1. El comienzo del final

3.3K 97 3
                                    

Había llegado antes que todos aunque no tuve que esperar mucho para que los demás arribarán con sed de información. Tres mujeres y dos hombres. Personas que jamás había visto pero con la que tendría que trabajar por cumplir un mero favor.

Ni si quiera entendía como había aceptado hacerlo, había historia que no quería revivir, fantasmas que sabía que me atormentarian al solo cruzar palabra con ellos pero aún así, a pesar de todo lo malo, le estaba haciendo un favor.

Aunque debo admitir que no todo fue malo, la primera y única vez que escuché su nombre salir de sus propios labios fue hace ya bastante tiempo, tres años para ser exacta e incluso en ese momento me pareció demasiado enigma para un hombre tan sencillo, gentil e inteligente como él. Debido a la valiosa información que tenía me pidió encarecidamente que lo ocultara, que me dirigiera a él solo como "Profesor" ya que nadie ahí dentro sabía la identidad real de los otros, algo que me pareció perfecto pues no estaba en condiciones de relacionarme con nadie, quería estar sola y no tenía que aclarar que todo eso lo hacía por el Profesor, como un favor, como viejos amigos y nada más. Aceptando las reglas de su extraño juego me presenté en una enorme casa abandona en medio de la nada, rodeada de hectáreas de pastizales y al llegar, como dije, se abalanzaron contra mi, en manada, en un extraño abordaje familiar si es que se le podía llamar así, "Familia" una palabra que ahora no tenía sentido para mí, ni quería dárselo.

Enseguida me dieron sus nombres en clave.

Tokio

Nairobi

Denver

Helsinski

Estocolmo

Los nombres reales de cinco ciudades alrededor del mundo, que por alguna absurda razón, al profesor le parecieron una buena idea usarlos. El escucharlos tenía que ser honesta conmigo misma y darle el reconocimiento que merecían ante el tan sonado caso del banco de España, pero en vez de decirlo opte por mantener esa información en mi mente y actuar como si no me importaba, pues en esa época yo misma me iba a ver implicada pero los "negocios" en otro continente me lo impidieron.

Así que, además de lo que me dijo el Profesor, no tenía otra información sobre ellos.

La que se presentó como Tokio fue la primera en hablar mientras se sentaba justo encima del pupitre.

— Entonces ¿Cuál es tu nombre tía? Que has estado aquí todo el rato sin pronunciar ni pío —

— Déjala — Nairobi se colocó a mi lado derecho — Qué igual no es de muchas palabras, pero ya que andamos ¿Cómo debemos llamarte? —

Mi intención jamás fue relacionarme con ellos pero tampoco tuve que hacerlo, el Profesor por fin hizo su entrada y los demás, como dignos estudiantes, corrieron a sus sillas, cada uno en su respectivo pupitre.

Tokio me dejó la banca libre sin antes sonreírme como si fuera alguna clase de nuevo juguete, la verdad su mirada era extraña.

— Bien ¿Ya están todos? —

— No, falta Berlín —

La voz de Denver me hizo darme cuenta que si bien, el Profesor me había explicado porque estaba ahí no me dijo todos los detalles. Aún faltaba un integrante al que no conocía, de hecho no conocía a nadie , él había juntado a siete desgraciados en una habitación que apenas se conocían para completar un plan que había trazado durante meses, nada nos unía salvó él.

Pero eso no era del todo cierto pues desde lejos se podía notar que ellos ya se conocían aunque sea un poco, no es necesario saber el nombre de alguien para conocer quien realmente es.

Un nuevo castigo [Berlín]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora