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Soobin caminaba animadamente junto a su madre. Unos días antes había estado en el concierto de su banda favorita, siendo cinco de la tarde ellos se encontraban por el centro comercial mientras que Soobin reía y daba saltitos por el lugar.

— Hijo, ¿qué les quieres dar?— Soobin formó una fina línea con sus labios mientras pensaba.

Oye si... ¿qué les voy a dar?

Soobin chilló e hizo su cabeza hacia atrás al quejarse. Ni él mismo sabía.

— No lo se mamá... ¡Eso!— La mujer inmediatamente giro su cabeza al ver que su cachorro había salido disparado hacia un local de perfumes.

El lugar estaba casi vacío, se encontraban los trabajadores que se distinguían por su uniforme y uno que otro cliente.

Se aproximó a uno de los aparadores donde se mostraba una famosa loción que había llamado su atención en la sección de perfumes para hombre.

Ese mismo perfume le recordó a Choi YeonJun.

— Disculpe... ¿Podría darme una muestra de este, por favor?— Dijo un chico a su lado, volviéndose a la fémina detrás del aparador quien asintió fervorosamente y buscó en uno de los papelitos una muestra del perfume.

Soobin no se iba a quedar atrás, él necesitaba ese perfume para su idol y así sería así que dispuesto a parecer señora que busca problemas como las de Facebook, enfrentó a aquel chico que estaba totalmente cubierto, desde su cabello hasta su rostro con un cubrebocas negro.

— ¡Ey, yo llegué aquí primero!— Aquel chico se giró a nuestro protagonista con algo de duda si era que se refería a él.— Sí, tú, hay más perfumes baratos por ahí, déjame este.

— Huh... qué cosita más tierna eres pero está bien, compraré uno mejor.— Y ese chico le sonrió incluso si no podía verlo.

Vaya, eso fue más fácil de lo que esperaba.— Pensó.

Después de comprar aquel dichoso perfume decidió dirigirse a una joyería justo en frente del local, tardando varios minutos ahí.

Un conjunto de collares le llamó la atención. Dos lunas, una de plata y una de oro; cada una de ellas con pequeños diamantes en el contorno. Sus ojos se iluminaron y pidió ver el conjunto.

— ¿No crees que es muy caro?— Soobin entrecerró los ojos y negó con su cabeza.

— Nunca es suficiente, nunca lo será para ellos— Su madre suspiró y solo salió del local para sentarse en una de las bancas del lugar.

Este niño y su obsesión...

Minutos después Soobin llegó donde su madre con dos bolsas, de diferentes tiendas.

— ¿¡Y eso?!— Soobin rió apenado— Hijo...

— Mamá...

— ¿Con qué lo pagaste?— Soobin sonrió algo nervioso — No me digas...

— Usé tu tarjeta.

La mujer miró fijamente a los ojos de Soobin antes de darle un golpe en la nuca a su hijo y con ganas de tirar de sus orejas, pero no, estaba en público.

I'm your fan! [ Yeonbin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora