Capítulo VII(Pt. II)

242 24 1
                                    

-Entonces ¿Por qué demonios me dejaste?- Mei comenzaba a alzar la voz.

-No, nunca te dejé pequeña- El padre de Mei tomó su hombro.

-Yo te amaba, yo te admiraba- Mei estaba a punto de quebrarse al llanto. -¿Dónde quedó aquel hombre que era de honor?-

-Hubo una vez en la cual tuve que dejar todo eso atrás y llegar a cumplir mi sueño por completo Mei- Su padre le soltaba poco a poco su hombro. –Me dolió tanto el dejarte aquí sola a merced de mi padre, pero a él no le parecía la idea de que un hombre como yo se largará por ahí en el mundo-

-¿Por qué te habías ido?- Mei respiro profundamente.

-No había un "por qué" sino era mi deseo de viajar y tener una mejor visión del mundo y de su gente, por todo lo que he hecho aprendí muchas cosas de varias etnias- Su padre se acercaba poco a poco. –Una persona me pidió que viniera para acá para hacer nuestra vida juntos como familia-

-Yuzu ¿Verdad?- Mei miraba a otro lado.

-Ese es otro punto que quiero tratar contigo- Él acariciaba su cabello totalmente suelto. –Ella tuvo que soportar muchas más cosas que tú, ella perdió a su padre biológico cuando ella era una niña, nunca tuvo una imagen paterna que le ayudará con ciertas cosas. Después ustedes dos se conocieron y ella a pesar de que cargaba con una cosa tú y tus problemas; pues, ella sin pedirlo acepto llevar toda tu carga hasta tal grado de que se humillará incluso por ti. También oí que desafió a mi padre, lo cual me sorprendió. Ella tiene lo que tú tanto buscas; Mei, ya no me necesitas, tú ya hiciste tu camino. No seas tan dura con ella, sino se alejará y duele mucho más cuando esa persona que te entrega todo sin pensar en nada o su felicidad lo lamentas-

-Sí, eso lo sé- Mei exhalaba un poco de su ira del momento. –Ella hacia todo sin pensar; debo admitir que a veces me irritaba, pero siempre lograba alegrarme aunque sea un poco-

Mei y su padre siguieron hablando por un largo tiempo que ni siquiera notaban el tiempo que habían perdido y, que lo estaban recuperando con una sola platica entre ellos dos.

-Mamá, Mei no llega qué habrá pasado- Ya pasaban más de las siete de la tarde y Mei no llegaba.

-Shou no me responde los mails, tal vez aún esté de viaje por algún país cercano- Mamá estaba escribiendo otro correo para mi padrastro.

-Ya regresamos- Unas voces se escuchaban en la puerta principal, me levanté rápido de mi silla y me asomé.

-Papá, Mei ¿Por qué tardaron tanto? No me sentía capaz de poder mirar a Mei a los ojos por lo que estaba pasando. Pero me sorprendió que trajera el anillo de compromiso.

-Arreglamos unas cosas por las cuales siempre estuvimos peleando, pero ya está todo resuelto. Me quedaré un tiempo aquí en la ciudad- Mi padre me miraba a los ojos.

-Shou ¿Por qué no me dijiste que vendrías a la ciudad?- Mamá lo decía en un tono como si fuera una niña pequeña que no le compraron nada.

-Perdón cariño- Mi padre se pasaba la mano por todo su cabello. -Si te invito a cenar ahora ¿Me perdonas?-

-Está bien, me parece un precio razonable- Mi mamá accedió con facilidad ante la petición de mi padre. –Regresaremos en un rato, Yuzu cuida la casa-

-E-esperen, mamá ¿Y la cena?- Yo actuaba como una niña pequeña que está en su primera cita, estaba totalmente sonrojada.

-Ustedes cenen- Lo dijo en un tono burlón mientras se acercaba hacia a mí. –Arreglen sus cosas, ustedes dos son ahora pareja, ¡Animo!-

Mei se quitó rápido sus cosas y se fue sin decir nada hacia nuestra habitación, mientras papá y mamá se marchaban dejándonas a nosotras solas. Quise mostrarme como si nada hubiera pasado, pero ante todo lo que yo había hecho no me hubieran dicho nada. Tome aire y lo solté como si me muriera poco a poco. Bien, debo calmarme, solo es una cena normal con mi pareja, nada puede salir mal.

Oí que apenas se iba a bañar y después a cambiarse para la cena, comencé a preparar su cena con un poco más de amor de lo que yo pensaría que sería más difícil. Me puse a recordar varias cosas en las cuales estuve sufriendo unas partes difíciles más con este cambio de domicilio que es prácticamente el otro lado de la ciudad. Los problemas de ella y su padre, lo termine cargando sin que lo notará.

-Mei, la cena está lista- Le avise desde la puerta de afuera de la habitación.

-Ya voy- Mei me había respondido con la misma intensidad de voz.

-Realmente no sé qué hacer, hasta estoy temblando- Me sentía con el corazón totalmente acelerado y pensando en que le iba a decir a Mei y de cómo se sentía, mi ansiedad se hacía más agresiva. –Debo hacer algo ahora-

-¿Cuál es la cena de hoy, Yuzu?- Mei entraba poco a poco al comedor.

-Filete de atún asado junto con arroz- Le decía sin poder mirarla aún a los ojos.

-¿Y el postre?- Ella tomó a Kumagoro en sus brazos, me sentía aún más nerviosa de lo usual, no sabía qué hacer.

-N-no hice nada de postre Mei, lo siento- Bajé la mirada.

-¿Puedes mirarme a los ojos Yuzu?- Mei se ablando un poco.

-S-sí- Incorporaba la mirada hacia ella lenta y suavemente. -¿Qué pasa Mei?-

-Hay algo de lo que debo hablar contigo- Observé que estaba llevando consigo el anillo de bodas.

-¿Qué es de lo que quieres hablar?- Tartamudeaba con cada palabra, al mismo tiempo que ella me invitaba a sentarme junto a ella.

-Hace un rato hablé con papá de nosotros su familia y del por qué se había marchado de la ciudad para viajar, realmente aún lo seguía odiando y, junto a ti que eras la única que estaba en medio de todo este conflicto resultaste un poco más dañada de lo que pensaba. Sí, fui demasiado dura y cruel contigo, perdóname. No sabía lo que tú estabas pasando por mí cuando yo era la que te causaba más daño y me refiero a que ya estaba planeando otra boda mientras tú te seguías ilusionando que yo te amaba, pero aun así dejaste que me marchará. Lo que hiciste fue algo que ni siquiera yo podría haber soportado; en cambio tú, tomaste toda mi carga despojándome poco a poco de la misma- Mei me tomaba la mano, mientras yo casi me echaba al llanto una de mis lágrimas recorrió mi mejilla. –Supongo que es hora de que abordé el barco junto a ti y también evitar que vuelvas a sufrir-

-Mei...- Me calló poniendo su índice en mis labios.

-En serio, perdóname- Me tomó la mano más fuerte. –No fui considerada con tus sentimientos-

-También deberías perdonarme por ser egoísta, creía que esto del "matrimonio" era algo fácil y me di cuenta que no- Traté de sonreír. –Pero todo esto es parte de ser casadas-

Todo mejoró, Mei comenzó a mostrar un poco más sus sentimientos, cenamos como nunca creí que pasará y me sentí la mujer más feliz del mundo al tener junto a mí a la persona que yo tanto amo; a pesar de que hiciera cosas muy atroces detrás de mí... Después de la cena nos fuimos a acostar a la habitación junto con nuestras pijamas, nos besamos una última vez y nos dormimos tomándonos nuestras manos.

Aun así quiero seguir estando junto a ella, demostrarle mi amor y cariño cuando ella lo necesite porque yo estaré para ella y ella para mí.

"Continuará..."

"Bittersweet Memories"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora