La familia Potter-Malfoy

3-Malfoy Manor

Harry se apareció el la verja de la mansión de los Malfoy, donde vivían Draco, Astoria y Scorpius.

El hombre entró en el jardín y  siguió el caminito que separaba la verja de la casa.

Se paró a contemplar el jardín, que era muy bonito y estaba bien cuidado. Tenía arbustos con flores de todos los tamaños y colores y unos cuantos árboles.

Observó también la imponente mansión que se alzaba ante él, aunque no era tan tétrica como la recordaba.

Le habían dado una mano de pintura y, además, la hiedra bien cuidada crecía alrededor de la casa, con flores rosas que le daban un aspecto acogedor.

Llamó a la puerta con los nudillos y un elfo le abrió.

-¿Quien es?

-Harry Potter

-Señor Potter, pase y espere por favor.

El elfo dejó entrar a Harry y lo sentó en un sofá del salon, luego se fue al piso de arriba.

Harry admiró el enorme y bien decorado salon-comedor, que tenia una mesa larga, con alrededor de veinte sillas, tres sofás y una mesita al centro de estos, donde el hombre supuso que se reunirían para tomar el té.

Mientras el moreno admiraba todo, Draco bajó por las escaleras por las cuales había subido el elfo.

El rubio llevaba una túnica corta negra con bordados verde esmeralda que le hacía lucir muy elegante.

Sonrió al ver a Harry y este se levantó, contento de ver al ojiplata, y ambos se abrazaron.

-¿Que tal con Ginny?

-Me ha echado de casa, como era de esperar, y me parece que está de acuerdo en lo del divorcio.

-Puedes quedarte aqui, si quieres. Hay sitio de sobra.

-No...no quiero molestar....

-No molestas, tonto, estás sin casa por mi, al fin y al cabo.

-¿Astoria no se molestará?

-Solo hay una manera de averiguarlo.

Draco se giró y carraspeó fuertemente. De inmediato un elfo llegó corriendo.

-¿Señor?

-Trae a Astoria.

-Sí, señor.

El elfo subió al piso de arriba y, al cabo de unos minutos, la mujer bajó las escaleras.

-¿Que sucede, Draco?

-Tori, te presento a Harry Potter. Harry esta es Astoria.

La rubia se acercó a ellos y le extendió la mano al moreno, que se la estrechó con gusto.

-Un placer conocerle, señor Potter.

-Igualmente, señora Malfoy.

-Llamame Astoria, supongo que Draco te habrá invitado a quedarte, ¿no? Ya me ha contado lo que pasó y supongo que tú mujer no te quiere ver por casa.

-Supones bien, Astoria, pero no quiero ser una molestia....

-Tonterias, no molestas. Es mas, a Draco le vendrá bien que estés aquí, no para de hablar de ti.

-¡Tori!

-No he dicho ninguna mentira, Draco. Yo me vuelvo arriba, deberíais ir a pasear para charlar un rato.

Dicho esto la mujer subió las escaleras sin dar pie a rechistar a los dos hombres.

-Tiene carácter.

-Sí que lo tiene, pero en realidad es muy simpática.

-Me lo imagino, me recuerda a alguien....

-Shhhh, ya vámonos.

Ambos salieron al jardín y Draco le mostró a Harry todas las flores, indicándoles sus nombres en latín y como las había conseguido.

-Son muy bonitas.

-¿Muy bonitas? Ugh, como se nota que eres un Gryffindor. No sabes apreciar estas cosas.

-Ya, claro, habló el experto en flores. Sólo has dicho sus nombres, cualquiera con memoria puede hacer eso.

El rubio lo miró y negó con la cabeza, sonriendo.

-Es lo que les cuento a los invitados, Harry, les hablo de las flores y de la casa. Pero...supongo que esas cosas a ti no te interesan, ¿Verdad?

-En absoluto.

Entonces se pusieron a hablar de quidditch, a reír y a bromear.

Pasadas unas cuantas horas de diversión, Harry dejó de reírse y pasó a un tono de voz más serio.

-Oye, Draco, recuerdas lo...¿lo que te dije cuando nos besamos?

El rubio lo recordaba perfectamente.

-Lo de...¿lo de que querías más?

Harry asintió.

-He...he venido por eso, pero si...si tú no quieres no pasa nada...Me gustas, Draco.

Se hizo el silencio.

-Mejor...mejor me voy.

Harry se dispuso a caminar hacia la verja, pero Draco lo detuvo agarrándole del brazo.

-Tú no te mueves.

Entonces los dos se fundieron en un beso apasionado que por suerte, y porque estaban en la parte de atrás de la casa, nadie vio.

Harry lo rodeó por la cintura y lo pegó a él, mientras que Draco jugaba con su pelo.

Se separaron cuando faltó el aire.

-Te....quedas....aquí...

Harry asintió y se besaron de nuevo.