Perdóname, mejor amigo.
Lo más hermoso de tener un mejor amigo es el hecho de creer que siempre estará contigo.
Lo más peligroso de tenerlo, es la posibilidad de caer profundamente enamorada de él sin poder hacer nada.
Siempre me dijeron que las amistades eran pasajeras, que no volvería a ver a muchos de mis amigos de la infancia, pero cuando te conocí a ti, realmente creí que era posible conservar en mi vida por lo menos al propietario de la más pura y sincera amistad.
Estuve para ti cuando nadie más lo estuvo y tú hiciste lo mismo por mí. No miento al decir que se lo mucho que ambos nos apreciábamos y queríamos el uno al otro.
Pero como todo lo bueno, nuestra amistad pasó por malos momentos que querían impedir que continuara. Creíamos que no importaba, pues nosotros teníamos tanta fe y confianza en nosotros mismos que creímos que no haría falta darles importancia.
Hicimos mal, y no sabes cuánto lo lamento.
Me enamoré de ti.
Lo hice porque nunca había querido a alguien tanto como te quería a ti.
Creo que esa fue la semilla que plantó nuestro problema, solo que no nos dimos cuenta.
Te dije lo que sentía y tú correspondiste, no te imaginas lo feliz que estaba.
Tuvimos una relación bonita. Te entregué mi primer beso, pues creía que al ser mi mejor amigo, nuestro amor duraría tanto como nuestra amistad (la cual, vuelvo a mencionar, creía que podría ser eterna).
Tuvimos nuestra primera pelea como pareja, que a pesar de ser igual a nuestras antiguas peleas, fue la peor de todas por ser diferente.
Peleamos por una estupidez, como todas las veces, pero lo que la diferenció fue que ahora, ninguno de los dos dejó a un lado su orgullo para pedir perdón.
No sé por qué no fuimos capaces de hacerlo, sí ambos ya lo habíamos hecho varias veces cuando solo éramos amigos.
La semilla germinó. Se convirtió en raíces que pronto crecerían y empeorarían más nuestra hermosa y complicada relación.
Te dió miedo perderme, perder mi amistad por perder mi amor. No te culpo, también me daba miedo a mí. Al primer problema decidiste terminarlo en vez de intentar arreglarlo.
Diste por hecho que no funcionaría, que nuestro amor acabaría y por ende nuestra amistad le seguiría.
Terminaste conmigo. Creías estar haciendo bien y, tal vez si era así, pero no tienes idea de cómo eso rompió mi corazón.
Prometí que te olvidaría. Me mentí a mi misma convenciéndome de eso. Que patética fui.
No pude hacerlo. En vez de eso, te escribí un poema, o un intento de aquello, como hago ahora.
En él, expresaba mis más sinceros sentimientos y te pedía amablemente que, sí tú seguías queriéndome, volvieras por mí.
Te lo leí. Hiciste lo contrario a lo que quería.
Te odié por haberme lastimado de esa forma sin siquiera comprender tus motivos. No me dejaste entenderte.
Me alejé de ti esperando a que el dolor pasara y cuando fue así me enteré de que tú ya tenías a alguien en mi lugar.
Me enojé contigo por haberme reemplazado tan fácil, pero me enojé más conmigo misma por haberte guardado el lugar que ocupabas antes, esperando que cuando ambos superáramos nuestro problema, pudiéramos regresar a ser como antes.
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Cosas que quise decir pero que nunca hice
Random... Literalmente lo que dice el título. Pequeños fragmentos de poemas imperfectos que escribo para desahogar mi sentir. • 21/10/2020: #1 en "thoughts" MUCHÍSIMAS GRACIAS