Joel•.
Camino por mi departamento, y siento mi cabeza doler, Johann está tirado en el sillón y su mirada fija en mi.
Lo miro con el entrecejo fruncido, y le estoy por preguntar por qué me mira tanto, pero el habla primero.
—¿Ya te cansaste de ser un idiota? —escupe con odio.
Lo miro de pies a cabeza, y mi ganas de romperle su boca han aumentado.
—Joel, ya pasaron varios meses, y tú sigues de idiota.
Niego con la cabeza, y me apoyo en el sillón, la botella que tome minutos después, esta tirada al lado de la cocina.
Camino para levantarla, y Johann me sigue mirando con desaprobación.
—Haber, ¿Que mierda quieres, Johann? —pregunto ya irritado.
El me mira, y si sigue así, en vez de tener mi puño en su cara, tendrá la botella.
—Quiero que te disculpes con Erick.
—¿Por qué tendría que hacerlo? —ruedo los ojos.
—Por que lo ofendiste, Joel.
—Yo no lo ofendí a el, el dijo que no era así, así que no tuvo por qué sentirse ofendido.
Johann suspira.
—Le diste a entender que las personas que hacen eso son unas mierdas.
Me acerco para tomar un vaso de agua, y el me sigue.
—Y ese no es tu comportamiento, Yoandri me ha dicho que siempre se la pasa triste y tú estás involucrado en eso.
—¿Y crees que eso a mí me importé? —pregunte irritado.
El se va hacia la puerta de la salida, y antes de irse hablo.
—Johann, no es mi culpa que tu novio sea ese tipo de persona, no es mi culpa que la gente que se venda sea una mierda necesitada, pueden conseguir un trabajo más digno que eso.
El se me acerca y antes de que pueda reaccionar, tengo su puño en mi cara y mi mano soba mi mejilla izquierda por el impactó.
—Se un poco más decente y compresible, y deja de ser tan hijo de puta con tus pensamientos de mierda.
Antes de que pueda insultarlo, ya se había ido por la puerta.
Pateó la mesa que está cerca del sillón, y está se cae tirando la lámpara que trae encima, me siento molesto.
Pero molesto conmigo mismo.
Tiro todo lo que está en mi camino, y al llegar a mi habitación, y entrar al baño, tiro todo lo que está encima del estante que está en el espejo.
Soy una mierda, como dijo Johann.
Me quedo mirando en el espejo, y suspiro con odió.
Antes de que pueda pensar mejor ya estrelle mi puño con el espejo, mi mano sangra y pequeños pedazos de cristales hay incrustados de mi piel.
Mis recuerdo van a la ves que salimos al parte, y puedo apreciar los gestos que hacía cuando le daba mi opinión.
Erick es un prostituto.
Sonrió con sarcasmo, y mi mente va a cuando me dijo que más asco le tiene que dar a la persona que se acuesta con ellos.
Me lo dijo a mi.
Me acosté con Erick.
Llevo mi mano a mi cabello y lo paso frustrado por ahí, tengo mi llave en el bolsillo y antes de cerrar me doy cuenta que ya estoy en el auto.
La velocidad predetermina es de sesenta, pero yo voy arriba de cien.
Paso algunos semáforos en rojo, y no le doy importancia, son las dos de la mañana y las calles están vacías.
Al salir del auto, suspiro y trato de sacar cada rastro de enojo que con llevó, antes de tocar la puerta, pienso en mis palabras.
Pero no me es posible, por qué el ya la abrió.
—Profesor, ¿Que hace acá? — pregunta y puedo notar confusión en su mirada.
—No lo se.
Antes de que pueda articular palabra, la lo tengo encima mío y tratando de cerrar la puerta.
Mis manos buscan con desesperación tocar su piel, y mi lengua busca encontrar la suya.
Tiene sus piernas en mi cintura, y apoyo una de mis manos en su nalga, al dar un apretón jadea, y puedo sentir que la ropa ahora está demás.
—Necesito esto— digo con la respiración agitada.
Se suelta de mi y empieza a desabrochar mi camisa, y yo no pierdo el tiempo y subo su única prenda que lleva y es una remera larga.
Desabrocha mi pantalón, y jadea al ver mi bulto ya muy notorio.
—Yo también —dice.
Y ya estoy rumbo a su cuarto, para poder tomarlo como debe de ser.
Ya que estamos aquí, y bueno.
Voy a hacer spam.
Pueden ir a mi perfil, y leer mis historias nuevas.
Que son:
“Despedida”; Joerick -Terminada.
“El amigo”: Joerick -En proceso.
“Que se mueran”; Joerick -En proceso.
