–¡Harry!
Harry recibió un fuerte abrazo de parte de sus dos mejores amigos.
Quienes se veían incluso peor que él.
Megan con el cabello desgreñado y rasguños por todo el rostro. Draco igual, sucio y con cicatrices.
En cuanto a Harry, Draco lo vio peor que ellos, tenía cenizas y sangre en el rostro, la ropa llena de sangre y mugre y toda rota y ¿como no? Si acababa de caer de quien sabe que altura y acababa de matar a Lord Voldemort.
–¡Oh Harry! ¡Lo hiciste!–exclamó Megan con una enorme sonrisa.
Draco sonrió y le dolió el rostro.
–Vaya cara rajada al fin algo de provecho.
Harry sonrió y sonrió un dolor agudo en la mejilla.
–Lo mismo digo.
Draco observó el castillo de Hogwarts. Sin importar cuan destruido estuviera. Siempre sería su hogar. El hogar de todos nosotros.
–¿Qué pasara con el cuerpo?–preguntó Megan–. Olerá peor que un troll.
–¡Que observadora!–exclamó Harry–. No se. Podemos...lanzarlo al atlántico pero...¿no revive?
Megan rodó los ojos.
–Ay Harry, aquí no es The Walking Dead–dijo ella cruzando los brazos y haciendo una mueca de dolor.
–¡Potter!
La profesora McGonagall corría hacia ellos con una enorme sonrisa. Al ver el cuerpo de Voldemort se detuvo y con una mirada malvada dijo:
–¡Incendio!
Harry abrió los ojos como platos. La profesora estaba quemando el cuerpo de Voldemort y parecía disfrutarlo.
–Chicos...Ay...que gusto que estén todos bien–dijo con una mirada de alegría en su duro rostro.
Megan sonrió y caminó de vuelta al castillo de Hogwarts.Dentro todo era un lío, los que estaban heridos eran curados y otros...lloraban sobre los cuerpos de sus seres perdidos.
Harry distinguió melenas pelirrojas. Con un sentimiento extraño en el estomago, camino hasta ahí.
Ron estaba en medio de ellos. Pálido y con el rostro blanco e inmóvil.
Ginny lloraba sobre el cuerpo de su hermano y los gemelos también.
Harry observo a Ron, no lo vió como el chico que le había dado la espalda por ser de Slytherin, no, lo vió como el niño pelirrojo de pecas que le ofreció su comida en el vagón.
Su amigo, a quién no había hablado en mucho tiempo, aquel chico que hacía bromas extrañas. Aquel chico que era leal.
Empezó a sentir los ojos llenos de lagrimas y las dejó escapar.
Se retiró de aquel lugar y vio a Remus y Tonk, pálidos y fríos. Habían sobrevivido la primera batalla, pero no la segunda. Harry lloró junto a Remus.
La última vez se habían ido muy enojados. Ahora no tenía modo de decirle cuanto lo sentía.
Le tomó la mano y recordó que él le enseño el encantamiento patronus, él era el único miembro de la familia que quedaba. Él último merodeador. Sú única familia ¿y Teddy? El crecería como Harry, huérfano y con las ganas de haber conocido a sus padres.
Se levantó y caminó por la sala, muchos le lanzaban miradas de agradecimiento, otros de sorpresa y admiración y otros le mostraban una sonrisa.
–Harry.
Aquella voz tan familiar. Hagrid.
El gigante guardabosques que lo llevo por primera vez al callejón Diagon, por primera vez a Kings Kross, por primera vez a Hogwarts.
Le dió un gran abrazo y se sintió protegido en los brazos del gigante. Sabía que Hagrid estaría apoyándolo siempre. Era su familia.
–Harry....que bueno que estes bien–dijo Hagrid sonriendo.
Harry asintió y Hagrid siguió ayudando a los heridos.
–¡Harry!
De manera involuntaria, apartó de Hermione de su lado, recordó que tenía asuntos que tratar.La sacó del gran comedor con Megan y Draco detrás.
La llevo a un salón algo destruido y la soltó de la mano com brusquedad. Cerró la puerta detrás y Megan y Draco entraron antes de que se cerrara.
Hermione asustada se puso detrás del escritorio de madera roto y pensó que Harry la comprendería. Que regresaría a sus brazos.
Harry la miró, de pronto ella no era Hermione.
–¿Donde esta Hermione?–preguntó Harry.
–Yo...
–¡No me mientas!
–No esta aquí–dijo la chica.
–¿QUÉ? ¿EN DONDE ESTA?
–Harry escucha yo...
–¡Pero que tonta, Ron murió pensando que sí eras Hermione ¿que no te da vergüenza?!–exclamó Megan molesta.
–¿Le hiciste algo a Hermione?–preguntó Draco.
–No...¡Claro que no! Solo...solo...le arranqué algunos cabellos para la poción–dijo la chica.
Harry la miró con los ojos encendidos de ira.
–¿DONDE ESTA?
–Esta en...en...¡No se!
–Claro que sabes–exclamó Harry.
–Si no esta en Hogwarts ¿donde la metiste?–preguntó Draco con las manos hechas puños.
–Yo...jamás la encontraras–dijo la chica.
–¡Estás enferma!–gritó Megan–. Hermione no te hizo daño.
–¡ME QUITÓ A HARRY Y PREFIERO MORIR CON EL SECRETO!
Harry furioso golpeó la pared de piedra y se sacó la sangre de los nudillos.
–¿Por que lo hiciste?
–Yo te quería a ti Harry–dijo la chica.
–¡Dime donde esta Hermione!–exclamó Harry molesto.
–Podemos usar una poción en ti–dijo Megan–. Veritaseum, te hará decir toda la verdad.
–No lo creo–dijo la chica.
Su rostro comenzó a cambiar, ella se asustó y buscó algo en su bolsillo, lo tanteó varias veces pero no lo encontró.
–Habla–dijo Draco–. Mentirosa.
–No dire nada–dijo la chica.
Megan bufó y se puso las manos en la cintura.
–¿Quieres que te torturemos o algo así?
–¿Lo harías? No lo creo serpiente venenosa.
–Aquí la serpiente venenosa eres tu–dijo Megan con una mueca.
La muchacha río.
–Para ser Ravenclaw eres una tonta. Y eso que eras bien chillona.
La muchacha se molestó.
–¿Donde esta Hermione Cho?–preguntó Harry.
Cho estaba furiosa, su rostro estaba rojo de ira.
–Jamás les dire. Me llevare el secreto a la tumba y si yo no te tengo–dijo y sacó su varita.
Megan le apunto de inmediato y Draco hizo lo mismo. Cho sonrió.
–¡Nadie te tendrá! ¡Tu y yo moriremos juntos!
–Harry no va a irse contigo fanática tonta–dijo Megan.
–¡Nos iremos JUNTOS!
–Por supuesto que no.
–¡Cállate Cho! Estoy harto de tus engaños y tonterías–exclamó Harry–. ¿Donde esta Hermione?
–En una cabaña en un bosque en...¡Bah! No diré más–dijo la chica con una mueca.
–¡Desmaius!
Draco volteó de inmediato a la puerta.
Ginny estaba ahí parada, ella había lanzado el hechizo.
–Mi hermano lo hubiera hecho–dijo Ginny–. El amaba a Hermione y ya que él no esta, yo ayudare a encontrarla.
Caminó hasta Cho que estaba inconsciente y la jaló del cabello.
–Que asco–murmuró.
Cho despertó y Ginny la jaló del cabello.
–¿Donde esta Hermione?
Megan se acercó y le apuntó a la garganta con la varita.
–Ya...se los he...dicho...esta en el bosque de...D...
–¡Habla!–gritó Harry.
Cho estaba perdiendo el color, su rostro se palidecía.
–Oh mi hermoso Harry...te amo mucho...al menos si me voy tu te vas conmigo–dijo, empujó a Ginny y corrió hacía Harry con un cuchillo.
Harry no reacciono de forma rápida y el cuchillo no le dió a él.
Sino a Megan que se había puesto entre Harry y Cho.
La chica calló al suelo y Draco se lanzó en contra de Cho, Ginny la jalo del cabello.
–¡Maldita Zorra!–exclamó Draco–. ¿Donde esta Hermione?
–Tengo una idea–murmuró Ginny–casualmente este era el salon de Snape. Creo que aquí habra algo de provecho.
Esculcó el los cajones y observó una botellita de líquido cristalino.
–¡Bebe!–ordenó.
Cho no quería abrir la boca, cuando lo hizo se lo trago y escupió el resto en Draco.
Harry sostenía en sus brazos a Megan, mientras se ponía cada vez más pálida.
–¿Y Hermione?
–Uf, en una...cabaña en el bosque–dijo Cho.
–¿Que bosque?–ordenó Ginny.
–En...no se...me aparecí ahí con Hermione después de que la rapte. Solo pensé en un bosque con una cabaña–respondió–. Había mucha nieve y frío ¿sabían que moriré por usar tanto la poción? Lastima que Harry no se irá conmigo–dijo Cho–. Pero me llevare a la tonta amiguita que se quiere quedar con él.
Harry la miró con odio, Megan estaba herida por culpa de la tonta de Cho.
Ella era la que estaba muriendo.
–Ella no se irá contigo, no la dejaré ir–dijo Harry con firmeza.
–Bueno, adiós Harry–dijo Cho.
Cerró los ojos y se desplomó en el suelo. Estaba muerta.
Cho Chang, la chica que estaba loca por él había hecho algo muy malo. Le quito a Hermione y ahora quería quitarle a su mejor amiga. Estaba loca.
Draco no dijo ni una sola palabra.
–¡Harry! Llevemos a Megan a la enfermería–exclamó Ginny.
Harry levantó en sus brazos a Megan y la llevó a la enfermería.
Ella abrió los ojos y le dijo:
–Harry...si muero busca a Hermione...me gustaría ayudarte....pero....
–No seas tontita, no morirás–dijo Harry sujetando su mano.
Le dió un suave beso en la mejilla y sonrió.
Ella se puso pálida, sonrió y luego cerró los ojos.
Harry sintió las lágrimas caer por sus mejillas.
La dejaron en la enfermería y Draco lo acompañó a fuera de Hogwarts.
Caminaron entre los escombros y luego Harry sacó la varita de Sauco.
–¿Que harás con ella?
–La guardaré en un lugar seguro–dijo Harry.
–¿De verdad?
–Claro que no–sacó los pedazos rotos de su varita y dijo;–¡Reparo!
La varita se reparó. Harry hizo algunos hechizos de fuegos artificiales y se aseguro de que funcionara antes de romper la varita de sauco.
–¡Wow! Yo me la hubiera quedado, al menos de recuerdo–dijo Draco.
–Yo no la quiero. Trae malos recuerdos–dijo viendo a lo lejos el bosque prohibido.
–¿Y ahora que harás?
Harry dudó.
–No descansaré hasta encontrar a Hermione.
–Buena idea–dijo Draco–. Te ayudaré.
Ambos observaron como el sol se ocultaba de nuevo en Hogwarts.
Ya no volverían a ese lugar. Siempre sería su hogar, pero empezaba una nueva etapa en sus vidas.
El mundo mágico estaba a salvo, ahora era tiempo de buscar su camino y empezar una vida.
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Héroe Slytherin
FanfictionLa segunda parte de Corazón Slytherin. El duelo final se acerca. Harry Potter y sus amigos más leales de la casa Slytherin deben enfrentar los retos y peligros de la vida real. Fuera de Hogwarts. Sin protección alguna y solo teniéndose los unos a lo...