Martes 09:07 a.m.
Me lleva la chingada. Era tarde, muy muy tarde, y nunca se debe llegar tarde a las primeras citas. Hoy era mi primera clase de maestría y estaba feliz, mi vida era un sueño, y estos últimos cinco meses al lado de mi novio habían sido lo más fantástico del mundo.
Raúl dormía plácidamente en medio de la cama roncando levemente mientras yo corría por toda la casa buscando mi cuaderno y la laptop, Don Gato me pisaba los talones, esperando que le sirviera de comer.
―¿Dónde chingados está? Ahhgg...¡Aquí! Bien...y ahora mis llaves―solté un estornudo al abrir la puerta del dormitorio, Raúl se revolvió en la cama, me acerqué a él para susurrarle―Raúl, ya me voy...regreso hasta la tarde, te amo.
Estaba por darme la vuelta e irme cuando sentí un tirón en la blusa.
―Yo también te amo―dijo entre sueños con una sonrisa dormilona que mataría a cualquiera.
Y todo el día mejoró. Siempre mejoraba con él.
Jueves 12:14 p.m
Llegaba a clase cuando todo comenzó a ponerse raro, mis compañeros comenzaron a murmurar entre ellos. Algo importante estaba pasando o no veía la razón para que estudiantes de grado estuvieran cotilleando como adolescentes.
―¿Qué está pasando? ¿Por qué todo el mundo está actuando así?―pregunté a Monique.
―¿No te enteraste que Mauricio Domínguez está en la facultad? Dicen que el doctor Roa lo invitó a darnos un par de clases y todo el mundo anda emocionado―contestó ella, con los ojos brillando de ilusión.
Entonces, ¿esta es la sensación de querer que te trague la tierra? O sólo estaba a punto de desmayarme, porque de todas las cosas podrían haberme pasado nunca cruzó por mi mente que frente a mí se presentara mi padre, con varios años de más en la frente, sonriendo con las manos en los bolsillos, acompañado del doctor Roa.
―Buenos días, espero que estén bien todos...hoy me complace anunciarles a todos ustedes que el doctor Mauricio Domínguez desde el Instituto de Etnología de Viena, ha decidido honrarnos con su presencia por algunos meses... así que me complace anunciarles que a partir de hoy, el doctor será titular de la clase de Culturas Latinoamericanas...
A partir de ahí todo fue ruido blanco. Esto tenía que ser una broma, una broma de muy mal gusto. ¿Por qué cuando por fin tenía en mi vida las cosas que más quería debía de llegar él?
Dejé que la clase pasara y para mi fortuna él no me notó en el salón que estaba bastante más lleno que de costumbre. Intenté ser de las primeras en salir escribiendo frenéticamente a Raúl porque necesitaba ayuda antes de tener un colapso pero entonces ví la hora y supe que estaría con Luis de Val e Isma en una reunión para una campaña publicitaria sobre el cuidado ambiental.
Borré el mensaje y llamé al siguiente nombre en mi agenda.―Hola, ¿estás ocupado?...es que tengo un problema y necesito compañía...
Viernes 03:15 a.m
―Shhhh―sisee a la puerta al abrir y caminar de puntitas mientras me quitaba la ropa tratando de no chocar con los muebles.
Don Gato maulló pasando entre mis piernas y automáticamente volví a estornudar.
El televisor se encendió iluminando a Raúl sentado en el sofá con una cara de enojo que me hizo temblar las rodillas.―¿Tienes puta idea de la hora qué es, Marisa?...Son las tres de la mañana y ni una sola llamada, el móvil apagado y ni rastro de ti...¿se puede saber en dónde estabas?―gruñó él, poniéndose de pie.
Me sostuve de un silla para no caer con el siguiente estornudo e ignorando su presencia caminé hasta el baño para buscar lo que necesitaba. Nadie te advierte que intentar inyectarse un antihistamínico mientras estás ebria es una pésima idea.
―Perfecto, ahora me ignoras... ¿esta es una nueva fase de nuestra relación llegar de madrugada y jugar al escondite?―Raúl me siguió hasta el baño y abrió la puerta encontrándome a punto de clavar la jeringuilla en mi pierna―joder, ¿y ahora que haces?...¿Qué es esto?
Tomó la caja en el lavamanos antes de mirarme.
―¿Cuánto tiempo llevas inyectandote esto?...ni se te ocurra hacerlo ahora estás borracha.
―Tengo que hacerlo...¿cómo chingados crees que he podido sobrevivir al gato? Lo necesito―respondí en un grito, enojada, llorosa y asustada―Llevo usando eso meses para no tener que hacerte elegir...Don Gato estuvo antes aquí, es parte de ti y yo tenía que adaptarme para estar contigo.
Raúl me dió una mirada diferente esa vez, poniéndose en cuclillas a mi lado para ayudarme a administrar el medicamento. Me metió a la ducha y luego me llevó a dormir, sin decir nada pero abrazándome de la única forma en que me sentía segura.
Y entonces un flashback de un par de labios acercándose a mí me hicieron perder la calma. ¿Qué había hecho?
Viernes 06:12 p.m.
Tomé un taxi de regreso a casa. Estaba cansada y dolorida por pasar gran parte del día en el archivo antiguo del municipio de Barcelona, buscando fuentes necesarias para mi investigación.
Subía las escaleras cuándo recibí un mensaje de Jordi:Si vas a venir?
Recuerda, hotel Rialto mañana a eso de las 4.Me quedé mirando el mensaje, sin saber exactamente a qué se refería pero era mejor averiguarlo, o no. Seguía pensando en que responder cuando un par de manos me tomaron de la cintura desprevenida. Yo grité y dejé caer las llaves y mi teléfono.
―¿Por qué te asustas? No tienes la conciencia limpia, acaso―susurró Raúl hundiendo la nariz en mi cuello.
―Sólo no te esperaba, ¿cómo te fue hoy?―dije aún nerviosa.
Raúl me contó sobre su día, de como había ido con Kion a arreglar varias cosas para un evento y que Isa había intentado clonarle una tarjeta de crédito. Entramos al departamento y yo caminé distraidamente hasta la cocina para tomar un poco de agua.
―Mi hermana es una pequeña gánster, es lo único que voy a decir, ¿A ti cómo te fue? ¿Qué tal la resaca?...Eh, cariño, ¿estás escuchándome? ¿Marisa?
Me costó un par de segundos prestar atención de nuevo. Aún seguí pensando en qué tendría que hacer yo con Jordi en un hotel mañana por la tarde.
―Lo siento, lo siento es que aún me duele la cabeza... oye, de que...amm...mañana Monique quiere que la acompañe a comprar unas cosas, entonces voy a salir, ¿Está bien?―pregunté nerviosa, no sabía porqué le mentía pero simplemente las palabras salieron de mi boca.
Él se encogió de hombros―Por mí está bien, puedes salir cuando y con quién quieras, amor, no necesitas pedirme permiso ni que fuera tu padre.
Por alguna razón sentí un leve escalofrío al escuchar eso último pero decidí ignorarlo y mejor irme a dar un buen baño caliente antes de irme a dormir.
Sábado 4:37
Llevaba más de media hora frente al edificio del hotel, pensando en huir a veces y decidiendome a entrar en otras. Aunque no hice ninguna de las dos y sólo me quedé ahí parada.
Di un par de respiraciones profundas y caminé hacia la recepción. La mujer sonriente me pregunta si deseo reservar y yo le digo que busco a alguien. Todo iba bien hasta el momento, ella me pidió mi nombre y el de la persona que me esperaba y tras revisar su computadora me dio una llave y un "que tenga una excelente tarde".
No sabía que esperar cuando abrí la puerta de la habitación 215 y me sudaban las manos pero yo sabía que era momento de saber que demonios estaba pasando.―Pensé que no ibas a venir, ya son 4:40, pero está bien...lo importante es que estás aquí―dice Jordi acariciándome la mejilla y a mí se me cae el alma a los pies.
Esto no está pasando, esto no está jodidamente pasando.
Se nos viene el drama y también los últimos capítulos. Estén preparados para lo que se viene.
Besitos varios 😘🦔
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Jugando A Ser Eternos (AuronPlay)
FanficEl amor no es suficiente, no dura para siempre lo único que es eterno es esto; el presente. Lo demás sólo es un juego. ―Entonces, quiero seguir jugando...