D O S

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II|¿Me extrañaste?

El sol comenzaba a salir, con lo cual todos ya marchaban con sus respectivos caballos hacia un pequeño arroyo que quedaba cerca del Muro

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El sol comenzaba a salir, con lo cual todos ya marchaban con sus respectivos caballos hacia un pequeño arroyo que quedaba cerca del Muro.
Daena lucía cansada, y es que apenas había dormido.
¿Apenas?, ni siquiera había dormido, estuvo toda la noche haciendo guardia mientras todos dormían.

El frío iba aumentando a medida que se acercaban a su destino y Daena no pudo evitar mirar con envidia como Benjen parecía de lo más tramquilo mientras que ella no podía disimular que le castañeteaban  los dientes. Se empezaba a plantear por qué no se quedó en Dorne felizmente bajo el sol cuando tuvo la ocasión.

–A partir de ahora seguiremos por el camino Real–declaró Benjen interrumpiendo sus pensamientos de arrepentimiento.

Daena se limitó a asentir lentamente con la cabeza, temía que si la movía demasiado se le partiría el cuello que ya daba por congelado.

–Te acostumbrarás al frío– aseguró al ver los escalofríos que le recorrían el cuerpo.

–Eso si no muero antes– respondió tiritando.

Ella era Braavosi, se había criado con un clima cálido, no podía entender como los norteños podían aguantar ese clima constantemente.

«Eso explica su mal humor.» Se dijo a sí misma.

–Daena Forel, una guerra implacable, solo el frío pudo con ella– dijo Benjen poniendo una voz ridículamente grave.

–Benjen Stark, culpable de la trágica muerte de  la legendaria Daena– imitó molesta, se empezaba a hacer a la idea de que iba a morir así mismo; no era como se lo había imaginado, pero tampoco estaba mal, había formas peores de morir.
«Como aquel chico que se tropezó con una ramita y murió al darse de cabeza con una roca.» Recordó.

Detrás de ellos iba Jon junto con otros hermanos negros, como le indicó Benjen, la mayoría de ellos eran violadores que preferían el Muro antes que ser castrados.

Al lado de Jon siempre estaba su escalofriante lobo blanco, del que Daena prefería estar a unos metros de distancia, o unas leguas, o unos continentes, si bien Jon le había parecido bastante inofensivo, su lobo podía convertirlo en una auténtica pesadilla.

Al lado de Jon siempre estaba su escalofriante lobo blanco, del que Daena prefería estar a unos metros de distancia, o unas leguas, o unos continentes, si bien Jon le había parecido bastante inofensivo, su lobo podía convertirlo en una auténtica p...

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𝘽𝙚𝙮𝙤𝙣𝙙 𝙩𝙝𝙚 𝙬𝙖𝙡𝙡 |𝙂𝙊𝙏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora