus mejillas regordetas, haciendo contraste con su piel que era pálida en demasía; su cuerpecito se encontraba temblando, la paja no lo ayudaba en nada, aún así tenía mucho frío, el bebé estaba sufriendo, mas no lloraba, algo muy extraño en un bebé.

       Luego de un tiempo de estar frente a esa puerta gigante, para su salvación, ¡La puerta fue abierta! La silueta que se asomaba en ella era algo extraña, muy única, tenía múltiples brazos, el ser que se asomó a la puerta miró detenidamente al bebé y luego agarró la canasta con el pequeño cachorro y se adentró al gran edificio de nuevo cerrando el gran portón de madera que yacía en la entrada principal de ésta gran estructura.

       El pequeño bebé seguía con sus ojos cerrados mientras era llevado por un largo camino alumbrado por pequeños candelabros llenos de pequeñas bombillas, pasaban por pasillos lleno de puertas también, que al parecer no se abrían desde hace un largo tiempo, pero, había una puerta en especial en la cual resplandecían y destellaban varios colores de una manera intercalada, tal vez había alguien dentro de esa habitación.

       Después, de caminar ese largo pasillo, se encontraron con una escalera que hacía un perfecto zigzag para subir y bajarlas; empezaron a subir esas escaleras apoyándose en las barandas —de madera pulida— que protegían a los peatones de la orilla de aquella escalera la cual llevaba a varios pisos de aquel edificio, pero al parecer la criatura que llevaba al bebé iba al último piso de arriba, y efectivamente se dirigieron hasta allí.

       Lograron llegar al pasillo de ese piso, luego de un tiempo, ya que el camino hacia arriba era muy largo. El piso era protegido por una larga alfombra azul y las paredes tenían una bandera azulada con un bordado de un dragón en ella, luego de que caminaron aquel pasillo encontraron una puerta de madera dónde estaba tallada la figura de una pantera que hacía llamativa a la vista, ésta estaba cerrada pero cuando quisieron avanzar y adentrarse, fue abierta casi automáticamente, y lo más peculiar fue que nadie la había abierto para ellos.

       Detrás de aquella puerta se encontraba una gran sala, que al parecer era usada como una habitación personal, en ella se encontraba una extensa biblioteca llena de libros de varios tamaños los cuales se hallaban llenos de polvo, también había un majestuoso candelabro que adornaba el centro de la habitación donde había una larga mesa llena de libros —regados por todos lados de ella—, acompañada de múltiples sillas.

       En algunas repisas se hallaban muchos frascos de vidrio con algunas sustancias de diferentes colores y texturas. Frente a esta gran sala se hallaba un extenso balcón que en el cual se podría apreciar más de cerca al cielo y a las estrellas.

       Allí, en ese balcón se encontraba alguien cubierto por una túnica negra con capucha, la cual cubría toda la extensión de su cuerpo pero dejaba a la vista al parecer una cola negra en donde habían unas especies de anillos dorados que encajaban perfectamente en la cola peluda de la criatura.

—Es un humano, al parecer lo abandonaron aquí —Su voz era femenina y salió de manera suave pero firme, se acercó a la criatura apoyada en el balcón y sacó al pequeño bebé para situarlo en sus múltiples brazos—. Pobre, estaba temblando.

—Sí, ví al alfa dejarlo en la entrada, es de la familia de los Min. Ese un desgraciado desalmado. Pero es mejor que esté aquí en vez de allá con personas que no lo quieren, supongo —Murmuró la criatura con una voz grave y ronca, que ponía de gallina a cualquiera.

—Aún no entiendo por que lo abandonaron, ¡Es una criatura tan linda y tierna! Un adorable varón —Dijo la fémina mientras mecía al bebé—. Me gustaría darle una lección al que lo abandonó —Frunció el ceño.

—Mm... Tal vez no lo quisieron, lo abandonaron y ya, los humanos no tienen ni la más mínima responsabilidad o pesar sobre los de su especie, son muy tontos —Rió irónico la criatura.

—¿Qué debemos hacer ahora? —Le pregunta la chica.

—Cuidarlo —Sentenció la criatura aún mirando hacia el bosque, recargado en el balcón— Es lo que merece.

—Muy bien, me gusta —Sonrió la fémina—. Me haré cargo, si me lo permites.

—Debemos vestirlo y alimentarlo desde ahora, Jennie —Suspira pesadamente la criatura— ¿Puedes hacerlo?

—No es difícil, si es por una criatura tan adorable como esta lo haría sin problemas. ¿Con qué debemos alimentarlo? Al parecer es un recién nacido, y uno muy fuerte —Le acaricia la mejilla al bebé— Aguantó 50 minutos afuera —Jennie sonrió.

—No lo sé. ¿Leche? En la cocina hay de eso ¿no? —Dice la criatura mientras se aleja un poco del balcón para erguirse, sí que era alto— Si no la hay ven a decirme.

—Iré a revisar y a pedirle ayuda a al Cascarrabias ese —Ríe suavemente— Tal vez me ayude.

—Bien, pero no lo digas en voz alta, el podría oírte —Comentó la criatura seguido de un bostezo— Sabes como se pone cuando oye esas cosas.

—Me vale... Deberías dormir un poco, no has dormido en días, se nota que estás agotado por todo —Sugirió Jennie con preocupación.

—Si, solo deja que siga con esto otro rato ¿Está bien? —Pidió la criatura con tranquilidad— Luego me iré a la cama si tanto te preocupa.

—Como quieras. Pero para cuando vuelva debes estar dormido en tu cama ¿bien? No quiero ver esas ojeras de nuevo —Impuso con firmeza—. Ya con hoy son 9 días que tienes sin dormir.

—Sí, sí, ahora vé y alimenta al cachorro —Ordenó con su voz gruesa— Debe estar hambriento.

       Sin más y sin ninguna otra palabra para agregar, Jennie salió de la habitación a paso rápido con el bebé entre sus brazos para dejar sola a la cansada criatura y alimentar al pequeño bebé que empezaba a ronronear gracias al calor que le proporcionaba la fémina de muchos brazos, quien lo mecía de un lado a otro para dejarlo dormido y tranquilo en unos minutos.

       Después de todo aquello noche que parecía tan fría y triste daba un giro inesperado para el pequeño cachorro azabache.

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Sinceramente me gustó como quedó el capítulo, pero espero que a ustedes también les guste como a mi (●♡∀♡)
¿Quién creen que es el de la capucha y la cola?
Y ¿quién será el bebé? 7u7

Lo veremos en el siguiente capítulo uvu
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E l e g i d o s [NamGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora