HABITACIÓN "121" | Lipsoul |

03

-Y tu puedes llamarme Jinsoul.

-¿De qué me serviría saberlo?.- Escupió con furia la muchacha desnuda, intentando cubrirse inútilmente con las sábanas.

-Te servirá de mucho, KimLip, en serio.- La pelinegra se acercaba mucho a la más pequeña quien fue incapaz de moverse, ya sabía lo que venía, al menos eso pensaba.

-¿Cómo para qué?.-

-Para salir de este lugar, por ejemplo.-

La sorpresa en los ojos de la menor era casi palpable lo que hizo que Jinsoul riera por unos segundos mientras se dejaba caer en la cama, desabrochándose algunos botones de la blusa que traía consigo. Jungeun no pudo evitar sonrojarse ante eso.

De su sostén saco un transmisor y luego lo encendió.

-Siyeon, estoy dentro. Con una muchacha, al parecer reciben maltratos físicos bastante brutales.

-¿N-no mentías?.- Tartamudeo un poco susurrando, aún en un estado de sorpresa, no quería elevar sus esperanzas, pero era casi inevitable.

-Claro que no, pequeña KimLip, sólo debemos saber unas cuantas cosas de ti y de tus compañeros que se encuentran aquí. Ya sabes, para buscar a sus familiares y luego puedan justificar.

-Si digo algo... matarán a mis padres y mi hermano, no puedo... quiero salir de aquí pero mi familia corre peligro.- La menor se encogió en su lugar abrazando a sus piernas temblando en su lugar y afirmando su mentón en sus rodillas.

Jinsoul frunció el ceño, ella realmente deseaba sacar a la pequeña de este horrible lugar, en realidad a todos los muchachos que estaban igual o peor que KimLip, pero sabia que iba a ser mucho más difícil de lo que creía.

Por primera vez, Jungeun pudo recostarse en es cama teniendo una acompañante que no la tocara, y eso le quitó un enorme peso de encima.

-Esto te puede asustar, pero necesito tus datos.- La voz de Jinsoul le hizo sonreír casi sin ganas.

-Kim...Jungeun. Dieciséis años. Padres y un hermano mayor de nombre Seungwoo. Huí de casa hace ya dos años por un estupido capricho y terminé aquí.- Siyeon y Jinsoul se quedaron en silencio, la chica por estar escribiendo todo rápidamente en su ordenador, y Jinsoul porque ella tenía una hermana pequeña de la edad de Jungeun, Hyunjin. Se habría muerto si algo así le hubiera pasado a su hermana.

-¿Lo tienes, Siyeon?.- Preguntó la mayor en un susurro recibiendo un "si" casi inaudible.

Jungeun se quedó en silencio puesto que no le gustaba hablar de su familia porque la ponía triste, nadie se podía imaginar lo mucho que extrañaba a sus padres y su hermano.

-Dejaré una cámara aquí y quiero que la pongas en un lugar donde nadie pueda verla, tendrás que estar aquí más o menos una semana más, si no logro obtener pruebas, no podré capturar a los que te hicieron esto.

-¿Y si me descubren?.- La pelinegra negó con la cabeza y le entregó un pequeño aparato a la menor, quien algo dudosa la acepto.

-Vendré de nuevo con información de cómo esta tu familia y por obvias razones los mantendremos seguros hasta que pase todo esto.

Pasaron un par de horas en donde ambas se mantuvieron en silencio, un silencio tan relajante que hizo que la menor cayera dormida. Jinsoul se acercó hasta Jungeun y le cubrió el cuerpo para que no tuviese frío y luego desde su celular comenzó a sacarle fotos a ella y a la habitación.

Se atrevió a mirar en los cajones y descubrió que estaban llenos de condones, lubricantes, fusta de todo tipo e incluso mordazas. Todo lo fotografió.