Esperanza

45 3 0
                                    

(Thlípsi volverá a relatar esta parte de la historia)

Llevé a Yuri a un lugar seguro, justo dentro de su casa. Se estaba desangrando, tenía literalmente una espina enorme en su pierna y un brazo torcido. No supe como actuar, así que por prisa decidí amarrarle la pierna con una sábana mientras conseguía lo necesario. Él me miró con unos ojos que a simple vista reflejaban dolor. Mi sentimiento de temor fue efímero cuando salí. Fui corriendo rápidamente como pude a un hospital cercano que recuerdo haber visitado cuando me hería en alguna zona del cuerpo. Duré al rededor de 10 minutos hasta llegar a dicho hospital. Tomé las cosas que pude, entre ellas un envase de alcohol, unas cuantas inyecciones, entre ellas una para el dolor y las demás para la inflamación. Tomé vendajes y algunos artefactos para inspeccionar la zona de herida y comprobar si no estaba sucia, entre otros objetos más, todos estos guardados en una bolsa.

Demoré 15 minutos en llegar a casa nuevamente, ya que ahora tenía más peso sobre mis brazos. Al llegar, fui rápidamente al cuarto en el que estaba Yuri, empezando por aplicarle la anestesia. 

-¿Qué haces? 

Lo decía mientras tartamudeaba y susurraba. Yo le respondí lo siguiente:

-No tengas miedo, necesito dormirte primero antes de sanarte. 

Él cerró lentamente sus ojos y reposó su cabeza ligeramente sobre la almohada. Usé mis conocimientos primitivos sobre medicina para inspeccionar la herida afectada. Con un par de pinzas saqué la enorme espina y procedí a limpiar la zona atravesada. Posteriormente le vendé las partes dañadas como pude. Yuri tenía inflamadas ciertas partes del cuerpo, entre ellas los tobillos, la espalda y los hombros. Le introduje una inyección contra el dolor en el tobillo, la pierna y la espalda para aliviar el malestar y la inflamación. Por último, le suministré un suero  para que recuperara energía lo más rápido posible. Puse mi oído en su pecho para revisar que sus latidos y su respiración estuvieran en orden, ya que por distraída no se me ocurrió traer un estetoscopio. Me senté en una silla, esperando que Yuri se repusiera en ese mismo instante. 

Estuve esperando aproximadamente unos 50 minutos según el tiempo que yo inventé. Yuri abrió los ojos y movió un poco su mano, posteriormente formó la siguiente frase:

-Thlípsi...¿Qué sucedió?

Respondí con lo siguiente:

-¿No lo recuerdas? Estuviste peleando con el demonio mientras yo estuve dormida por así decirlo.

-¡ESPERA! ¿Dónde está Rachnar, lo derroté? 

El chico se veía muy estresado, todo su cuerpo se llenó de adrenalina en unos cuantos segundos. En un intento desesperado por tranquilizarlo, lo senté nuevamente en su cama y le dije que todo estaría bien y que mientras estuviéramos en sigilo no nos podrían encontrar. 

-Por favor, déjame salir, necesito ver si Rachnar sigue allá.

-¡Te dije que te quedes en la cama!...

Su reacción cambió de estresado a asustado y fue ahí cuando con sollozos le dije lo siguiente:

-Lo siento mucho. Pero, yo también tengo miedo Yuri, yo también le temo a lo desconocido, yo también tengo miedo de morir, tengo miedo de salir y ver que hay allá afuera, pero hay que hacerlo para vivir un día más aquí. Sólo descansa y espera hasta que termines el suero, mientras tanto puedes contarme lo que pasó. 

-Está bien. 

-Yuri me contó todo con detalle y como sucedió junto con sus alucinaciones las cuales no eran para nada bonitas. Me sentí mal por él, sabía que necesitaba un cálido abrazo en ese momento. Pasó cierto tiempo hasta que le quité el suero ya que se lo había terminado, posterior a eso, le conté todo lo que había visto en mi hipersueño, era básicamente toda mi historia antes de llegar acá. De un momento a otro, Yuri comenzó a llorar y susurrar mientras tartamudeaba, algo que aparentemente le avergonzaba.

3005 un mundo sin amor (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora