Otra parte de mí

6 2 1
                                    


Aprendí a cerrar los ojos fuertemente, a pensar en flores naranjas y rojas fosforescentes.

No me asusta que me quieran matar, me asusta más la maldita ansiedad, que palpita que aprieta que no para, es como el día y la noche, no para, no para.

Uno dos,
dos tres,
tres cuatro,
me siento mal
me estoy muriendo,
que está pasando.

Respira hondo,
sostiene, exhala,
ayúdenme con esto,
que se vaya, que se vaya.

Se acerca a mí y me apunta con el dedo, domina mí mente, está vez si tengo miedo.

El corazón me va a explotar, siento que va a mil por hora y necesito libertad.

Mi conciencia me atormenta, por cualquier maldita cosa se revuelve mi cabeza.

Me pierdo en mi mundo.

Se me va qué día es.

Ya no importan muchas cosas he perdido el interés, por amigos, familia, el trabajo, aunque evite las miradas cuando me encuentro cabizbajo.

Acá con estas letras me vengo a desahogar aunque solo necesite un abrazo de mamá, que calme este vacío de sobre manera, con un beso en la mejilla y un recuerdo de la abuela.

Levanto la mano y me presento, soy el hombre con ansiedad que sobrevive sin pretextos, que ha llorado, que a clamando por ayuda, esto es de valientes, no tengo duda.

Cae la noche, cierro los ojos y me despido, esperando que está vez si pueda dormir tranquilo.

Aquí estoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora