Capítulo 3: Jamás.

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03. Jamás.


—¿Estás bien? —preguntó Wanda, sentándose a su lado.

Pietro sacudió la cabeza. Iban de vuelta a la base, golpeados, sucios y cansados, pero sin inhumanas. Tal parecía que el gerente de la base supo que los Vengadores irían a allanar su morada, así que sacó a las mujeres y dejó solo soldados para combatir.

—Arruiné una buena oportunidad con ella.

—No creo que lo hayas arruinado, más bien, quizá, solo sea un poco de tensión, pero no necesariamente un término. Es... complicado.

Rodó los ojos.

—Dímelo a mí.

—En este trabajo es difícil mantener el amor, si es que es amor, eh. Nat y Anya me contaron que iban a ir a tu habitación después de ese beso —su sonrisa se ensanchó—. Eso es más que amor, es pasión, atracción. ¡Tú la deseas!

Se sentó derecho.

—No me siento cómodo hablando esto contigo, así que por favor, guarda silencio.

Ella apartó sus manos, pero él siguió tratando de callarla. Wanda finalmente, riendo, usó su telequinesis para paralizarlo en su asiento.

—¡Ay, vamos! Tenemos la misma edad, tengo el mismo derecho de hablar estos temas.

—Wanda, tú siempre serás mi hermanita, eres más delicada, más sensible y tú sí que necesitas amor. No puedes hablar de sexo hasta que tengas cincuenta.

—¡Entonces tú tampoco!

—Soy mayor que tú.

—Por doce minutos. Piet, no importa si podemos o no hablarlo, esto es sobre lo que sientes, porque me niego a creer que esto es por solo sexo —Pietro siseó—. ¡Oh, supéralo! Llevas soñando con ella desde que terminó la guerra en París, y te oigo: "oh, Bells, Isabella, oh, ven aquí".

—Maldita sea.

—Si te gusta, ve por ella. Anda a la Base de Inhumanas, escápate.

Luego se puso de pie y se alejó dando malvados saltitos hacia Sam, con esa malvada personalidad de hermana. Pero sus palabras no hicieron más que calmar su desesperación. Quería desesperadamente ir tras Isabella, pero, ¿qué si ella nuevamente salía con que no podían estar juntos? De todas las veces que se juntaban, lo único que hacía ella, era alejarlo y alejarlo. Siempre.

¿Acaso ella no sentía lo mismo?

Bajaron del quinjet e inmediatamente le pidieron una reunión. Joooooooder, antes, ser un Vengador no era tanto trabajo; o, al menos, no tenían tanto trabajo desde que se unió al grupo.

—Muchos de ustedes sabrán que los Vengadores se crearon para proteger a la humanidad ante cualquier amenaza —dijo Nick Fury, paseándose por el cuarto—, ya sea alienígena, mundana, robot o lo que venga. Francamente, ya nada me sorprende.

—¿Tiene más niveles que desbloquear? —preguntó con diversión Natasha.

—¿Qué tal digital? —preguntó Sam con una sonrisa—. Steve aprendió a jugar Mario Cars.

El grupo entero rió.

—Necesitamos más gente en el equipo —terminó Nick, callándolos—. Las cosas se están poniendo más agresivas medida que avanza el tiempo y, me gustaría preguntarles, ¿cómo lucharán contra un brujo alienígena? Barnes y Maximoff apenas y salieron de allí con vida.

WINTER RUSH • Pietro MaximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora