Colombia estiro su pequeño cuerpo sobre su cama para luego levantarse de esta y obviamente arreglarla ya que sabía que su madre seguramente se molestaría con el sí desobedecía, luego de eso salió de su habitación compartida y se dirigió a la cocina para ver a su madre quien estaba preparando alguno de sus típicos dulces para alegrarse el día aunque por sus caras se notaba algo apurada por ende el dulce no era para ellos -¿vas a una reunión?- ella lo miro y asintió con la cabeza para luego seguir con lo que estaba haciendo –Venezuela se encargara de cuidarlos así que pilas- salo de la cocina y entro a su respectiva habitación, Colombia siguió con lo suyo agarrando una manzana del frutero y salió por la puerta trasera para ir a ayudar a su hermano quien seguramente estará estresado por el ecuatoriano y sus preguntas persistentes –¡GRANADA AYUDAME CON BANANIN!- el tricolor fue corriendo al socorro de su hermano por el menor quien no paraba de asustar a las gallinas, bueno, era lo único que podían hacer de momentos por ser simplemente unos estados y esperaban seguir así.
Luego de varias horas su madre llego a la casa y como buenos hijos que eran prepararon todo para así esta no tuviera problemas ni nada con lo que pudiera estresarse, como era costumbre le preguntaron todo lo que pasó en la reunión lo cual siempre se resumía en –su padre es un necio a mas no poder- lo cual ellos sabían porque para su mala suerte los tres eran así –no entiendo para que mierda se reúnen- dijo el venezolano mientras le quitaba algunas hojas al ecuatoriano del pelo –negocios mi querido chocolatito, a ellos solo les importa el poder- la gran Colombia se levantó del mueble y se dirigió a su cuarto seguramente para cambiarse aquellas prendas tan extravagantes a sus ojos, los hermanos se quedaron en la sala mirándose entre si –a ver quien la tiene más grande más bien- Colombia se soltó a reír de inmediato acompañado de su hermano venezolano dejando al ecuatoriano totalmente confundido con lo que se estuviera refiriendo sus hermanos lo cual ellos agradecían –por cierto, mañana vamos a tener unos invitados así que los quiero ver con sus mejores prendas, ¿me oíste Venezuela?- el mencionado asintió obviamente molesto por que sabía que entre esos invitados estaba su padre y eso significaba que debía evitarlo de manera casi exagerada, iba a estar fastidioso pero igual tenían que comportarse como los estados hechos y derechos que son.
No fue difícil el ponerse de manera elegante pero el problema estaba en limpiar toda la casa y no maldecir a sus invitados por hacerlos actuar cual sirvientes, pero ya dejando eso de lado lograron terminar todo y esperar a que estos llegaran –mira si esos malparidos no viene yo me trago esa mierda- el granadino asintió concordando con su hermano y obviamente el ecuatoriano también ya que este había intentado múltiples veces agarra del dulce o de la cena pero estos no le dejaban, esperaron por más de una hora y su madre ya se estaba poniendo nerviosa dejando que sus hijos escogieran uno de los dulces y se lo comieran lo cual ellos hicieron con ganas –mami esos tontos no van a venir, ya me puedo quitar esto?- ninguno se sentía cómodo pero si no lo usaban seguramente tendría que aguantarse las quejas del español y sinceramente ellos no estaban de humor –quisiera bananin pero ya sabes cómo es tu papi- al final si llegaron y sinceramente los tricolores agradecían estar en la cocina.