Erick•.
Despertar y tener un cuerpo al lado tuyo mientras te abraza es lindo.
Me remuevo un poco, tratando de quedar al frente de el, y sonrió.
Es lindo y me gusta.
Me gusta mi profesor.
Sus pestañas son lindas, y su cejas, su labios, su todo de el es perfecto.
Tarda unos segundos más al abrir sus ojos, y sonreírme.
Sus manos aprietan mi cintura, y sus labios están sobre los míos. .
Quisiera que lo hagamos devuelta, pero no, tengo muchas preguntas por hacerle.
Me mira un rato y me habla.
—Si quieres decir algo, dilo —habla, su voz sale ronca y eso llega a hacer que suelte un jadeo.
—Y-yo eh, yo quisiera saber, ¿Que haces aquí? —pregunto, muerdo mi labio inferior y el se queda callado por unos segundos.
Suspiro por qué creo que no va a contestar, y estoy en lo equivocado, el si lo hará.
—Necesitaba sentirte, te extrañaba, extrañaba tu cuerpo.
—¿Eh? —mi voz sale confundida, y rasposa.
Me mira, y siento que ya lo sabe.
—Se que eres un prostituto, y te respeto, te acepto así como eres.
—¿Me respetas y me aceptas
El asiente.
—Osea, ¿Tu quien eres para aceptarme?
—Erick, tranquilizate, yo sé que solo te coje los hombres y es por necesidad.
—¿Necesidad? ¿De que, Joel?
Antes de que pueda besarme denuevo, ya estoy con la sábana tapando mi cuerpo, y alejado de él.
—¿Me respetas por entregar mi cuerpo?, Y ¿Me aceptas por hacer eso? Pregunta, ¿Tu estás bien?
El asiente.
—Esta bien, yo no necesito ningún respeto y ninguna aceptación, yo solo quiero cariño Joel.
El solo me mira y puedo notar disgusto en su mirada.
—Erick, me pareces jodidamente lindo, y quiero decirte que te acepto tal y como eres, y que me gustarías que dejes ese trabajo.
Río con sarcasmo y lo miro a los ojos.
Me parece realmente estúpido que venga a decirme que me acepta, yo no le pedí aceptación, y menos necesito que el me diga eso. Y por otro lado que me venga a decir que deje mi trabajo es un estúpido.
—No lo haré, Joel. Y si quieres puedes irte, la puerta está a la derecha, aunque ya conoces la salida.
El solo asiente, y antes de que me acueste de nuevo a la cama me habla.
—Erick, yo solo quiero tenes una vida contigo, estoy siendo apresurado lo se, estoy siendo totalmente ridículo.
—Tus palabras son totalmente estúpidas, no quiero que me digas que me aceptas o que deje lo que yo me mantengo. Quiero que entiendas que yo solo quiero a alguien que sepa quererme —susurro.
El no reacciona y veo que mis palabras son estúpidas, por qué ahora está abriendo la puerta para irse.
Bajo mi cabeza mirando al suelo, escucho como se cierra la puerta.
Erick si te pagaran por decir tus sentimientos, no necesitarías estar trabajando.
Me acuesto de nuevo, y trato de que no me duela el corazón, no quiero llorar. No voy a llorar.
No otra vez Erick, el no te quiere, solo quiere hacerte sentir mal.
Solo tienen sexo, solo eres un protituto para el.
