A little bit | h.s

| Parte 1 |

Querido diario:

Estoy feliz, muy feliz tan feliz que creo que debo ir por helado a la nevera y volver para seguir escribiendo.

Hoy ha sido un gran día, estoy deseando que sea mañana—cosa que nunca deseo—pero es que me ha pasado lo mejor de la vida. Hoy la maestra de historia nos ha asignado compañero para el trabajo final de héroes y heroínas de la guerra y ¿adivina quien es mi pareja?, lo siento ... debo ir por el helado.

Ya estoy de regreso, lo siento ... esta noticia amerita un buen dulce porque siento que voy a desmayar y mi glucosa estaba en desnivel, en fin; Harry Styles. El chico más lindo, caballeroso, amable, inteligente, carismático, responsable, el representante estudiantil, el jugador más valioso del equipo de baloncesto, el único, el inigualable e inalcanzable Harry Styles.

¡Dios Santo, necesito unas rosquillas!

Termino de escribir y como siempre, guardo aquella libreta que protejo con mi vida. Esas páginas guardan tantas memorias, tantas historias, tantas lágrimas y en fin, es cada segundo ... o bueno, cada momento relevante en mi vida y vaya que no son muchos, y por eso la importancia de aquellas hojas de papel.

Me levanto de la cama y acomodo mi camiseta, salto un poquito para acomodar mis pantalones y me hinco para tomar mis zapatillas. Me miro al espejo y veo mi figura, ladeó la cabeza y pienso que este color va bien con mi color de piel y no como decía aquella chica en la escuela: "esa camiseta combina con ... con nada. Es tan anticuada."

—Espero que la panadería esté abierta porque sino tendré que caminar hasta el supermercado y mis tobillos no están colaborando.—me digo a mi misma mientras bajo apresurada las escaleras, tomo mi mochila y salgo de casa.

Afortunadamente mis padres no han llegado y mis hermanos tampoco. Camino lo más rápido que puedo y siento mi corazón galopar contra mi pecho—y eso que no he llegado ni siquiera a la esquina—sigo caminando mientras saco los audífonos de mi bolso, al menos, un poco de música para esta caminata.

Recorro las calles entre la música y algunos pensamientos que no me gustaría tener pero que siempre están allí, es como cuando vas a comer nachos y piensas en el queso, o palomitas y piensas en si las quieres dulces o saladas.

"Estás más gorda,Amelia. Ya deja de tragar"

Caroline, compañera de biología. Siempre que me ve, su boca parece tener la incontenible necesidad de insultarme y recordarme lo gorda que estoy. Por mi parte, yo me siento feliz por ella, es muy inteligente, y en la clase de educación física es de las más rápidas. Ojalá no fuera tan pesada y ella también pudiera ver lo bueno que tengo, creo que eso sería bueno.

"¿Que dice la principal accionista de McDonalds?"

Mark, capitán del equipo de fútbol. Este chico parece  que disfrutará cada vez que me hace sentir mal, es la única razón lógica que encuentro para que lo haga diariamente y en frente de todos. Siempre me remeda y toquetea mi cabello, me hace sentir incómoda. A veces quisiera decirle que puedo ser su amiga y que podemos hablar sin necesidad de que me insulte; Conozco a su madre y es una gran mujer, asiste todos los domingos a misa y siempre me saluda con una gran sonrisa. Quisiera decirle que su hijo también debería escuchar la palabra de Dios, de pronto así sea un poco más compasivo y tolerante.