I will back

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Narra Walter

Después de aquélla noche alocada había despertado desnudo por completo enredado entre las sábanas. Froté el dorso de mis manos contra mis ojos para alejar la pereza de mi cuerpo, estiré los brazos, me dispuse a levantarme de aquélla suave cama cuando una voz me sacó de aquélla acción.

— ¿A dónde vas? — me encogí sobre mi cuerpo debido a la sorpresa.

— A-al baño.... — expliqué con algo de pena.

— Oh, bueno. No tardes... — se dio la vuelta en la cama. Al parecer estaba algo adormilado aún, eso era tierno.

Después de hacer mis necesidades tomé una ducha fría para aclarar mi mente pues... Algo debió de haber ocasionado aquél comportamiento en Lance, y lo más probable u obvio era la combinación que había hecho Lovie y su novio al sobre volar en mi laboratorio. Salí del baño con una toalla rodeando mi cintura encontrándome con la sorpresa de que Lance ya no estaba en la habitación, eso me hizo sentir decaído.

— Te ves bien Walter... — ahora empezaba a extrañar la soledad.

— ... Killian, hola — sonreí nervioso.

— Me tomó tiempo encontrar este lugar, pero supongo que valió la pena — con un chasquido los hombres de Killian salieron de su escondite con Lance amordazado con sogas — . Seré breve y claro Walter: vienes conmigo por las buenas o por las malas — ambos hombres que mantenían atado a Lance apuntaron sus armas al moreno. Lance parecía molesto, se removía en su sitio y balbuceaba cosas que no podía entender debido a que tenía la boca cubierta — Contaré hasta 3: 1... 2— los hombres quitaron los seguros de las pistolas dispuestos a abrir fuego contra Lance.

— ¡Está bien! — le detuve.

— Sabia descisión — les hizo una seña a sus hombres y volvieron a colocar el seguro al arma, para luego guardarlas. Lance lucía cabizbajo — Bien, vámonos — me tomó de la cintura y en un ágil movimiento me cargó sobre su hombro cuál costal de papas.

— ¡Ouff! Oye, puedo caminar solo — le recriminé.

— Sí, lo que sea — Lance y yo chocamos miradas, él parecía suplicarme que luchara, mientras yo trataba de sonreír para él, ya que... No había tenido elección, si hubiese atacado a Killian habría muerto, no tenía mis artefactos y simplemente me negaba a la idea de perder a Lance.

— ¡WALTER! — Lance logró descubrir su boca, pero Killian ya me tenía lejos de él.

— Adiós Sterling — se despidió el azabache mientras cerraba la puerta detrás de sí y caminaba ágilmente por los pasillos de la casa hasta llegar a la entrada. Fuera de la casa me metió en una camioneta, me colocó unas esposas y cubrió mi rostro con un paño que me hizo adormecer.

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Despierté en una habitación algo oscura, me sentí ligeramente mareado por lo que sea que me había hecho inhalar aquél loco. Me levanté de la esponjosa cama king size y caminé hasta lo que parecían cortinas de terciopelo, las replegué a las esquinas encontrándome con un hermoso paraje tropical cercano a la costa de alguna playa. Sonreí inconscientemente. 

— Me alegra que te guste la vista — la sonrisa se borró de mi rostro al escuchar esa voz. 

— Preferiría la vista de mi departamento — mentí. 

— Sé que te gustan los paisajes y la ciudad no te puede ofrecer mas que edificios alzándose por el cielo que está recubierto por contaminación ambiental — reprochó. 

— Lo sé pero... extraño a mis amigos... — extrañaba a Lance. Ni un día había pasado y ya quería volver a mirarle, recordé el rastreador. Me senté en la cama nuevamente para tocar a tientas mis piernas para poder activarlo. 

— Ni lo intentes, te registramos mientras veníamos para acá y extrajimos todos los rastreadores que estaban en tu interior — me sentí derrotado, tenía que pensar en algo... Una cosa más me llamó la atención. 

— ¿Quién me puso estas ropas? — interrogué al analizar lo que parecía ser un pescador y una camisa tipo polo que hacían juego con unos mocasines café tipo mostaza. 

— Yo, por supuesto — parpadeé reiteradas veces algo incrédulo. 

— Okay.... — dije no muy convencido —. ¿Dónde estamos? — cuestioné. 

— Una isla privada a más de mil leguas marinas de distancia de cualquier puerto registrado vía satélite — éso me dejó desconcertado. 

— ¿Y para qué me trajiste aquí? — lo miré dudativo. 

— Porque quería estar contigo. Te confesé mis sentimientos Walter, y quiero que los consideres... — tomó asiento en la cama —. Mira, sé que raptarte no es la manera adecuada, pero simplemente no puedo estar tranquilo cuando estás al lado de Sterling, yo... quiero intentarlo y que pienses sólo en mí, que me vas como soy. Por eso quise traerte a un lugar en el que sólo estemos los dos, donde no importa si yo soy un villano o tú un agente, sólo hay que ser nosotros mismos... — me miró fijamente con sus ojos los cuales eran de un azul claro, como el mar —. Dame una oportunidad Walter, sólo una — suplicó. 

Me quedé pensando un momento en aquéllo, pero también estaba lo que acababa de pasar con Lance, ya que él... fue muy tierno conmigo la noche anterior. No podía simplemente olvidarle, además por quien tenía sentimientos era por Lance, no por Killian. 

— ... Bien, lo pensaré — suspiré cansado, no tenía idea de qué hacer o decir —. Pero tienes que darme tiempo, ¿de acuerdo? — quise dejar en claro. 

— Lo entiendo Walter, y está bien... en el tiempo que te debas de tomar me tomaré la libertar de dejarte que me conozcas — sonrió. Su sonrisa torcida era medio extraña, tierna, pero rara, aunque también era contagiosa. 

— Por mí está bien — sonreí de vuelta. 

— ¿Puedo besarte? — inquirió. 

— No — dije rápidamente. 

— ¿Abrazarte? — insistió. 

— Bien, un abrazo no matará a nadie — extendí ambos brazos y se lanzó a mí apretándome entre sus brazos. Se separó un poco, al parecer para terminar el contacto, pero luego su mano apretó mis caderas, con su otra mano sostuvo mi mentón y sin esperarlo me robó un beso de los labios —. ¡Oye! ¡Dijiste que sólo un ABRAZO! — le reclamé. 

— Un bono extra no está de más — se hizo de hombros. Yo estaba fúrico y rojo de la vergüenza. 

— Tienes suerte de que esté en contra de la violencia — dije algo molesto. 

— Lo sé, me saqué la lotería contigo — me sonrió y besó mi mejilla. 

— Que todavía no he dicho que "sí" o que "no", así que deja de hacer eso — le pedí molesto. 

— Por favor, sé que te encanta — revolvió mi cabello mientras una pequeña risa salía de sus labios. 

Me quedé observándolo reír de felicidad o alegría y aquélla imagen ante mis ojos me hacía corroborar lo que le había dicho por años al mundo: No hay malas o buenas personas, sólo personas que buscan su beneficio propio. Quizás el único defecto sería el tomar decisiones en las que tenías que lastimar a otros para obtener lo que deseabas, entonces, y sólo quizás... Killian no era tan malo. 

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Hola a todos, perdón por ausentarme por algo de tiempo, ya ven cómo está la cuarentena en donde unos tenemos más tarea ahora que cuando vamos a clases normales xD 

En fin, ¿qué tal su día? espero que se encuentren de maravilla. Cuídense mucho y recuerden que los quiero, espero poder actualizar muy pronto. Nos vemos, Riko Ishikawa se despide ;3

Besos a escondidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora