Siempre te has preguntado cómo el destino une a dos personas, tal vez sea un capricho o mejor dicho es el amor que pueden compartir en determinado.
Ese amor que mencionamos hasta que puntos pueden llegar o no hay un límite real, solo dependerá lo qu...
He estado esperando durante varias semanas la presencia de aquella bella dama que conquistó mi corazón, solamente puedo visualizar a lo lejos como pasa la gente llevando arreglos para la celebración del reino, donde se presentará formalmente la reina.
Respire hondo tratando de recobrar la cordura y no salir corriendo por querer encontrarla, en ese momento de pensamientos espontáneos sentí que tocaron mi hombro, gire para encontrarme con Jafar.
-Vamos a caminar antes que empiece la celebración.
Permanecí en silencio, me gire nuevamente para ver el bello atardecer.
-Por favor Sin, vamos a caminar aunque sea un rato -(suspiro)- tal vez la podremos encontrar.
Baje la mirada.
-Tal vez, pero quería ver el atardecer antes de irme -(sonreí)- desde aquí es maravillosa la vista.
Espere un rato más hasta que cayó el último resplandor del atardecer, tomé compostura y sonreí antes de retirarme del cuarto con Jafar.
En el camino pude ver como corrían con felicidad los niños con algunos banderines, flores y una antorcha cuadra hecho de papel.
Observamos todo nuestro entorno era increíble, toda la ciudad estaba completamente adornada de linternas, banderas y flores, aparte que la comida se podía oler desde la distancia, se me hacia agua en la boca por desear probar un bocado de ella.
La música sonaba de manera tranquila y armoniosa, las personas hablaban llenas de alegría y con suma tranquila. Seguimos caminando por un rato hasta que fuimos detenidos por una chica peliazul.
-(sonriendo) Usted es el rey Sinbad.
-Claro.
Saco unas prendas, me las entregó junto con algunos adornos.
-Es un regalo por parte de la reina, deseaba que ustedes se vieran de acuerdo a la celebración.
-Gracias Señorita.
-(avergonzada) Ohh lo lamento, no me he presentado me llamo Moon, es un placer conocerlos.
-Es un placer para nosotros.
-Lamento que sea corta nuestra conversación, pero debo retirarme.
Empezó a caminar rápidamente antes que diera mis agradecimientos, empecé a ver las prendas y volteó a ver a Jafar mirándolo con confusión, él suspiro y se encogió de hombros.
-Hay que ponernos la vestimenta que nos mando si no será una falta de respeto.
-Está bien.
Fuimos rápidamente a cambiarnos y antes de irnos, me miré al espejo. Era un kimono color blanco con algunos detalles dorados, para sostenerlo era como una especie de cuerda con un medallón color verde y para decorar mis brazos cordones rojos.
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