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-Joder, Jungkook. ¿Qué te sucede? Tus alas... ¿Sabes cómo reaccionara nuestro Padre si se da cuenta? No podrás ocultarlo por mucho tiempo.—dijo Namjoon preocupado.

Luego de lo sucedido con Taehyung, Jungkook había decidido ir a pedirle ayuda a Nam. Quizás él sí sabía qué hacer.

-Lo sé... Maldición, ¿Se nota mucho?

-Pareciera que con cada segundo que pasa tus alas oscurecen más.

El ángel suspiró derrotado.
Esto se estaba saliendo de control. Y era verdad: sus alas habían pasado de un gris claro a un plomo en tan solo unos días. A estas alturas incluso Taehyung podría notarlo.

-No sé qué hacer, Namjoon, joder. Tienes que ayudarme, por favor.

Su voz sonaba tan derrotada. ¿Y cómo no? Estaba a condenado. No podía amar libremente. ¿De qué le servía ser un ángel, si el no poder estar con Taehyung era el mismísimo Infierno?

-Kook, ya lo sabes.—suspiró— Tu única opción es alejarte de ese chico.

-Pero estaría descuidando mi trabajo de protegerlo. Él me necesita, Nam. No puedo dejarlo solo.

-Cuánto más tiempo pases con él, más difícil será ocultar el color de tus alas. Y sabes que poco a poco empezarás a debilitarte, hasta que ya ni siquiera puedas entrar al Cielo.

-Si lo descuido también seré castigado.

-Uno de los castigos es menos grave que el otro, Jungkook.

-No lo dejaré. No puedo, se lo prometí.

Namjoon suspiró. No era la primera vez que veía un ángel enamorado, y en verdad dolía verlo.
El Padre era tan injusto al dejar que las criaturas más bellas del planeta no pudieran experimentar un sentimiento tan bello y puro como lo es el amor.
O al menos eso dicen, porque el amor es un arma de doble filo. Puede ser inocente y hermoso, pero a la vez puede ser un completo caos.

~•~•~•~•~•

-¿Dónde estabas?-preguntó Taehyung, demasiado preocupado al ver a su ángel en su habitación, con un mal semblante.

-Fui a volar, necesitaba despejar mi mente.

-¿De qué? ¿Te estoy causando problemas?

-No, no. Para nada, Ángel. Tú jamás serías un problema para mí.
Oh, cuánto deseaba que eso fuera mentira.

-¿Entonces por qué tardaste tanto en- oh, Dios.—Taehyung abrió su boca, sorprendido.—Ju...Jungkook...¿Qué le pasó a tus alas? ¿P-Por qué están más oscuras? ¿Qué has hecho?

El menor se acercó y acarició sus plumas con delicadeza. Pudo sentir cómo se estremecían.

-¿De qué hablas? Mis alas están bien.

-Mentir es un pecado. Tus alas no están bien, están de color gris. Y estoy seguro que hasta hace unos días eran de un color blanco, puro e impoluto. ¿Qué sucedió?—preguntó nuevamente, con una expresión triste cruzando su rostro.

-No es algo que pueda contarte, Tae. Lo siento.

-¿Tan malo es?

"Oh, mi pequeño ángel, si supieras que he cometido el peor de los pecados..."

El mayor negó con la cabeza, no quería preocuparlo más.

-Solo es algo que un angelito como tú no puede saber.

-Sigues siendo el ser más puro que conozco. No me importa si tus alas son negras o blancas, para mí, tu pureza sigue intacta.—abrazó al ángel, acurrucándose en su pecho cuando sintió sus cálidas alas envolverlo.

Jungkook suspiró.

-Tae... ¿En verdad estarías conmigo siempre?

Taehyung asintió.—Te seguiría hasta el fin del mundo y me quedaría contigo hasta que te canses de mí.

-Jamás podría cansarme de ti.—besó su cabeza y empezó a dar pequeñas caricias en su cabello, sonriendo al ver como el menor se relajaba ante su tacto.

"¿Seguirías conmigo aun después de lo que he hecho?"

Esa noche, Taehyung no pudo dormir. Se quedó pensando en qué cosas pudo haber hecho Jungkook como para que sus alas oscurecieran. No tenía ni idea que era él quien estaba causando todo esto.

Fallen Angel [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora