Cap.18

167 12 0
                                    

Idyna
Ya habíamos entrado en la base, cada uno se había ido al lugar que le correspondía. Bianco y yo ya estábamos dentro de la instalación donde se encontraban todos los soldados italianos.
-Separémonos, tú subirás esas escaleras -señalé- y eliminarás a los guardias que hay vigilando ahí arriba. Yo me encargo de los de aquí.
-Adelante -cruzamos la puerta-
Camine contando cuantos guardias había
-Cuento 4 aquí arriba -dijo el agente italiano-
-Aquí al menos 6 -susurré-
-A tú señal
Esperé a que uno de los guardias pasara a mi lado, algo me veía diferente porque se quedó mirándome.
Agarré las dagas que tenía escondidas en las mangas -AHORA-grité y los dos atacamos a los guardias-
En menos de cinco segundos el guardia que tenía delante ya se estaba desangrando con un corte limpio en el cuello. Cuando me di cuenta tenía a tres hombres intentando golpearme. Saqué dos de las pistolas que tenía en el cinturón y les disparé, uno en el
corazón y a otro en la cabeza, el tercero era más ágil y me costó tres balas matarlo.
-¿Como vas? -preguntó Bianco con la respiración agitada-
-Pues si pudieras bajar a ayudarme sería genial. -cogí impulso para saltar y golpear con los pies en pecho de uno de los hombres que venía a por mí, este se golpeó contra los barrotes de una jaula y se quedó inconsciente. Hice un par de mortales hacia delante y rodé el cuello de otro con mis piernas.
-Ahh -grite cuando daga de clavó en mi costado, pero saqué fuerzas para partirle el cuello y me dejé caer al suelo para sacarme la daga. De repente alguien me rodeó el cuello con un alambre para estrangularme y otro me sujetaba para que no me moviera.
Casi había perdido la consciencia cuando las dos fuerzas cedieron y fue Bianco quien me ayudó a incorporarme. Toqué mi cuello desgarrado y vi un pequeño charco de sangre en el suelo, mi sangre.
-Tenemos que sacarlos de aquí -me dio unas llaves- ¿podrás levantarte?
-Si -respiré onda y empecé a abrir celdas-
-Dividiros en dos grupos -Gritó el agente- unos saldréis con Idyna y otros conmigo.
Tardamos un poco en sacarlos a todos.
-Bianco, quedan 5 minutos. -hablé los más alto que podía-
-En marcha -salimos del edificio- a los camiones ahora -Gritó-
Cuando los dos camiones estaba llenos
-El resto conmigo -les dije a los que quedaban abajo-
-Nos vemos en la base -dijo Bianco, yo solo pude asentir-
Corrimos hasta la verja que había cortado Aaron que allí estaba esperando.
-Santo Dios, Idyna ¿te encuentras bien?
-Si, solo un poco mareada -mentí-
Cuando todos los soldados pasaron, corrimos hasta el avión, donde estaban los artilleros esperándonos con cara de preocupados.
-Estamos todos, vámonos -Dijo Aaron cuando puso un pie en el avión-
Todos los soldados estaban felices y agradecidos con nosotros, pero yo no aguanté y me desmallé.
Steve
Habíamos llegado a nuestra base en Francia, todos estaban cenando pero yo, como capitán tenía que hacer un pequeño informe sobre la misión. Me encontraba realizándolo cuando recibimos una llamada.
-Aquí El Capitán Rogers desde la base Francesa, ¿Quien ocupa la otra línea?
-Buenas noches Capitán Rogers, le habla El Capitán Russo, desde Italia. Espero que no haya interrumpido algo, no le llamaría si no fuera algo importante.
-Le escucho -Sabía que era uno de los soldados Italianos que trabajaba con Idyna en su misión-
Cuando me contó la situación de Idyna me entró un escalofrío.
-Iré a buscar a su padre para que nos lo cuente todo ¿me permite un minuto?-
-Faltaría más, aquí le espero.
Bucky
Nuestra misión había sido muy fácil, solo tuvimos que robar unos archivos de Hydra y volar la pequeña base. Llegamos de nuevo a nuestra base en Francia, eran las 22:00 y estábamos todos cenando en el comedor, riendo y divirtiéndonos. De repente entró Steve corriendo, su cara estaba pálida y sus ojos estaban llorosos. Le dijo algo al padre de Idyna y este salió lo más rápido que pudo del comedor. Miré a Steve que me buscaba con la mirada, yo agité la mano y me hizo una señal con la cabeza de que fuera con él.
-¿Qué ha pasado? -le pregunté asustado por la respuesta-
-ahora lo verás -tenia la sensación de que si Steve lo dijera se pondría a llorar. En ese momento pensé en lo peor, a Idyna le había pasado algo-
-En la misión que hoy tuvimos, Idyna salió muy mal herida -escuché al hombre de la otra línea con el capitán Carter, Steve y yo nos acercamos para escuchar lo que decía.-
-Continue por favor -dije el padre muy tenso-
-Le clavaron una daga de unos 12cm en el costado que le ha perforado una arteria, ha perdido mucha sangre -Yo no me lo podía creer-
-Cuando se estaba quitando la daga la estrangularon -los tres nos derrumbamos al escuchar eso- Bueno, lo intentaron. -continuó- Aunque el agente Bianco llegara para matarlos ella ya tenía cortes y moretones en el cuello. -empecé a llorar por lo que le había pasado a mi Idyna- ella completó con éxito la misión pero al llegar al avión no aguantó más y se quedó inconsciente - Steve me vino a abrazar-
-Ella ahora mismo está en quirófano -habló Aaron- os seguiré informando en cuanto salga de quirófano. -en silencio colgaron-
-Esto no puede ser verdad -hablé tembloroso- ella tiene que estar bien. Yo tendría que estar allí, con ella -empezaron a caer lágrimas de mis ojos-
-Él capitán Carter se acercó a mi-  James, escúchame como suegro, no como capitán, ella va a estar bien, haré todo lo que esté en mi mano para traer a mi hija aquí, contigo ¿Vale?
-Yo me sequé las lagrimas y asentí-
-Ella es muy fuerte -Steve puso una mano sobre mi hombro derecho- saldrá de esta sin despeinarse -aseguró-
-Sonreí- tienes razón, ella podrá con esto.
Narrador
Idyna estuvo en quirófano la gran parte de la noche, cuando salió Aaron estuvo con ella todo el tiempo. Mientras tanto Bucky y Steve esperaban la llamada del Francés como agua de mayo.
-¿Y bien? ¿Como está? -preguntó Steve por el comunicador-
-Está aquí conmigo, está estable. Se recuperará -sonrío él mientras que los otros dos soltaban un suspiro de alivio-
-¿Cuando volveréis? -Habló Bucky, que estaba muerto de ganas por cuidar de Idyna-
-Su padre ya a enviado un avión para que nos recoja, estará equipado para tratarla si algo pasa. -hizo una pausa- ¿vosotros como estáis?
-Nerviosos -dijo Steve-
-Y preocupados -añadió Bucky-
-Ella está bien -le agarró de la mano- en nada estará allí con vosotros, así que podéis descansar tranquilos -él sonrío-
-Te agradecemos mucho que nos hayas informado -dijo Steve-
-Por favor, cuida de ella -habló Bucky- Hasta mañana.
-Adios -colgó-

No me dejes otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora