𝘰𝘯𝘤𝘦

1.4K 187 92
                                    

2/2 les dije que no esperen mucho de mí, tarde pero seguro.

Era una persona que necesitaba urgentemente un "che, no da", y se lo habían dicho de todas las maneras posibles. Lo entendía, pero no podía.

El primer amor te vuelve una persona dependiente, o al menos así lo veía él. A pesar de las cagadas de Valentín, mientras le dé un sólo motivo bueno, se iba a quedar.
No quería nada más que tenerlo cerca, como también sabía que Valentín necesitaba de él.

Un error más, y el último.
Era una persona inexperta, tímida, e inocente en algunos aspectos. Pero no era un pelotudo.

"Te lo juro, la última vez. Si la vuelvo a cagar, no te busco ni te jodo más"

Le inquietaba pensar que se podrían alejar, pero confiaba en él.

A lo largo de la semana, Valentín le empezó a hablar de una chica que "le volaba el bocho".
Daniel decidió escucharlo y darle los consejos necesarios, algo que le hubiera gustado que le den, estando en la misma situación.

Mateo decía que era masoquista, que ayudar a la persona de la que estaba enamorado, a enamorar a otra; Era lo más pelotudo que podía hacer.

Pero si Valen estaba feliz, él también iba a estarlo.

Por la parte de Valentín, no era mentira. Se estaba hablando con una piba, pero no le daba la menor importancia.
Extrañaba los besos de Daniel, y para lo único que quería usar a Erika, era para tratar de calmar la confusión que tenía en el pecho.

Eran dos adolescentes completamente diferentes, compartiendo un sentimiento muy similar.
Tal vez uno con más seguridad que el otro, pero con la misma pureza e intensidad. Se amaban.

Su miedo, era que él se lo advirtió. La magia no iba a durar para siempre.
Daniel quería estar con él, pero quizás ya no de la misma forma.
Eso le daba, por primera vez en su vida, una inseguridad muy grande.

"¿Cómo un simple amor adolescente podría lidiar con algo tan fuerte, como lo es una relación?"
Valentín no entendía como algunos podrían ponerse una carga tan grande, pero menos entendía el hecho de habérselo pensado.

Valentín y Daniel.
Raro.

Daniel era la única persona que había hecho cambiarle sus malos hábitos, y había logrado que deje de resolver sus problemas hundiéndose en la falopa.
A Dani lo necesitaba siempre.

Un raro lindo.

— Eu tarado, te estoy hablando. — Se quejó, al no obtener atención.

— ¿Qué pasó, Dan?. —

— Te pregunté que ¿cómo te ves en unos años?. — Con vos.

— No sé, de transa. — Bromeó.
Y lo que menos se esperó, fue la piña en el estómago que recibió.

— No seas boludo, Valentín. — Lo miró serio.  — Yo me veo con una pareja estable, y un gato. Ya sé que es aburrido para vos, pero es mi único plan a futuro después de tener un buen trabajo. —

Estar tranquilo.
A Dani siempre le gustaba estar tranquilo, y ahora lo entendía. Él también necesitaba un poco de eso.

Entonces lo besó.
Porque la paz que le daba Dani, no se comparaba con nada.
Sintió como el menor soltó un suave suspiro cuando sus labios se tocaron, y se alegró al notar que no se alejaba. Daniel le seguía el beso, y seguía provocándole las mismas (o más) cosas, que las anteriores veces que se besaron.

Ahora sabía diferenciarlo. Le transmitía amor, y esa tranquilidad que tanto ansiaba.
Con un solo beso, Daniel lograba aliviar todos sus mambos.

Se sorprendió cuando fue este mismo, el cual rozó su lengua con sus labios, esperando una respuesta a su invitación. Aceptó sin más, y abrió sus labios, logrando que sus lenguas se acaricien.
El suave vaivén que habían creado con sus labios, se complementaron con la unión de sus lenguas.
Disfrutaron lento, sin querer cometer un paso en falso, y sin querer alejarse del otro.

Sin intención de intensificar el beso, se separaron cuando la falta de aire se hizo notar, mientras que sentían sus respiraciones pesadas e irregulares.

No era un beso como cualquier otro, y ambos lo sabían.
Daniel nunca había recibido un beso tan suave de su parte, ¿Y él? Él nunca lo había dado.

Un beso cargado de sentimientos, con el cual expresó todo lo que no podía con palabras.

Y aunque nunca pensó querer a una persona como lo hacía con Daniel, no podía seguir negando que lo quería.
De otra manera.

Juntó sus labios nuevamente, en un inocente contacto inmóvil. Como si inconsciente, simplemente quisiera hacerle saber a Daniel, que no fue un impulso.
Que estaba ahí. Mareado, pero ahí.

Se sentía borracho, y tal vez lo estaba.
Embriagado de Daniel, que lindo se sentía.

— Te quiero Dani, pero no me lo respondas. — Susurró al terminar el beso.

Tratando de retener un (ya notable) sonrojo, el menor simplemente asintió.
No quería volver a maquinarse, lo entendía. Él también tenía que procesar lo recientemente ocurrido, todavía no caía.

No había razón aparente para querer tanto a Valentín, como él lo hacía. Pero la felicidad que le generaba, recompensaba todo.

Valen estaba cambiando, lo sabía.

Voto+Comentario
re lindo que me agreguen a sus listas de lectura. muchas gracias, posta 💛.

y perdón por el capítulo, la verdad es que no me gustó nada.

¿Cómo creen que van a terminar estos dos? ¿Tienen alguna teoría?

𝔓𝔯𝔢𝔰𝔦𝔢𝔫𝔱𝔬 ; wosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora