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Anna:

- Contratada- Matías quien estaba justo detrás del sillón y tenía sus brazos recostados encima del respaldo de éste, sonreía con burla pero no parecía sorprendido de verme, en realidad ninguno de ellos estaba sorprendido.

Benjamín también estaba sonriendo, se encontraba a la derecha del sillón y estaba cruzado de brazos.

En el sillón se hallaba sentado nada más ni nada menos que el idiota de Liam, me miraba con esa misma expresión de superioridad que en la universidad, pero él no era quien más me sorprendía ver allí, más bien quien estaba a su izquierda es quien me extrañaba ver junto a ellos.


Christie:

Lavaba los platos y sin querer escuché al jefe hablando por teléfono.

- Ya la despedí pero aun no recibo lo que me prometieron...No es que desconfie de ustedes pero como dicen por ahí lo prometido es deuda.

¿Qué quería decir con eso? Estaba casi convencida de que se refería a Anna, pero ¿quién podría ser tan malo como para hacer que la despidan? tras escuchar eso no me podía quedar cruzada de brazos, entonces decidí ir y hablar seriamente con el jefe.


Anna:

Era Ángel, tenía la cabeza gacha lo que me decía que estaba apenado por lo que sea que estuvieran planeando. Verlo junto a esos tres quienes estoy segura que fueron los que nos echaron pintura la otra noche, era extraño "¿Será que es un hipócrita?" fue lo primero que se me ocurrió, pero aun así no estaba convencida...parecía tan sincero, era como ver un demonio y un ángel juntos ¡Inexplicable!

- ¿El gato se te comió la lengua?- Continúo Matías, entonces me di cuenta que me quedé pasmada con la boca medio abierta como una retrasada mental.

- ¿Esto es una trampa?- pregunté molesta.

Liam levantó la mano para que ninguno de los otros respondiera y luego me miró como si estuviera confundido.

- ¿No eres tú la que vino a nuestra casa en busca de empleo?

Era cierto, yo vine por mi cuenta, pero ¿Nuestra casa? ¿Acaso esos cuatro vivían juntos? y si era así no me explico como Ángel no nos lo dijo; bueno sí, nosotras tampoco preguntamos ni dónde ni con quien vivía así que no puedo enojarme con él por algo como eso, pero algo tenía claro y era que no iba a trabajar para ellos.

- Me equivoqué, con su permiso me retiro- Fui lo mas educada que pude aunque ellos no lo merecían.

- Suerte buscando trabajo- Dijo Benjamín.

Era cierto, no encontraba empleo en ninguna parte y cuando por fin encuentro algo que me conviene lo rechazo, pero es que no era fácil asumir todo esto ¿Cómo podía trabajar para esos imbéciles? esa sería una razón más para burlarse de mí.

- Bien, trabajaré para ustedes con una condición- Dije segura.

Todos me miraban extrañados.

- ¿Crees que puedes darnos condiciones? ni que fueras la unica buscando empleo- Se burló Liam.

Otro punto para ellos,  ellos son los que decidían si contratarme y  cualquier petición de mi parte estaba fuera de lugar.

- Te escuchamos- Dijo un muy calmado Angel.

- Que no se enteren en la universidad- Como pensé apenas lo dije ellos se comenzaron a reír, exceptuando a Angel.

- ¿Era eso?- Preguntó Benjamín entre risas, era el que más se divertía con lo que yo decía y estoy segura que desde hace rato se estaba conteniendo para no reír.

- Igual iba a pedir lo mismo- Dijo Liam e hice una mueca desconcertada- Qué vergüenza me daría que todos supieran que trabajas en mi casa.

Y lo dice el que en la universidad me pregunto si empezábamos de nuevo, lo que más me enfada es que me miraba con asco. Pero era mejor quedarme callada, si lo miraba desde otro punto ya tenía la forma perfecta de vengarme. Estando en su casa podría saber más sobre ellos y seguro descubriría algo que los pusiera en vergüenza ante todos los demás.

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