Durmiendo (nalu)

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Lucy

4 meses. 4 meses llevamos saliendo Natsu y yo ¿Quién lo diría? ¿Verdad? Al fin y al cabo después de tanto tiempo todos ya desistieron de que ambos nos diéramos cuenta de lo que sentimos el uno por el otro. De no ser por que Natsu un día vino y me besó no se cómo habríamos acabado.

- ¿Dónde dejo esta caja princesa? - preguntó Natsu metiendo la última caja en la casa.

Efectivamente Natsu y yo nos estamos mudando, en concreto a su casa, esto ya que Natsu puede ser muy destructivo y ruidoso, sobre todo cuando el y yo hacemos el amor. Desgraciadamente a él le gusta hacerlo demasiado ruidoso, y aunque me da vergüenza, yo también gritó bastante.

No pude evitar sonrojarme. Por suerte no vamos a dormir juntos por ahora, esto ya que cierto dragón lujurioso aprovecha la mínima oportunidad para... bueno... ya lo sabéis.

- ¡Sí Natsu! - contesté.

Mientras yo sacaba las cosas de el interior de la caja y las colocaba en su respectivo lugar fui capaz de escuchar unos paso firmes acercarse a mi.

Eso solo tenía una explicación. Natsu se dirigía hacia mí. Rápidamente me levanté y giré para pillarlo en plenonintento de asustarme. Cómo el solía hacer demasiado a menudo.

Cuanta fue mi sorpresa al sentir sus labios sobre los míos callando cualquier queja que pudiera tener respecto. El me besaba con pasión. Colocó sus manos en mi espalda juntándose aún más a su cuerpo. Rodee su cuello con mis brazos para así profundizar aún más el beso.

Nuestras lenguas inspeccionan la boca del otro. Ya lo habíamos hecho cientos de veces, pero aún así, seguíamos disfrutando de los labios del otro. Era u sabor adictivo la verdad.

De la nada sentí cómo él poco a poco bajaba sus manos hasta llegar a mi trasero. Pero yo rápidamente me di cuenta de aquello.

Coloqué mis manos sobre sus brazos y rápidamente retiré sus manos de mi cuerpo para evitar que siguiéramos por aquél camino. Lo conozco demasiado bien.

Finalizamos el beso por falta de oxígeno. Nos separamos con un pequeño hilo de saliva conectando nuestras bocas el cuela rápidamente se rompió. A causa de la distancia

- Lo siento dragón pervertido. No es momento para esto - expliqué para después soltar una leve risilla.

Lo miré de manera burlona sabiendo que lo había dejado con las ganas. Él hizo una mueca de decepción bastante notablemente ante mi negativa de satisfacer sus deseos carnales.

- Princesa amargada - se quejó.

- Ou vamos. Desempaquemos antes de que vuelva Happy.

 Desempaquemos antes de que vuelva Happy

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Autora

El peli rosa trataba de dormir estando en el sofá de la casa. Se sentía tan incómodo que no pudo evitar levantarse de aquél lugar. Agh. Le parecían tan absurdo. ¿A caso ella no confiaba en él?

El Dragneel miró a la puerta de la habitación de la Heartfilia, ella debería estar ahora mismo en un profundo sueño. Después de eso, ella giró su cabeza para ver al pequeño exceed dormir plácidamente en uno de los sillones de la casa.

Volvió a mirar a la habitación de la rubia y sonrió de manera lasciva. ¿Que no podía dormir con ella? ¿Quién lo decidió?

Aparentemente la rubia tenía razón. Natsu se dirigió a su habitación. Así que había una buena razón por la cual ella le había negado dormir con él.

El Dragneel abrió la puerta y pudo ver la habitación. Estaba ordenado, uy que raro era eso teniendo en cuenta de que Natsu vivía en aquella casa, y él era sinónimo de destrucción y desorden.

Lentamente el Dragneel se acercó a la cama y observó a la chica tumbada en la cama. Su pelo rubio, suelto, estaba esparcido por la almohada con algunos mechones sobre su rostro.

Sus ojos cerrado y una expresión de tranquilidad en su rostro. Sus boca entre abierta. Una respiración regular. Ella estaba tumbada de lado.

El Dragneel miró con sus ojos entre cerrados a la chica de cabellos rubio. Él se agachó al lado de la cáma. Con su mano cogió uno de los mechones de ella y lo llevó a su nariz para oler el olor a vainilla tan característico de ella.

Cerró sus ojos y se centró en aquél olor que tanto le gustaba. Le hacía sentirse nostálgico, recordó todas las misiones, momento felices y tristes.

- Natsu

El peli rosa abrió sus ojos cómo platos al darse cuenta de que la rubia había mencionado su nombre. La rubia seguía dormida plácidamente. Parecía que estuviera hablando en sueños.

Natsu se sintió enternecido. Incluso en sus sueños ella pensaba en él. Una sonrisa bobalicona. Su princesa podía ser tan adorable cuando ella quería.

El dragon slayer se levantó del suelo. Rodeó la cama con cuidado de no despertarla. Se metió dentro de la cama y lentamente se acercó al cuerpo de la maga celestial.

Abrazó la cintura de la rubia y ocultó su rostro en el espacio entre su cuello aspirando el dulce aroma de su novia. Tan dulce y tranquilizante cómo siempre.

Poco a poco el peli rosa comenzó a cerrar sus ojos para después caer en los brazos de morfeo. Ambos dormían tranquilamente disfrutando el calor del otro.

One shot LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora