Indestructible

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–Despierta Harry...–decía la voz de una chica hermosa. Cabello castaño y ojos color chocolate. Lucía una hermoso vestido blanco con detalles dorados y él parecía estar dormido. En su cabeza, Hermione llevaba una hermosa corona de flores y le sonreía a Harry con ternura.
–¡Hermione!
–Oh Harry, temía que jamas despertaras–dijo Hermione acariciando el cabello negro de Harry.
–...¿Donde estoy?
–Estas desmayado, Harry, esto es un bello sueño–respondió Hermione–. ¿Sabes cómo te desperté?
–¿Cómo?
–Descubrí que no solo a las princesas se les despierta con un beso...sino también a los príncipes atractivos como tú.
Harry sonrió como bobo y acaricio la mejilla de Hermione, que era tan suave como algodón.
Hermione sonrió al tacto de Harry.
–Desearía que estuvieras aquí–dijo Harry.
–Estoy contigo, siempre.

Harry despertó de ese maravilloso sueño y se vió dentro de una casa bastante grande de campaña. Estaba acostado en la cama con unas vendas en la cabeza y una en el brazo. Podia ver aún unas pocas manchas rojas de sangre en el vendaje, pero ta no tantas como se las imaginaba antes.
–¡No es verdad!–gritó una voz afuera.
Luego entró y sonrió burlón.
–Hola Potter durmiente ¿cómo estas?
–¿Ya despertó?–preguntó Megan entrando corriendo–. ¿Por que no me dijiste idiota?
–Apenas acabo de entrar.
–¿Cómo te sientes Harry?–preguntó.
–Bien.
-¿Seguro?–preguntó Draco–. Estuviste algo noqueado.
–No. Ya estoy bien–dijo sinceramente.
Megan asintió.
–Bien, si ya te sienes mejor, puedes levantarte cuando quieras.
Megan salió de la tienda y Harry se quedó sonriendo como bobo mientras trataba de levantarse sin causarse dolor. Draco no lo pelaba pues estaba haciendo otras cosas. Per Harry no dejaba de pensar en el tacto de Hermione, su olor a vainilla y su sonrisa encantadora. Deseaba que estuviera con él.
Solo esperaba que estuviera a salvo.
–¿Quieren intentar destruir el horrocrux?–preguntó Harry cuando salió dela tienda.
Megan se lo dió y lo pusieron en una piedra con la esperanza de romperlo.
–Tu primero.
–¡Incendio!–dijo Harry.
El horrocrux se prendió en llamas, pero no se destruyó.
–¡Expelliarmus!
Tampoco em hechizo de Megan destruyó.
–Volate asendere–dijo Malfoyy tampoco hizo nada.
Los tres se miraron sin saber que hacer y luego solo volvieron a la tienda y se sentaron algo decepcionados.
–Dumbledore no dijo como destruirlos–dijo Harry.
–Encontraremos la forma, solo debemos pensar que les hace daño–le dijo Megan a Harry.
–Sí, tienes razón.
–Deberíamos movernos a un lugar más seguro–dijo Draco–. Creo que aquí todavía estamos muy cerca de Londres.
–Mañana nos vamos–dijo Harry sin ánimo alguno.
Megan asintió y comenzó aguardar algunas cosas para su viaje.
Harry solo puso lo necesario y a la mañana siguiente guardaron la tienda en em bolso de Megan y comenzaron a caminar.
Se paraban de vez en cuando a tomar agua o a descansar. El sol todavía era mucho y eso los destruía su caminaban distancias largas.
Draco llevaba la radio que se había llevado del hotel y ponía música para aligerar el ambiente.
Harry caminaba por delante y dejaba a Megan y Draco al final.
A veces pensaba ¿que pasaría si Hermione y Ron estuvieran con él?
Seguramente lo abandonarían a la primera.
O podia pelear mucho con ellos.
Disfrutaba la música que Draco tenía en ma radio. Era bastante entretenido.
Cuando decidieron descansar, Draco los divertía con sus bailes extraños solo dando vueltas.
Megan solo reía y algunas veces tomaba su varita y había dibujos en el aire. Harry se sentía feliz. Pero eso se acababa cuando era su turno de cargar el horrocrux en su cuello.
Esa cosa tenía una magia negra que lo hacia pensar lo peor y más le daba miedo que fueran sus pensamientos verdaderos.
Caminó detrás de Megan y Draco esta vez y vió como celos como sonreían entre ellos.
Pero luego Megan le quitó el guardapelo y se sintió mejor. Pusieron la casa de campaña y Megan se quedó y les ordenó que buscaran algo de comer.
Harry y Draco salieron a ver que podían comer y encontraron unas uvas silvestres y varias moras. Las guardaron casi todas las del arbusto y luego corrieron en busca de un conejo.
–¡Desmaius!
–Eso no funciona Potter–dijo Draco.
–¿Alguna idea?
–¡Incarcerus!–exclamó Draco y lograron hacer que el conejo dejara de moverse.
Ambos lamentaban hacerlo, pero  no tenían que comer.
–¡No nos vayas a envenenar!–le dijo Draco a Megan quién se hizo la ofendida y tomó al conejo y los mando para afuera.
–Harry...¿que se te ocurre para destruir el horrocrux?
–Lanzarle una bomba atómica y te aseguro que ni lo toca–respondió Harry.
Draco soltó una risa.
–Es verdad.
–¿Por qué viniste conmigo?–preguntó Harry.
–Porque eres mi amigo y también estoy en contra de ya sabes quién–respondió Draco–. Además no pensaba volver a Hogwarts, menos con el inútil de Snape al mando.
–Es verdad.
–Creo que el maldito Horrocrux es invencible.
–Eso se sabe a distancia Draco–ríe Harry.
Cuando comen, nadie se atreve a hablar. Solo se mantienen en silencio escuchando la música.
Megan se la pasaba la mayor parte del tiempo observando el libro de Dumbledore, para saber su había dejado alguna pista. Pero era obvio que no había nada en él.
Harry jugaba con la snitch dorada en sus horas de guardia, tratando de averiguar por que Dumbledore se la dejo a él.
Luego solo veía el mapa de merodeador y observa el nombre de Hermione por varias horas. Daría lo que fuera por estar con ella, por tenerla junto a él.
–¿Harry?
Le entró mucha rabia al escuchar su voz y que no fuera la de Hermione que se levantó de un brinco y dijo:
–¿Cuando nos vamos?–su voz fue dura y molesta.
Megan alzo una ceja.
–Puede ser que mañana.
–No estamos llegando a nada ¡esfuérzate más!–gritó Harry molesto.
Megan se hizo para atrás y luego le gritó:
–¡Quítatelo!
–No–gritó Harry y dio un paso atrás.
–¡Harry Potter dámelo ahora!–le volvió a gritar y Harry se pasó las manos por el cuello y se quitó el guardapelo.
Sintió un alivio enorme y bajo la cabeza.
Megan no dijo nada y solo lo guardó con ella y se lo llevó.
En la cena no le habló ni nada, se mantenía con la nariz metida en algunos libros y no comía nada.
Harry y Draco compartieron una mirada preocupados. Vieron salir a Megan como rayo con una cara de furia. Con mucho sigilo se acercaron a la puerta y solo la vieron parada viendo fijamente el fuego y buscando hoja por hoja algo que pudiera ayudarlos.
Draco no sabía que estaba mal con ella. Solo que estaba molesta, no sabia si era verdad o si solo era por el efecto de la magia oscura en ella.
Harry se sentía algo culpable por eso, pero era verdad que no lo estaba ayudando. Aunque el tampoco estaba ayudando mucho para la causa.

Héroe SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora