Eight

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4 meses después...

Su padre se olvidó de Jennie, prácticamente ese nombre no era y jamás será mencionado en la familia Kim y eso era muy doloroso para la madre, que aunque estaba feliz de que su hija haya cumplido su sueño, tuvo que ser a costa de un sacrificio.

- Familia ya no queda mucho para la boda de mi linda hija Krystall - dijo y dirigió su mirada a su hija que se encontraba al otro extremo de la mesa.

- Padre - dijo Krystall - solo faltan 2 semanas.

- Pues ese es un tiempo muy corto y los días pasaran volando - habló el padre.

Y dicho y dicho, el tiempo paso volando y todo ya se encontraba hecho listo para la futura boda que se realizará en unas horas.

- Madre.... dios no puedo creer que ya es mi día - sonrió y contuvo las lágrimas para no malograr su maquillaje.

- Lo se mi pequeña, pero estarás feliz? - preguntó mirándola con unos ojos de tristeza.

- Si madre, yo lo amó y se que seré feliz - agarró las manos de su madre - soy muy feliz madre.

- Entonces lo único que me toca es darte esto - saco de su bolsillo una pequeña bolsita - es para que tengas a tu familia en todo lugar.

- Gracias mamá, es el mejor regalo de bodas que me han dado - la abrazó - Gracias - le dio un beso en la mejilla.

Se alejó de su madre y le sonrió, su madre era lo más hermoso para ella y lo más magnífico que le tocó en su vida.

- Bueno mami, el novio no debe esperar... ¿ No lo crees ? - sonrió y sus ojos un poco desaparecieron.

- Vamos - se limpió algunas lágrimas rebeldes la madre.

Krystall se levantó y arregló su hermoso vestido color blanco corte princesa que llevaba pequeñas incrustaciones de brillos en la parte del abdomen y junto a eso en el cabello un hermoso velo hasta la cintura con una pequeña franja al final de este. Era la novia más hermosa y eso no era ninguna duda.

- Mami - la miró por última vez antes de bajar las escaleras e ir afuera donde el novio y los invitados estaban esperandola.

- Te vez hermosa mi bebé - le dio un besito en la frente - ahora ve y se feliz - le sonrió.

Krystall feliz bajo las escaleras y se fue a su destino, al salir todas las miradas se posaron en ella y en nadie más; provocando que ella sintiera su corazón a mil. La música empezó a sonar y ella estaba ahí parada esperando a que su padre la llevará donde esta ahora su futuro esposo, en el altar.

Su padre puso su brazo y ella lo agarró, estaba feliz y con cada paso que daba el camino se hacía más corto, hasta que llegó y su padre la dejó junto a su futuro esposo no sin antes darle un pequeño beso en la cabeza.

Alzo la mirada y se encontró con los grandes potentes ojos de su esposo mirándola fijamente sintiendo que todo a su alrededor desapareciera y solo sea ella y él.

- Estamos todos acá para celebrar la unión de dos almas en una sola bajo los ojos de Dios, por favor Krystal y Jong In agárrense las manos y repitan esto - dijo el sacerdote.

Ambos unieron sus manos y se miraron los unos a los otros.

- Hoy Dios decidió unir dos almas en santo matrimonio y todo lo que une Dios, solo será separado por la muerte o por el hombre - puso su mirada en los esposos - Si hay aquí alguien que se opone a la boda que habla ahora o que caye para siempre si es así es libre de decir todo - silencio - Si es así Krystall y Jong In los anillos.

If you're happy I am tooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora