Narrador
Faltaban 10 minutos para que la ceremonia empezara, Bucky y Steve seguían hablando con sus amigos, todo estaba decorado con lazos y flores de color blanco, rojo y azul. Había un pequeño escenario y justo delante un montón de sillas colocadas en fila, en la última fila ya estaba sentada la madre de Idyna, con su vestido extravagante, una gran Pamela a juego con el vestido, a su lado se sentó su hija mayor, que llevaba un vestido corto color rosa palo y el pelo liso sujeto por una diadema.
-Bucky -dijo Steve- ahí viene Idy -sonrío-
-Hola otra vez -sonrío- perdonar por lo de antes, mi madre es la persona más inaguantable que pueda existir.
-Nosotros si que lo sentimos por ti -rió Steve-
-¿Qué tal os ha caído Aaron?-preguntó intrigada Idyna-
Steve le pego un codazo a Bucky que no reaccionaba con nada, porque se quedó embobado con lo bien que se veía su amiga.
-Eh?¿Qué? A ¿Aaron? Muy majo -intentó disimular-pero...tú y él....nada ¿verdad?
-¿Aaron y yo? -se rió- Es como mi hermano, no puedo verlo como otra cosa -aseguró-
-Bien -dijo Bucky entusiasmado- quiero decir... a bueno -puso cara de indiferencia-
Steve y Idyna se limitaron a reír
-Por cierto Steve, el blanco te sienta muy bien, seguro que hoy consigues encandilar a alguna chica -le guiñó el ojo-
-Steve y Bucky rieron- Gracias Idy, tú también estás muy guapa pero a diferencia de yo, tú ya tienes a la mitad de los soldados encandilados -señaló con la cabeza a los hombres que estaban detrás de ella reunidos en grupos y que de vez en cuando miraban a la chica-
Ella miró a su alrededor y vio que muchos apartaron la vista cuando ella se volteó
-Pierden el tiempo -se encogió dejombros-
-Eso, ella está conmigo -dijo Bucky pasando uno de sus brazos por encima de los hombros de la chica-
-Claro, tienes toda la razón -asintió ella sarcásticamente-
Ya era la hora de la ceremonia, Steve y Idyna se sentaron delante del todo mientras que Bucky se fue a sentar con Peter y Jason, Aaron se sentó al lado de Idyna y Margaret y Rose seguían en el mismo sitio que antes. El Capitán dio comienzo a la ceremonia.
-Hoy es un día muy especial tanto para estos dos jóvenes como para todos nosotros. Hoy ellos ascenderán a un importante puesto, con tan solo 18 y 21 años han demostrado muchas cosas que otros no pueden en toda su carrera. Cabe recalcar lo agradecido que estoy con toda nuestra brigada, todos vosotros habéis demostrado lo bien que trabajáis en equipo y como os apoyáis, eso es realmente reconfortante para un capitán -sonrío y le llovieron unos cuantos aplausos- Silencio por favor. Steven Grant Rogers suba por favor. -Steve Se levanto y subió al escenario-
-Por jurar lealtad a Los Estados Unidos de America, por su entrega, fidelidad y sobretodo valentía, se le hace entrega de este emblema que le otorgará el título de capitán. -Le colocó la insignia en la chaqueta-
Steve bajó sonriente del escenario recibiendo aplausos de todos los soldados.
-Idyna Carter Curie subs al escenario por favor -me levanté, me coloqué bien el vestido y camine hacia el escenario- por tú gran valentía, precisión, fuerza, técnica y sobre todo tú voluntad por salvar a otros, te han llevado hasta aquí. Estoy muy orgulloso como Capitán y sobre todo como padre de ti. De hoy en adelante serás la primera mujer en la historia de los Estados Unidos de America que ha conseguido llegar al puesto de capitana, enhorabuena -terminó su discurso y ella ya tenía su insignia-
Todo el mundo allí presente, incluso su madre que estaba de pie al fondo, ella sentía una tremenda felicidad, tanto que casi no podía bajar las 4 escaleras.
-Y ahora todo el mundo a festejar -término el discurso El Capitan-
Bucky se volvió a reunir con ellos
-Felicidades Chicos -les abrazó sonriente-
-Estoy súper feliz -dijo saltando como una niña pequeña a lo que Bucky no pudo resistir sonreír-
Todos se fueron al pueblo que había al lado, donde Idyna bailó con aquellos niños. En la plaza del pueblo había una fiesta, donde había una barra para pedir la bebida y una pista de baile donde había muchas chicas con unos bonitos vestidos de colores.
-¿Te apetece algo de beber? -le preguntó Bucky a Idy-
-Si, por favor, una cerveza -le sonrío-
-No gracias, yo no quiero nada -dijo Steve indignado porque a él no le preguntó-
-Lo siento Steve -sonrío coqueto y se fue a la barra mientras Steve y Idyna se fueron a sentar-
-Bueno... ya es oficial, ya somos capitanes por fin -dijo Steve sonriendo-
-Sii, estoy muy emocionada por nuestra primera misión.
Después de un buen rato hablando, Bucky no volvía. Hasta que se dieron cuenta de que estaba hablando con una chica rubia muy guapa en la barra, la cual le ponía ojitos a Bucky mientras se enredaba el pelo en un dedo. Idyna intentó disimular sus celos metiendose en la conversación que tenían sus amigos.
-Hey chicos, ¿Unas cervezas? Yo invito -dijo ella sonriendo-
-Por mi genial -dijo Steve, los demás asintieron-
Ella se acercó a la barra a unos 3 metros de Bucky y su nueva amiga.
-6 cervezas por favor -sonrío al camarero-
-¿Como estás tan sola luciendo tan bien? -le habló un soldado con acento francés-
Ella solo lo ignoró
-He oído hablar mucho de ti, nos tienes ha todos loquitos -estaba medio borracho y se acercó mucho a ella-
-Por favor aléjate de mi -intentó apartarse, él la agarraba de la cintura mientras le susurraba un montón de cosas obscenas-
-Que no me toques -Lo intentó apartar, como no se alejaba le pegó un puñetazo y le tiró una cerveza a la cara. Pagó la cuenta y miró a Bucky disgustada porque no había hecho nada, él la vio y ella solo se fue de la fiesta.
-Idyna, yo... -salió Bucky detrás de ella, pero fue interrumpido por la mirada de Steve que negó con la cabeza y fue a hablar con ella-
Idyna
No me podía creer lo que había pasado, Bucky sabia que estaba incómoda con ese tío y no hizo absolutamente nada. Solo salí corriendo casi llorando al campamento para quitarme el maldito vestido y comer algo.
-Idyna espera -escuché a Steve gritar detrás mío yo paré sin decir nada- ¿Qué ha pasado allí?
-No lo sé Steve -bajé la cabeza- pensé que le importaba, no hizo nada para defenderme, simplemente se quedó mirando junto a esa maldita rubia. -empecé a llorar-
-Hey ven aquí -me abrazó- seguro que no es nada, igual él no hizo nada porque sabía que te sabes defender.
-Steve vete con ellos, te lo estabas pasando muy bien. -me sequé las lagrimas- Yo me cambiaré ya y comeré algo. -sonreí un poco triste-
-No dejaré a mi mejor amiga sola -sonrío el rubio separándose del abrazo- además yo también me tengo que cambiar, estos zapatos me están matando -rió-
-En ese caso vamos -sonreí-
Fuimos a nuestras respectivas cabañas para quitarnos la incómoda ropa e ir a comer
-Uff mucho mejor -salí de la cabaña- ¿Donde te apetece comer algo?
-En el pueblo aquel había un puesto donde vendían hamburguesas y hotdogs, ¿te apetece?
-Suena delicioso, vamos -sonreí-
Eran las 2:30 de la tarde y todavía había mucho ambiente en la plaza, había muchos niños y jóvenes bailando, Bucky estaba sentado en la mesa en la que estábamos antes Steve y yo, pero no estaba prestando mucha atención a lo que los soldados decían, tenía una expresión triste.
-Aquí tienes tú Hotdog -me sacó de mis pensamientos-
-Gracias Steve -sonreí- mmm que buena pinta -le pegué un mordisco- ¿nos sentamos en aquel banco?
El asintió -¿te gusta? -siguió comiendo su hamburguesa-
- Si, está delicioso. Pruébalo -intercambiaron su comida- que buena está la hamburguesa.
-El Hotdog también -volvieron a cambiar la comida y no hablamos hasta que terminamos de comer-
-Uff estoy llena -sonreí-
-Y yo -Dijo tirando las servilletas a la basura-
-Steve -dije riendo mirando al frente- creo que tienes allí un grupo de admiradoras -señalé con la cabeza-
Él miró también y se rió -creo que somos el centro de atención aquí-reímos los dos.
-Además de verdad, nadie se resiste a lo buenos que estamos -dije sarcásticamente- ¿y si vas a saludarlas? No pierdes nada -le miré-
-¿Y tú que harás? -me miró a los ojos-
-Una de dos, o me quedo aquí riéndome de ti o me voy a dormir un rato -sonreí-
-Muy graciosa -dijo sarcásticamente-
-Anda ve -me levanté- voy a ver si puedo dormir un poco más -le di un beso en la mejilla- estoy en nuestra tienda de campaña -sonreí y me fui caminando-
- Hasta luego Idy -se despidió con la mano-
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No me dejes otra vez
Hayran Kurgu¿Qué pasaría si un día él ya no estuviera? Si todos esos bonitos recuerdos, se los llevara y el dolor la envolviera como un día lo hicieron sus brazos.