Destinos Cruzados - Drarry. │Traduccion │

Capítulo 6 - El decimoséptimo cumpleaños de Harry.

Nota de la autora:¡Hola! En primer lugar, agradezco los comentarios, los favoritos, las solicitudes de actualización y todo el cariño recibido en el capítulo anterior. Muchas gracias. Aquí está un nuevo capítulo, espero que les guste. Besos :D

SL

31 de julio de 1841.

Diecisiete años pasaron desde aquel enfrentamiento entre los Ducados de Gryffindor y Slytherin. Después de la salida de los caballeros enemigos, el Ducado volvió, poco a poco, a ser el más fértil de todos. Las personas sobrevivientes enterraron a sus muertos y volvieron a sus casas, volviendo a sus quehaceres. James reforzó las protecciones de su Ducado, mandando vigilar constantemente las carreteras y caminos. Lady Lily sólo pensaba en la seguridad de su bebé, mientras cuidaba del castillo.

El doncel Harry crecía fuerte y sano. Como todos habían previsto, había heredado el coraje de su padre y la delicada belleza de su madre. En niño, era delicado como un ángel, pero sabio para su edad, y todos se encantaban con él. Harry siempre trataba a todos con cordialidad, y amaba todo y todos. Muy joven aprendió a tocar a Cravo, un instrumento musical de teclas, a maniobrar una espada, y leía muchos libros.

Escuchaba constantemente de sus padres que, cuando completase la mayoría de edad, se casaría con el heredero de Slytherin, una formalidad de ambos Ducados y enviaba cartas a su prometido, una idea de su madre, que siempre le respondía y le parecía un noble educado. En su cumpleaños, y en otras festividades, le enviaba un regalo, recibiendo a cambio las más bellas piezas, como joyas, que nunca había visto.

Muchas veces, acostado en su cama, soñaba con el día que iba a conocer a su pretendiente. Muchas veces enviaban retratos el uno del otro, para saber cómo era el otro, y Harry admiraba los cabellos platinados y los ojos plateados del Slytherin.

Durante las ultimas semanas, antes de su cumpleaños, los criados estuvieron atareados, preparando las pertenencias de sus señores. Varios baúles eran vistos, todos los días, siendo cargados para los coches. El Marqués de Gryffindor y el Duque estaban atareados en resolver asuntos pendientes, como el dote de Harry, que era una determinada cantidad de dinero, tierras, que transmitía al marido ya los hijos, antes del viaje al Ducado de Slytherin y la Duquesa preparaba su fiesta de cumpleaños. Quería que la despedida de su hijo fuera memorable.

El día en que cumplió su decimoséptimo aniversario, sus padres y sus súbditos realizaron en los jardines del castillo una grandiosa fiesta, con las más variadas comidas y bebidas, bailes y mucha música, que duró horas. El doncel se emocionó, sabiendo que tendría muchas náuseas de casa. Pero esperaba poder visitarlos muchas veces.

Por la noche, cuando terminó la fiesta, los Duques explicaron que tendrían que comenzar el viaje al Ducado de Slytherin, un viaje que cambiaría la vida de Harry para siempre.

Sus súbditos se despidan del doncel con lágrimas en los ojos, deseando que su vida fuese próspera y muy feliz. Se dirigieron a la entrada del castillo, donde ya tenía dos majestuosos coches y un grupo de hombres armados esperando.

La bandera de Gryffindor ondeaba al gusto del viento. Dijo palabras de confort a las personas y, emocionado, entró en el coche, siendo seguido por sus padres. Se sentó en los asientos tiernos y sintió el carruaje empezando a caminar, oscilando en las piedras del camino. Cansado, colocó la cabeza en el hombro de su madre, que lo tapó con una manta de lana, suspiró y se durmió de inmediato, pensando en su pretendiente.

○○○○○

Harry se quedó un día entero dentro del coche, conversando con sus padres, leyendo, y sólo paraban para estirar las piernas y hacer sus necesidades. Estaban atravesando el Bosque Prohibido, que ya no era peligroso. El Fuera de la Ley, Greyback, había muerto tras un ataque. Él y sus matones intentaron saquear el castillo, pero habían sido encerrados por los guardias. Habían sido momentos aterradores para los residentes, encerrados en el Salón Principal del castillo. Los foras de la ley querían robar lo que podían, pero, gracias al aviso del pequeño Harry, que se había escondido debajo de las faldas de su niñera, no lo consiguieron.